No entienden...
Enmanuela di Gropello, gerente de Educación del Banco Mundial para América Latina, hace poco, declaró que "más del 80% de las niños latinoamericanos, no es capaz de entender un texto sencillo", pero da esperanzas y culpa al Covid-19, al cierre de escuelas y a la alta deserción escolar.
Como veterano de la educación y según opiniones de muchas personas mayores recordamos, que en tiempos pasados, se practicaron sencillos y exitosas estrategias en nuestras escuelas, que influyeron en los estudiantes y adultos, positivamente en la comprensión de textos escolares y otros. Por ejemplo, el jefe de hogar, a la hora de almuerzo, leían el periódico local en voz alta, con comentarios incluidos. Los profesores, nos hacían buscar, escribir y comentar la noticia más relevante de la semana,comentarla y presentarla en un Diario Mural. El diccionario, un amigo y compañero obligado, no podía estar ausente. En relación a los textos de estudios, de educación básica y media, incluían riquísimos trozos de lecturas y poesías de connotados literatos, Premios Nobeles y Nacionales. La lectura, escritura, análisis, comprensión y evaluación, eran excesivamente rigurosas, pero fructíferas, con el tiempo.
A mi modesto parecer, hoy, las costumbres familiares son distintas, pero lo que produjo mayor confusión y desbarajustes, entre nosotros los profesores, apoderados y educandos, fueron los incesantes cambios, renovaciones o reestructuraciones de los programas de estudios y los textos de escolares, reemplazados por otros de menor calidad, dejando en el olvido probados y eficientes métodos y prácticas, de lectura, escritura y para una eficaz comprensión de textos, libros, etc. Hoy, la tecnología, irrumpió, pero ¿ colabora en la comprensión?
Luis Omar Sepúlveda Navarro doncoyosepulveda@gmail.com
Mitos e inteligencia artificial
La automatización es un proceso que ocurre tan a menudo, que no nos damos cuenta cuando estamos frente a una de sus manifestaciones. Algo distinto ocurre con la Inteligencia Artificial, herramienta que, de algún modo, despierta temores y suele predisponer a pensar en que, en algún minuto, las máquinas resolverán independizarse y vivir bajo sus propias reglas. Los temores sobre la IA se han exacerbado especialmente al hablar de la educación actual y futura. Esto porque desde algunos ámbitos se postula que su masificación podría lesionar la privacidad o habilidades como el trabajo en equipo, la resolución de conflictos, la creatividad o el pensamiento crítico.
La clave en esta discusión es un "equilibrio satisfactorio". La Inteligencia Artificial puede ser un aporte significativo en el proceso formativo a partir de las características propias de cada niña, niño o adolescente. La extracción de datos sobre alumnos y alumnas puede identificar problemas como el bajo rendimiento escolar o el abandono de clases, lo que podría reforzar el aprendizaje personalizado.
Las y los docentes no tienen por qué ver mermada su intervención en el aula con este tipo de herramientas. Al contrario, la IA debe ser cuestionada y supervisada con foco en la oportunidad para abordar de una mejor manera el proceso educativo. La tecnología no es mala de por sí, siempre y cuando seamos conscientes de que hay que elegir la mejor manera para adoptarla en nuestra vida.
La IA puede ayudar a uno de los grandes desafíos de la educación actual: generar aprendizajes múltiples.
Gabriel Vera CEO de Wited
IA en China y EE. UU
La intensa competencia entre Estados Unidos y China por la supremacía en inteligencia artificial (IA) está cambiando el escenario global. Con su enfoque en IA generativa como Chat GPT, ambos países buscan establecer una ventaja tecnológica en el principal desafío geopolítico del siglo XXI.
Esta carrera por la superioridad en IA puede tener consecuencias significativas para países como Chile. El desarrollo de estas herramientas puede potenciar la economía, la seguridad y la calidad de vida. Sin embargo, el desacople y competencia de dos superpotencias puede limitar nuestra capacidad para beneficiarnos de las últimas innovaciones tecnológicas.
Dado este escenario, Chile debe fortalecer su infraestructura tecnológica y fomentar nuestra autonomía regulatoria. Nuestro país no debería tomar posición en la competencia entre EE. UU y China, lo que nos permitirá mantener acceso a ambos mercados, elemento clave para el desarrollo local.
Juan Pablo Sims Centro de Estudios de Relaciones Internacionales (CERI) UDD