A 63 años del gran terremoto
El lunes habrá conmemoraciones en Valdivia. Será un buen momento para hablar de prevención y educación.
Este lunes se cumplen 63 años del gran "Terremoto de Valdivia", el sismo más intenso de que se tenga memoria: 9.5 grados Richter; 8,1 y 8,3 Mw, y X en la escala de Mercalli; liberando 25 veces más energía que el 27F de 2010.
Fue a las 15:11 horas del 22 de mayo de 1960; se extendió por casi diez minutos y fue percibido desde la región de Coquimbo por el norte, hasta Aysén, por el sur; generando un tsunami que llegó a Japón y hasta destruyó moais en la Isla de Pascua. Un cataclismo que alcanzó a 40 ciudades, dejó dos millones de damnificados y casi 2 mil fallecidos.
Después de ese día, la "perla del sur" cambió para siempre. Las industrias cayeron, los vapores que cruzaban el río se retiraron, se perdieron casas, las calles como se conocían desaparecieron en un nuevo mapa y una especie de tristeza colectiva se instaló en las personas, la cual ha costado muchos años superar. Pero también se afianzó la conciencia de la capacidad de superar problemas, de una fortaleza y perseverancia sin límites, motor de logros como -47 años después- la creación de la región de Los Ríos.
El terremoto, tsunami y Riñihuazo, fueron también un gran aviso para Chile. Activaron los sistemas de emergencias y aceleraron tanto el aprendizaje científico sobre estos eventos, como la prevención frente a desastres. Por lo mismo, cada 22 de mayo se conmemora el "Día nacional de la memoria y la educación sobre desastres socio-naturales" (Ley 21.454).
En ese contexto, al inicio de semana próxima habrá un hito especial para relevar la importancia de generar conciencia respecto de la forma de enfrentar nuestra naturaleza de país sísmico. Será un acto oficial, con participación de escolares y autoridades, que culminará en la Plaza de la República, justo a la hora del movimiento telúrico. Será el momento de recordar que otros eventos similares siempre vendrán en Chile y que es importante hablar sin miedos, con miradas de largo plazo, con planes de acción y reacción, porque lo importante es prepararse para enfrentarlos, sin que causen grandes daños. Las conmemoraciones sirven para reflexionar al respecto.