Masivo encuentro familiar reunió a cuatro generaciones en Valdivia
INICIATIVA. Hace más de un siglo comenzó a formarse la "Dinastía Rodríguez-Montes".
En abril de 1918 decidieron unir sus vidas Ventura Rodríguez Ortiz y Carmen Montes Carrillo, cuyas familias -ligadas al campo valdiviano- eran originarias del sector rural del Fundo Chapuco, cerca del río Tornagaleones y del camino viejo a La Unión. De ese matrimonio nacieron cinco hijos: Selma, Elba, Jorge, Fernando y Arnoldo. Pero, el jefe de familia Ventura falleció en 1925 y Carmen volvió a casarse en 1926, con Víctor Arsenio Rodríguez Ortiz, hermano de Ventura y de cuya unión llegaron al mundo otros cinco hijos: Bertha, Nélida, Rigoberto, Margoth y Elena. Fueron los inicios de la familia, a comienzos del siglo XX.
En febrero de 1965 se marchó de este mundo Carmen Montes Carrillo y su esposo Víctor partió a acompañarla en diciembre de 1983.
Ahora, un siglo después de los inicios familiares, sus descendientes decidieron reunirse en Valdivia y así fue como el pasado fin de semana dieron vida al encuentro "Dinastía Rodríguez-Montes", una familia que suma cuatro generaciones, contadas desde los patriarcas.
La organización del encuentro estuvo a cargo de María Cristina Gutiérrez Rodríguez, quien es hija de Bertha y nieta de Víctor Arsenio y Carmen; Mónica Escobar Rodríguez, hija de Nélida y también nieta de Víctor Arsenio y Carmen; además de Pamela Delgado Escobar, hija de Mónica y bisnieta de Víctor Arsenio y Carmen.
En este contexto, María Cristina Gutiérrez explica que existen alrededor de 150 descendientes de la familia original, a quienes los caminos de la vida han llevado a establecerse en lugares tan diversos como Villa Regina, en la República Argentina; Santiago, La Serena, Linares, Curicó y Valdivia, en territorio nacional.
El encuentro fue encabezado por Margoth Rodríguez (87), hija del matrimonio original, junto a su esposo Guillermo Trujillo (93), quienes pertenecen a la primera generación familiar.
"Logramos reunir a 62 personas, a primos que no se veían desde hace más de 40 a 50 años, entre hijos, nietos, bisnietos y tataranietos", explica María Cristina y agrega que la idea "surgió cuando nos reunimos, especialmente después del fallecimiento de un primo. Y ahora fue un encuentro hermoso, hicimos todo en familia y la verdad es que esperábamos reunir a unas 30 personas, pero superamos las expectativas".
El próximo desafío es la organización de un segundo encuentro. El objetivo sigue siendo el mismo: recordar y honrar a los mayores de la "Dinastía Rodríguez-Montes".