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Humedal Angachilla es sala de clases para escolares valdivianos

INTEGRACIÓN. El espacio natural se transformó en foco de estudio en medio de un innovador proyecto que apunta a la ciudadanía sustentable. Iniciativa es liderada por el profesor Mario Santibáñez, finalista del Global Teacher Prize.
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Daniel Navarrete Alvear

El valdiviano Mario Santibáñez era profesor del Instituto Tecnológico y Comercial de Recoleta cuando uno de sus alumnos lo nominó al Global Teacher Prize, conocido popularmente como el Premio Nobel de la Enseñanza. Quedó en la lista de 50 mejores profesores de todo el mundo y en 2017 viajó a Dubai, a la ceremonia de premiación donde el galardón finalmente quedó en manos de la canadiense Maggie MacDonnell.

Gracias a la experiencia se pudo integrar a una red internacional de profesores decididos a compartir sus experiencias y a trabajar en conjunto.

Luego de haber pasado una temporada en Santiago, el profesional regresó a Valdivia y se integró al Centro Educacional San Nicolás. Fue justo en la pandemia, lo que complicó el proceso de enseñanza aprendizaje debido a la suspensión de la presencialidad. No obstante, el establecimiento educacional logró superar las dificultades y a medida que se pudo volver a condiciones más normales de funcionamiento, se puso en marcha un innovador proyecto sobre educación en carácter y valores de los estudiantes. Santibáñez, biólogo de profesión, fue el responsable de sacarlo adelante y mantenerlo en funcionamiento hasta los días de hoy, junto al equipo de Ciencias que integra con las profesoras Paulina Hermosilla y Yenny Torres.

La experiencia

La iniciativa se llama "Ciudadanía Sustentable: implementación de una intervención escolar en educación del carácter que promueve el desarrollo de la sensibilidad cívico ambiental". Y la base es el trabajo de campo en torno al humedal Angachilla, que se ha transformado en un aula al aire libre desde finales de 2021.

La experiencia formativa partió con quienes en ese momento cursaban 2° Año Medio. Para comenzar a familiarizarlos con el lugar es que inicialmente se realizaron campañas de limpieza y se instaló receptáculos para la basura. La idea era volver a la calle, luego de los encierros obligados por la pandemia, pero con el adicional de ser parte de un proyecto que apunta a transformarlos en ciudadanos sustentables.

"Tenemos el humedal frente a nuestro colegio y sin embargo había muchos estudiantes que no lo conocían, que no estaban al tanto de su importancia. Uno de los primeros pasos fue contactarnos con ambientalistas como Jaime Rosales, para comenzar a meternos en el tema. Nos enteramos de que hace muchos años que no se hacía nada fuertemente vinculado con el humedal, lo que sin duda se agravó con la pandemia. También descubrimos que había un estigma con el lugar, que era considerado inseguro y peligroso", explica Santibáñez.

Para estrechar el vínculo con el espacio natural es que los estudiantes realizaron encuestas con vecinos de las villas Galilea, Claro de Luna, Los Alcaldes y Portal del Sol. La consulta fue sobre la construcción del puente sobre el humedal para conectar con Avenida