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en la comisión experta. Y cuáles van a ser las primeras ideas que se van a tirar de acuerdo a estos miembros electos; cuál va a ser el rol que va a jugar el Partido Republicano finalmente y por otra parte, cuál va a ser el rol que va a tener sobre todo el Consejo Técnico de Admisibilidad, que debe velar porque se respeten las bases o 12 puntos que fueron los que se establecieron en el gran acuerdo político del 15 de noviembre, que inició este nuevo proceso.
Esas bases norman el diálogo...
-Hay que distinguir dos cuestiones. Uno son los desacuerdos entre la Comisión Experta y el Consejo Constitucional que tienen sus propios mecanismos de resolución de conflictos. Recordemos que una vez que se termine de discutir un borrador de lo que va a proponer el Consejo, los expertos de la comisión experta van a poder realizar observaciones.
Pero no olvidemos que la centroderecha con el Partido Republicano tienen los 2/3 para rechazar cualquier tipo de normas que vengan en la propuesta del anteproyecto. Recordemos que hay algunos de los candidatos que salieron electos que tienen posturas bien duras en materia de la recepción del derecho internacional de los Derechos Humanos y eso, eventualmente, puede generar un choque con una de las normas fundamentales de estas bases que dice relación justamente con el respeto de tratados internacionales de Derechos Humanos.
Sólo estoy avizorando por dónde pueden ir los puntos de conflicto, pero creo que hay que distinguir entre los mecanismos de resolución de desacuerdos entre el Consejo y la Comisión Experta por una parte y los eventuales desacuerdos que puedan existir entre las bases y lo que se vaya discutiendo tanto en comisión como en sala en el Consejo constitucional y cuyas eventuales infracciones pueden ser conocidas por este Comité Técnico de Admisibilidad y eso va a ser un rol bien complejo de administrar, va a depender mucho de cuestiones políticas, de cómo el Partido Republicano administre su mayoría, de modo que no pase lo que sucedió en el proceso anterior. El Presidente Boric ya dijo que no deberían cometerse los mismos errores. Y espero que así sea. El problema es que los incentivos políticos juegan de maneras muy distintas a cómo opera la política en realidad, y yo creo que acá los incentivos están dados principalmente para una fuerza política que llega sin creer en la sola idea de tener una nueva Constitución. Entonces eso va a ser un conflicto que va a requerir solución política. Existen mecanismos para solucionar esos desacuerdos, sí, pero políticamente está, creo que está todo muy revuelto, podríamos decir.
Casa común y rechazo
¿Qué tanto influirá en ese dialogo que muchos de los consejeros constitucionales elegidos no son abogados?
-Eso no es problemático en la medida en que, por ejemplo, los miembros de la Comisión Experta van a tener voz tanto en las comisiones como en la sala del Consejo Constitucional y en ese sentido van a ser un aporte quizás tratando de explicar por qué se redactaron de la forma en que se redactaron las normas incluidas en el anteproyecto, en el borrador desde el cual va a partir su discusión el Consejo Constitucional.
Pero las constituciones están llenas de algunas reglas que son muy importantes, o sea que requieren algún tipo de evidencia técnica, pero hay otras que son declaraciones de principios que son muy genéricas, muy abstractas. Ahí va a depender mucho de la sabiduría sobre todo de la comisión experta en redactar normas que ojalá apelen a todos, que apelen a esta idea de la casa común o de algo que nos una, de algún hilo que logre generar algún tipo de cohesión en un momento en que el país, al parecer, no está logrando los niveles mínimos de cohesión social para echar adelante un proyecto como el de la idea país, el país que soñamos.
Yo creo que eso -la falta de cohesión- está haciendo cada vez más difícil, la idea de una constitución que nos una realmente como país..
¿Cuáles podrían ser esos lazos que nos pudieran unir?
-Yo creo que el gran problema no es jurídico, sino que es tratar de legitimar los fundamentos del sistema jurídico político y eso es algo que es muy difícil de lograr; se logra con el tiempo, a veces cuesta, a veces requiere de fracasos, a veces requiere no darse vueltas y eso es algo que los abogados no podemos responder.
La idea de que es lo que cuenta como un sistema legítimo es algo que lo va a responder el tiempo. Y yo creo que estamos en un momento muy negativo, en donde es mucho más fácil destruir, negar, criticar u oponerse a antes que construir o elaborar o sentar las bases de un proyecto país. Yo te diría que estoy muy escéptico en general, creo que todos aquí en la Academia también. Creo que este proceso la tiene difícil, pero yo espero que aquí toda la gente se comporte, teniendo en miras el bien del país y no el cálculo electoral.
Recordemos que se viene una elección municipal en un año más, donde seguramente el tema de seguridad va a seguir vigente. Pero por sobre todo se avizoran crisis que no son fácilmente solucionables de acuerdo a miradas cortoplacistas como las que vimos, por ejemplo, en la campaña, en donde se hablaba de temas que sencillamente la Constitución no es capaz de resolver en poco tiempo, sino que requieren instituciones, financiamiento, capacitación, experiencia institucional y es algo que es muy difícil de lograr en el corto tiempo.
Entonces yo diría que tenemos una montaña por arriba, tenemos muchos desafíos como país. Y me atrevo a decir que entre los votos nulos, entre esta suerte de también rechazo a la clase política, el Partido Republicano también en parte ofrece algo nuevo, y en ese sentido, ofrece quizás una promesa de soluciones fáciles ante problemas complejos que yo creo que va a ser muy difícil de administrar tanto en el corto, en el mediano y en el largo plazo.
Entonces creo que está todo cuesta arriba, pero todos tenemos que ayudar a los órganos que hoy en día están funcionando.
¿Ud. ve la posibilidad de un rechazo también a un nuevo proyecto?
-Sí, de todas maneras. Y qué pasaría ahí, cómo quedaría la institucionalidad...bueno, actualmente la Constitución de 1980 está jurídicamente vigente pero políticamente muerta en parte. Yo diría que es muy extraño. Yo creo que hay una parte importante del país que va a decir "bueno entre lo que tenemos que nos ha dado cierta gobernabilidad, cierta estabilidad, donde no hay muchas sorpresas, mejor quedémonos con esto antes que dar el salto a una Constitución que quizás con las mayorías que se dieron en la elección pueda tener nuevos amarres, nuevas formas o nuevas ideas sustantivas que quizás no den cuenta de lo que nos puede unir, de lo que pueda generar algún tipo de lazo".
Entonces lo que está claro de la consecuencia jurídica de un eventual rechazo del día 17 de diciembre es que quedará vigente la actual Constitución. Ahora la pregunta es si eso es suficiente para relegitimar la crisis política que hoy en día tenemos, eso es algo que no está dado, no está garantizado de ninguna manera.
Y no está estipulado que el proceso se alargue...
-Nada está dado, nada podemos dar por sentado en un escenario tan líquido como dicen los cientistas políticos. Yo diría que claro, hay que empezar a construir las bases de lo que somos de manera mucho más lenta, mucho más si se quiere pedagógica, tratando de sobre todo hablar con nuestros vecinos, nuestras familias, acerca de cómo podemos lograr un procedimiento común para solucionar nuestros conflictos, porque ¡vaya que tenemos conflictos! y ese es el principal problema.
Regiones
¿Cómo ve, en este escenario líquido que usted señala, la posibilidad de la descentralización? Parece haber acuerdo transversal en esa materia, al menos...
-Yo creo que aquí es bien interesante, porque como dices hay un consenso técnico en esta materia. Es decir, hay un consenso técnico y es relativamente compartido por la derecha y la izquierda, desde A hasta la Z, que actualmente las regiones tienen muy poco poder para decidir y que eso es un problema. Somos de los países con peor descentralización en materia de gasto fiscal regional podríamos decir de los países de la OCDE, con los que tanto nos gusta compararnos.
Y ahí yo creo que va a ser bien interesante la discusión,porque ahí espero que hayan opiniones un poco más compartidas y quizás también fragmentadas, porque por una parte, por ejemplo, la comisión experta son la mayoría de sus miembros personas de la capital, de Santiago, pero por otra parte, los consejeros y consejeras electos ayer todas tienen una cierta representación territorial y necesariamente van a tener que llevar esos anhelos de cambios descentralizadores o de anhelos regionales o regionalistas al Consejo que quizás van a darle un énfasis mayor a la descentralización de lo que actualmente está discutiéndose en el anteproyecto. Entonces ahí yo creo que va a ser bien interesante. Puede ser esa un área de acuerdo versus otras áreas en las que seguramente se van a manifestar de manera mucho más poderosa los desacuerdos, pero también repito, puede haber una demanda descentralizadora, mucho más fuerte, que se exprese en el Consejo Constitucional y que diste del actual anteproyecto que está aprobado en la Comisión Experta.
"Se va a depender mucho de la sabiduría, sobre todo de la Comisión Experta, en redactar normas que ojalá apelen a esta idea de la casa común o de algo que nos una, de algún hilo que logre generar algún tipo de cohesión en un momento en que el país no la está logrando..."
"La consecuencia jurídica de un eventual rechazo el 17 de diciembre, es que quedará vigente la actual Constitución. Ahora la pregunta es si eso es suficiente para relegitimar la crisis política que hoy en día tenemos; eso es algo que no está dado, no está garantizado de ninguna manera..."
35,41 por ciento de los votos logró el Partido Republicano en las recientes elecciones de consejeros constitucionales. En Los Ríos, la cifra llegó a 35.07 por ciento del total de los sufragios.
3 consejeros eligió la región de Los Ríos en la jornada del 7 de mayo. Ellos son Jorge de la Maza (Partido Republicano), Lorena Gallardo (Chile Seguro) y Alejandro Kohler (Unidad para Chile).
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