Odontología deportiva
Dentro de las ramas de la Medicina Deportiva, existe un área algo desconocida pero muy relevante, que es la Odontología Deportiva, la cual se dedica principalmente a la prevención y tratamiento de lesiones dentales, pero también se encarga de la relación que existe entre las enfermedades orales con el ejercicio.
Esta área cobra mayor relevancia en nuestro país dada la realización entre octubre y noviembre del presente año de los Juegos Panamericanos y Parapanamericos 2023. En este escenario algunos de los objetivos de la Odontología Deportiva es investigar, prevenir, tratar, rehabilitar y comprender la influencia de las enfermedades orales en el desempeño de los atletas, con la finalidad de mejorar el rendimiento deportivo y prevenir lesiones, considerando sus particularidades fisiológicas, la disciplina que practican y las reglas del deporte.
La Odontología Deportiva no sólo se aplica a la práctica en alto rendimiento, si no también a los deportistas amateurs, atletas con necesidades diferentes, jóvenes, niños y adultos en diferentes disciplinas.
Lo ideal es que siempre la práctica incluya la utilización de un Protector Bucal Individualizado (PBI) durante toda la rutina deportiva, dado que en cifras de la Federación Dental Internacional (FDI) hasta un 61% de los deportista de élite sufre traumatismos dentales al realizar su actividad deportiva y las cifras se elevan cuando hablamos de deportistas aficionados o amateur.
En Valdivia, junto al colega el dr. José Miguel Castillo Rodríguez, Cirujano Dentista Uach., Diplomado en Implantología Oral U. Mayor, bajo el alero de Clínica Anwandter Valdivia (www.clinicaanwadter.cl) hemos estado acercando, dando a conocer y también derribando mitos a través de charlas en distintos colegios, clubes deportivos y medios de difusión.
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Dra. María Elena Gómez Fett Representante Regional Asociación de Odontología Deportiva de Chile
Conciencia cívica
Jorge Ahumada, destacado economista pleno de humanismo, publicó en 1958 un libro (En vez de la miseria) que educadores, políticos, en fin toda persona debiera leer pues, aunque las cifras que contiene el texto corresponden a esa época, hay elementos valóricos que tienen y seguirán teniendo vigencia
Expresa, en parte de su obra, que una consecuencia de la transformación de una sociedad rural en una sociedad urbana es la modificación que debe exigirse en las técnicas de control de la conducta de los individuos que componen el grupo social y que el sometimiento de la conducta de cada miembro de la sociedad a ciertos cánones comunes es indispensable pues solo así se consigue impedir que se cometan actos atentatorios contra los derechos de los demás. Agrega que esos cánones o patrones de conducta se encuentran especificados en la ley escrita, en los mandamientos religiosos, en los códigos morales y, en fin, en toda la tradición de la Nación. Ser verídico honrado e higiénico son tres formas de conducta en cuya imposición la moral, la ley y la tradición juegan un papel de importancia. Dice, además, que es ilusorio pensar que los problemas económicos, políticos y sociales se podrán resolver sin la formación de esa conciencia y sin la transformación de todo el sistema procesal que ella exige. Opina, de un modo crítico, que Chile no se caracteriza por el respeto a las normas de conducta social establecidas en leyes, reglamentos y tradiciones. La noción de ser privilegiado frente a la ley de que se provee cada chileno, la facilidad con que se evaden los castigos a que están sujetos los infractores, la filosofía caritativa que inspiró a los legisladores y la total despreocupación por la formación de una ética cívica en la Escuela, el Liceo y la Universidad constituyen explicaciones satisfactorias de porqué las transgresiones se registran con la misma frecuencia en cosas importantes para la vida colectiva como en las cosas nimias.
Omar M. Henríquez F. omanuelito75@gmail.com
Madre
Madre, dulce palabra. Son cinco letras que nos dejan agradecidos por habernos traído a este mundo, por tus consejos sabios y sinceros de protección y amor... Para aquellos que aun la tienen, únanse en un solo abrazo agradecido y díganle cuanto la aman.
Felicidades, madres, que trajeron las esperanzas más hermosas de nuestra existencia.
Arturo Goddard Bravo Profesor Normalista
