Escolares: uso de drogas y alcohol
Estudio nacional de Senda revela baja en el consumo. Pero algunas cifras deben ser seguidas con atención.
Una baja en el consumo de alcohol y drogas entre escolares evidenció el último Estudio sobre Drogas y Alcohol en la Población Escolar, publicado por Senda y realizado en 2022 en las 16 regiones del país y con un universo de casi 900 mil encuestados, alumnos de octavo básico a cuarto medio, en establecimientos de distinta dependencia.
Aunque los datos de Los Ríos todavía no se conocen, la noticia ha sido especialmente destacada en los últimos días, pues se muestra un aparente buen resultado de las medidas de prevención y control aplicadas en el último tiempo, como la ley de alcoholes que obliga a exhibir carné de identidad cuando se compra bebidas en el comercio establecido.
El Estudio señala una baja de 29,8 a 24% de prevalencia en la ingesta de alcohol en el último mes; mientras que el uso de tabaco va de 3,0 a 1,9. En ambos ítems, las cifras más altas corresponden a mujeres y estudiantes de cuarto medio. En tabaco lideran los colegios municipales; en alcohol, los particulares pagados. En el consumo de marihuana (que en promedio bajó de 26,8 a 18,8%) también son primeras las mujeres y los estudiantes de cuarto medio; pero aquí son los colegios subvencionados quienes toman la delantera. En uso de cocaína, vuelven arriba los hombres y los colegios municipales: un 3,7%, mientras el promedio es 1,9%.
En general las cifras son alegres. Pero en el desglose hay signos de preocupación como los alumnos de último año, cuya adicción puede aumentar en la educación superior. O el notorio acceso de los jóvenes de colegios privados al alcohol y la presencia de pasta base entre los que asisten a liceos públicos. Inquieta también el alza transversal de utilización de tranquilizantes, que llega a 9,5% y aumenta desde 2020.
Una buena noticia, sin embargo, es el alza en la percepción de riesgo frente a estas sustancias y la disminución de la sensación de "facilidad de acceso a ellas".
Ciertamente se trata de cifras orientadoras, pero deben guiar una intensificación de la prevención. No olvidemos que hay aumento de narcotráfico y eso se debe a que se registra demanda. Es un negocio.