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la posibilidad de acordar con el trabajador o la trabajadora que la jornada ordinaria de 40 horas se cumpla en un promedio de hasta cuatro semanas, con un máximo de 45 horas semanales.

En caso de que el trabajador sea sindicalizado, la empresa deberá contar con acuerdo de la organización representativa de las y los trabajadores para que así, a través de un acuerdo colectivo entre la empresa y el sindicato, se pueda pactar una jornada semanal de hasta 52 horas, la cual sólo implicará a los socios.

Otro aspecto de la normativa es que, por pacto escrito y de forma excepcional, una vez al año las horas extraordinarias se puedan compensar con cinco días de feriado en beneficio de los y las trabajadoras, permitiendo compatibilizar la vida personal y el trabajo.

También, considera la posibilidad de implementar una distribución de jornada de cuatro días trabajados por tres de descanso, conocida como jornada 4 por 3, modalidad a la que sólo podrán acceder las empresas que ya tienen en régimen las 40 horas semanales.

En opinión de la académica de la FACEA, hay aspectos que son claves en esta normativa y que la diferencian respecto a otras iniciativas, por ejemplo, la ley que regulaba el teletrabajo.

"Una de ellas, además, de permitir esta reducción de 45 a 40 horas semanales, en promedio, establece esta flexibilidad para madres y padres. Asegura la posibilidad de que madres y padres tengan mayor flexibilidad en la entrada y salida del trabajo. La Ley establece un bloque de dos horas, que ellos pueden negociar, para que se les permita entrar más tarde o salir más temprano. Creo que esa es una medida muy interesante y que va en la línea de las demandas ciudadanas durante las últimas décadas, que es la posibilidad de conciliar el trabajo con la vida familiar", expuso Francisca Gutiérrez.

Otro elemento que destacó es la incorporación de los sindicatos como actores relevantes en la generación de acuerdos.

Al respecto, dijo que "la Ley establece que cuando los trabajadores estén sindicalizados, el sindicato tiene que también, de alguna manera, autorizar el acuerdo que se establezca para definir cuál será la jornada de trabajo en este nuevo marco", explicó.

"Esto es muy importante, porque si bien en Chile la sindicalización es bastante baja y hay muchas empresas que no tienen sindicato, donde sí los hay éstos permiten compensar el poder desbalanceado en la relación laboral que existe entre empleador y empleado. Es una medida que a mí me parece que va en buena dirección, fortaleciendo el diálogo social dentro de las empresas", indicó.

Implementación

La académica de la FACEA puso el foco en cómo será implementada la Ley dentro de la organización. Al respecto, indicó que esa es una materia que le preocupa.

Sobre todo- explicó- porque la reducción de la jornada laboral implica un costo, "si antes teníamos 45 horas para producir cierta cantidad de bienes o servicios, ahora vamos a tener 40 horas. ¿Quién va a asumir ese costo?", planteó.

Frente a ese escenario, en opinión de Francisca Gutiérrez es importante hacerle seguimiento a la implementación de la normativa.

"Si bien la Ley establece que no se pueden reducir los salarios, hay muchas otras políticas o prácticas que, eventualmente, podrían generar una reducción de los ingresos, como por ejemplo que en una próxima negociación colectiva la empresa rechace un ajuste salarial porque esta ley implicó mayores gastos y, por lo tanto, una menor utilidad", precisó.

Sobre lo mismo, agregó que en la discusión académica en general "se habla de dos grandes reacciones de las empresas frente a regulaciones o cambios de este tipo".

Una -y a su juicio la que idealmente se debe fomentar para cumplir el objetivo de la ley- es que las empresas frente al aumento de los costos genere nuevas iniciativas innovadoras y de gestión para incrementar la productividad, ya sea incorporando tecnología, mejorando los procesos y la organización del trabajo.

La segunda y que -dijo- es la que habitualmente se adopta- es justamente otras formas de reducir los ingresos de los trabajadores, eventualmente y además del rechazo a los ajustes salariales, disminuyendo incentivos o beneficios que permitan compensar el costo adicional.

Otro elemento que abordó la académica tiene relación con las implicaciones de esta Ley en el contexto económico que atraviesa el país.

En ese sentido, se refirió a la menor capacidad económica que hoy día tienen las personas debido a la inflación.

"Es muy probable que una parte de las personas que se vea beneficiada por esta reducción de la jornada laboral no utilice ese tiempo extra para lo que la Ley está apuntando que es aumentar el tiempo libre, el ocio, la dedicación a la familia o a otras actividades, y que lo utilice, en cambio, para conseguir ingresos adicionales a través, por ejemplo, del trabajo en plataformas, entre otras cosas", sostuvo.

Por lo tanto y si bien considera que esta Ley es "una excelente noticia" y que tiene un potencial de "realmente mejorar la calidad de vida de las personas", reiteró que hay que hacer un seguimiento de su implementación para tomar, eventualmente, "medidas adicionales que permitan que las personas puedan hacer uso de ese tiempo extra para el descanso, la vida familiar y otras actividades".

Difusión

Capacitación El seremi del Trabajo y Previsión Social informó que en la región están difundiendo el contenido de la Ley a organizaciones civiles y empresas.

Solicitudes Si alguna organización o empresa está interesada en informarse acerca de la nueva normativa debe contactarse con la Seremía del Trabajo a través de sus redes sociales.

"Este avance en materia de trabajo decente es una buena noticia para la ciudadanía en general, pues el objetivo principal de esta iniciativa es mejorar la calidad de vida de trabajadores y trabajadoras, que en la región superarían las 100 mil personas alcanzadas..."

Rodrigo Leiva, Seremi del Trabajo Los Ríos.

"Creo que hay que hacer un seguimiento de cómo se ha ido implementan- do para tomar, eventualmente, medidas adicionales que permitan que las personas puedan hacer uso de ese tiempo extra para el descanso, la vida familiar y otras actividades ..."

Francisca Gutiérrez, Académica FACEA-UACh

14 de abril es la fecha en que fue promulgada por el Presidente Gabriel Boric la Ley que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, de manera gradual.

1 año después de la entrada en vigencia de la Ley, la jornada laboral disminuirá de 45 a 44 horas. Según la proyección oficial, en cinco años se concretará su implementación total.

127 votos a favor y 14 en contra tuvo en su último trámite legislativo la Ley 40 horas, que fue aprobada en la Cámara de Diputadas y Diputados el pasado martes 11 de abril.

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