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Augusto Enrique Olave Pavez: A dos años de la partida de la voz de Radio Austral

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Hace exactamente dos años, el 14 de mayo de 2021 se apagó para siempre la voz de Augusto Enrique Olave Pavez, profesional ligado durante medio siglo a la historia de la radiotelefonía valdiviana a través de los micrófonos de Radio Austral, la "emisora bien valdiviana". Augusto Enrique Olave Pavez nació en Valdivia el 2 de enero de 1952 y fue uno de los cuatro hijos del matrimonio formado por Hernán Olave Verdugo y Gabriela Pavez Mena. Sus estudios básicos y medios los realizó en la Escuela Anexa Normal de Valdivia, luego en Osorno, Rancagua y el Instituto Comercial de Valdivia. Continuó entre 1968 y 1969 en la Escuela Capitán Ávalos de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), para posteriormente regresar a Valdivia y finalizar su enseñanza media en el Liceo de Hombres. En 1970 y 1971 desarrolló estudios de Agronomía en la Universidad Austral, luego Turismo y desde el 1 de abril de 1972 acompañó a su padre en la fundación y desarrollo de Radio Austral (97.0 AM), una labor que abrazó con pasión, dedicación y compromiso al servicio de la comunidad, hasta el último de sus días. En esta instancia fue locutor, director y gerente de la sociedad propietaria de la radioemisora. Tras los micrófonos de la Radio Austral lideró y apoyo campañas benéficas como la del Pan de Pascua y el tejido de lana. Paralelamente encabezó transmisiones deportivas de fútbol, básquetbol, boxeo, remo y tenis. Además de lector de noticias, fue un comunicador social con espíritu crítico, siempre al lado de las necesidades de la comunidad y una voz de apoyo enfocada al desarrollo de Valdivia y a la creación de la nueva Región de Los Ríos. Casado desde el 26 de julio de 1989 con Edurne Echenique Opitz, fueron padres de tres hijos: Andrea Paz (tecnóloga médica), Carolina Pía (periodista) y Andrés Javier (abogado); y abuelos de cuatro nietas: Valentina Ignacia, Martina Isidora, Clara Josefa y Camila Sofía. En la parte gremial, fue socio fundador y primer presidente de Acodep (Asociación de Comunicadores Deportivos) y presidente regional de la Archi (Asociación de Radiodifusores de Chile) durante 15 años. En 2016, la Archi lo galardonó con un premio a la trayectoria y también encabezó el décimo comité nacional de la organización de radiodifusores. Su esposa Edurne Echenique señala: "Es un patrimonio de Valdivia, la voz de los sin voz, que no se acallará jamás, mientras exista Radio Austral. Su esencia y legado perdurarán por siempre y nosotros como familia lo amaremos hasta el infinito y más allá". Augusto Enrique Olave Pavez se marchó de este mundo el 14 de mayo de 2021 y su cuerpo descansa en el Cementerio Parque Los Laureles de Valdivia.

14 de mayo de 2021 falleció el ex comunicador social, locutor, director y gerente de Radio Austral. Durante 49 años estuvo ligado a la radioemisora.

2016 recibió un premio especial de la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi), en reconocimiento a su vasta trayectoria en el mundo de las comunicaciones.

La promesa de Jesús

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El evangelio de este domingo (Jn 14, 15-21) nos dice "si ustedes me aman, serán fieles a mis mandamientos". Sabemos que su mandamiento es amar al Señor con todo el corazón y a los demás como a uno mismo. Jesús nos promete el Espíritu Santo, que nos hará ver lo que necesitamos para amar a Dios y a nuestros hermanos y nos dará la fuerza para hacerlo. Jesús no está muerto, ha resucitado a la vida nueva, aunque ya no está físicamente entre nosotros, su Espíritu está con nosotros. Donde él sopla, lo sentimos sin verlo.

Él toca nuestros corazones para renovarnos, renovar nuestra Iglesia y nos lanza al mundo para hacerlo presente.

Jesús, delante de sus discípulos, dice que, si el amor a Él es verdadero, lleva a la fidelidad a los mandamientos. Sin fidelidad a los mandamientos, no se puede decir que lo amamos de verdad. La fidelidad a ellos es una consecuencia irrenunciable y un indicador que señala si nos amamos de verdad o nos amamos ilusoriamente.

Jesús dice también que el don del Espíritu Santo derramado por el Padre es fruto de este amor y de esta fidelidad, que hacen brotar la oración de Jesús. Gracias a ella, nosotros podemos recibir el Espíritu. Y explica que él es el Consolador, el Espíritu de la verdad, aquel a quien el mundo no ve, no conoce, pero los discípulos sí y aquel que mora junto a ellos y que está dentro de ellos.

El discurso de Jesús se extiende para todos los discípulos de todos los tiempos. Pasa del "ustedes" de los discípulos al "quien" sea que comience a amarlo, a entrar en relación con Él y a seguirlo. Lo que ha sucedido con los discípulos, los primeros elegidos, sucederá con todo el que crea en Él. Jesús abre para todos y cada uno de nosotros su relación de amor con el Padre, porque permaneciendo en Cristo, nosotros también somos conocidos y amados por el Padre.

Jesús promete de nuevo su amor para quien lo ama y la revelación de sí mismo, es decir, una manifestación permanente de su amor por nosotros.