Candidata espera que Constitución consagre derecho al trabajo decente
UNIDAD PARA CHILE. Nancy Silva Guerrero es candidata del Partido Socialista en una lista que también integran Alejandro Köhler Vargas (Ind-PS), Valeria Ochoa Hinrichsen (CS)y Oscar Mendoza (PC).
Nancy Silva Guerrero es dirigenta histórica de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (Anef) en Los Ríos. También es militante del Partido Socialista desde muy joven. Ambos factores influyeron en su decisión de ser candidata al Consejo Constituyente, como parte de la lista Unidad para Chile. "Desde mi partido señalaron que mi liderazgo sindical además de mi experiencia en el servicio público, sería un aporte al levantar banderas de lucha en pro de los trabajadores, para que sean parte y tengan voz dentro del consejo constitucional", afirma al contestar preguntas formuladas por Diario Austral.
"Quiero ser la voz de los trabajadores, para que el nuevo proyecto de carta magna tenga una mirada hacia sus principios fundamentales enfocados en un trabajo decente" recalca y añade que, en cuanto al tema político, "estoy convencida y creo que puedo hacer un muy buen trabajo dentro de la nueva constitución, donde los lineamientos esenciales de mi campaña son reconocer a Chile como un estado social, democrático de derecho, consagrar el trabajo decente, trabajar en pro de la equidad de género, entre otros".
¿Qué aprendizajes cree usted que tenemos del anterior proceso constitucional?
-Yo creo que hay ciertos aspectos a destacar. El primero es la posibilidad de escribir una nueva Constitución, a través de un proceso democrático.Hubo gente muy diversa dentro del proceso anterior, con personalidades fuertes que propiciaron varios traspiés, como querer ser amos y señores del discurso, los cuales debilitaron un hermosa oportunidad. Esta vez queremos que sea distinto y para aquello debemos recurrir a las energías de cambio de una sociedad más justa, democrática y que realmente buscamos cambios para un futuro mejor.
¿Qué derechos deben quedar consagrados en la Constitución?
-Primero un estado social democrático de derecho y posterior pueden ir los derechos que la ciudadanía reclama: derechos al agua, a la previsión social, a la equidad de género, a la igualdad, a la diversidad, al trabajo decente, los derechos que son fundamentales del derecho a la educación, a la salud, a la vivienda, que son los derechos que la ciudadanía ha estado en la calle pidiendo por muchos años.
¿Qué incidencia tienen los funcionarios públicos en que esos derechos se cumplan y cómo se debe apoyar esa labor pública?
-Primero, que se reconozca el trabajo decente, no tan sólo para los funcionarios públicos, sino que para todas y todos los trabajadores de nuestro país. Pero respecto a los funcionarios públicos específicamente, yo creo que la Constitución debe consagrar que cuando nosotros hablamos de trabajo decente, no estamos hablando solamente de buen sueldo, sino también de infraestructura adecuada, no tan sólo para el trabajador, sino que también para el ciudadano o ciudadana que va a solicitar la atención.
Ahora ¿cómo nosotros cómo podemos desarrollar y apoyar esta nueva Constitución? Haciendo que todas las necesidades que hay, tanto sociales como económicas del país que van a quedar consagradas en esta Constitución, se hagan realidad, sean soluciones para la ciudadanía en general, que no sea solamente un tema escrito en la Constitución, sino que de verdad sean reales, que lleguen a hombres y mujeres, niños y niñas.
Creo que el rol de funcionario público es primordial, pero aquí también no solamente el funcionario público es el que tiene que cumplir con lo que dice la Constitución, sino que también tengamos autoridades que estén y den el ancho en cada uno de los servicios públicos, de tal forma de desarrollar de verdad los programas que cada gobierno propone.
Descentralizar
¿Cómo ve a las regiones en esa nueva Constitución?
-Me gustaría que las regiones tuvieran el poder que se merecen, descentralizadas y desconcentradas del nivel central. Yo trabajo con temas regionales con Anef y la facultad del Gobierno de la Universidad de Chile y creo que las regiones deben estar descentralizadas políticamente, en la parte administrativa y en la parte financiera. También, que el traspaso de competencias (de un servicio a otro o de un servicio hacia el Gobierno Regional) sean efectivas también con las bases que tienen los trabajadores. Aquí no puede ser solamente el traspaso de la competencia de las funciones, sino que tiene que ser la función y el funcionario, de manera de que se respeten los derechos de las y los trabajadores. (...) Se debe apoyar el desarrollo. Si crecen las regiones, va a crecer nuestro país.
Cuando yo hablo de generar mayor poder al Gobierno Regional a través de la descentralización, es aquí donde también se nos cruza la figura del delegado o delegada presidencial, representante del Presidente de la República de turno en las regiones. Sinceramente, tener dos autoridades dentro de la región no es bueno. Hay competencias que se cruzan entre el Gobierno Regional y la Delegación. Terminamos con dualidad de autoridades y de repente hay temas puntuales que no los toma el Gobierno Regional, ni la delegada.
¿Cómo ve a las comunas?
-Tienen que tener mayor autonomía, pero eso pasa por mejores presupuestos entregados por el Gobierno central. Aquí también hay un tema del que se habla mucho: los impuestos regionales, que tienen que ser de la región y a su vez también, las patentes municipales. Hoy día tenemos grandes consorcios nacionales que pagan una irrisión en patentes municipales en cada una de las comunas y pagan la mayor parte de la patente en Santiago. Entonces, si queremos descentralizar el país, si queremos tener regiones que sean potentes, si queremos tener comunas que se desarrollen a buen nivel, hay que darles recursos. Si queremos que Chile crezca, hagamos crecer a las comunas. Va a crecer la región y va a crecer nuestro país.
¿Cómo ve la participación de las mujeres en este proceso?
-Las mujeres son un pilar fundamental dentro del país. En los servicios públicos, más del 60% son mujeres. Pero no se nos ha dado la igualdad que corresponde. La Constitución debe tener espacio dedicado a los derechos de la mujer. No puede haber ciudadanos de primera y segunda categoría.