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José Raúl Pradines Macías: Adiós a un querido y antiguo dirigente deportivo

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La noticia golpeó fuerte a la puerta de miles de valdivianos que lo conocieron por su labor en el deporte, por su vida comunitaria y en el ambiente religioso. El 4 de junio pasado -a los 71 años de edad- abandonó el mundo terrenal José Raúl Pradines Macías. Nació el 20 de marzo de 1952 en Río Negro y en 1958 su familia llegó a vivir al barrio Collico, en Valdivia. Fue hijo de Humberto Pradines Silva y Judith Macías Macías, quienes también fueron padres de Roberto y Alberto. Sus primeros estudios los realizó en la Escuela N° 18 de Collico, continuó en el Liceo de Hombres y terminó en la antigua Escuela Industrial, a comienzos de los años '70. Mientras que su vida laboral la desarrolló en la empresa Papelera, fue comerciante en el almacén "El Cacharrito" de la Villa San Luis y funcionario de la empresa Comercial Peumo, donde finalizó su recorrido en el trabajo. En su vida personal fue casado en primeras nupcias con Ana Peña, padre de Marlis y abuelo de Pía Belén. Luego, después de enviudar contrajo matrimonio con Gladys Patricia Urra Obando, con quien fueron padres de Karolina Andrea y abuelos de Valentina y Agustín. Su esposa recuerda que "fue un vecino muy querido en Teniente Merino, ya que tenía características que lo hacían muy especial. Se preocupaba de que muchos niños necesitados reciban regalos en Navidad, pero de manera anónima. También, íbamos a buscar a un niño de la Fundación Mi Casa para que pase la Navidad con nosotros. Era un hombre muy católico, miembro del grupo Cursillos de Cristiandad y del Encuentro de Padres en el Espíritu (EPE). Además, perteneció a un grupo de adultos mayores". Por otra parte, su hija Karolina señala que "fue un padre muy estricto, a la antigua, lo cual con los años agradezco demasiado. Ahora comprendo porqué fue así conmigo. Con el tiempo me di cuenta que no iba a cambiar y me uní a su forma de ser, fuimos inseparables hasta el último día y no dejamos ningún tema pendiente. Como abuelo fue un "10" con sus nietos y además tenía muchos "nietos" de corazón". Su sobrino e hijo de crianza Javier recuerda que "fue un buen tipo. Quizás era un poco frío, pero siempre tenía la palabra justa y estaba cuando uno lo necesitaba. Ayudaba a mucha gente, pero no le gustaba figurar. Fue un buen tío, mi viejo, compañero y amigo. Siempre lo consideré como mi padre. Fue un guía, mis hijos Javiera y Franquito eran sus nietos. Fue la primera persona que llevó a Franquito a entrenar a una cancha de fútbol. Lo pasaba a buscar todos los días y tenían una conexión muy especial". La familia también destaca que siempre se preocupó por su nieta mayor Pía Belén, quien "llegó a ser como sus ojos y le ayudaba en su trabajo como dirigente deportivo. Siempre estuvo preocupado de ella". Hincha apasionado del club Palestino y de repente "un poco chuncho", también era un apasionado del juego del carioca. le gustaba realizar trabajos manuales y caminar. José Raúl Pradines Macías fue un destacado dirigente del Deportivo Papelera, el Canal Deportivo Laboral, secretario del Consejo Local de Deportes, secretario de la Asociación de Fútbol de Valdivia, de la rama de tenis de mesa de Club de Deportes Las Ánimas, de la Asociación de Tenis de Mesa de Valdivia, del Club Master de Tenis de Mesa, fundador del Estrellas del Mañana y presidente de la Asociación de Fútbol de Viejos Cracks. En este contexto, la familia agradeció a las instituciones que acompañaron a José Raúl Pradines Macías en su despedida religiosa: Anfa Valdivia y clubes asociados, Deportivo Atlético Merino, Asociación de Tenis de Mesa de Valdivia, Deportivo Naval Calle Calle, Deportivo América, EPE Santos Juan y Pedro, Grupo Bella Amistad, Comunidad Parroquial Cristo Rey, Grupo Adulto Mayor Aurora, Ministerio del Deporte, IND, Junta de Vecinos N°23 Autoconstrucción, Asociación de Fútbol de Viejos Cracks de Valdivia, Deportivo Almirante Latorre, Deportivo Olímpico, Canal Laboral Canadela, Junta de Vecinos N° 23 Villa San Luis, Club Master de Tenis de Mesa, Deportivo Joaquín Vidal, Club de Deportes Las Ánimas y su rama de tenis de mesa, Agrupación Católica y Agrupación Comunal de Fútbol de Temuco. José Raúl Pradines Macías falleció el 4 de junio de 2023 y su cuerpo descansa para siempre en el Cementerio Municipal N° 2 de Valdivia.

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a la misión

El evangelio de este domingo (Mt 9) nos dice que "la cosecha es abundante y los operarios pocos". Nos invita a considerar la importancia y el desafío de difundir y vivir los principios y enseñanzas del Evangelio en un mundo en constante cambio.

En primer lugar, la "cosecha abundante" representa la necesidad espiritual que existe en la sociedad. Muchas personas buscan respuestas, significado y propósito en sus vidas y anhelan una conexión con lo trascendental. La Iglesia tiene la misión de ser un canal de esperanza, amor y redención para aquellos que buscan respuestas.

Sin embargo, también se nos recuerda que "los operarios son pocos". Esto resalta los desafíos y las responsabilidades que recaen sobre los creyentes y líderes de la Iglesia. En un mundo vasto y diverso, es fundamental que los seguidores de Cristo se comprometan activamente en compartir el mensaje del evangelio y vivirlo con autenticidad. Esto implica transmitir los valores cristianos a través de palabras y acciones, mostrando compasión, amor incondicional, justicia y misericordia.

Tenemos la necesidad de una mayor participación y compromiso por parte de los creyentes. No basta con ser espectadores pasivos o dependientes únicamente de los líderes de la Iglesia. Cada miembro de la comunidad cristiana debe reconocer su responsabilidad en la misión de difundir el mensaje de Cristo y ser testigos vivos de su amor y gracia.

La misión de la Iglesia nos desafía a ser proactivos y creativos en la forma en que compartimos el evangelio y nos relacionamos con los demás. Es necesario adaptarse a los tiempos y utilizar los recursos disponibles para llegar a las personas de maneras significativas y relevantes. Esto implica utilizar redes sociales, tecnologías de comunicación y otros medios para alcanzar a aquellos que pueden estar alejados o desinteresados de las estructuras tradicionales de la Iglesia.

La misión de la Iglesia es difundir el mensaje del evangelio, ser testigos vivos del amor de Cristo y satisfacer la necesidad espiritual de una sociedad en busca de significado y propósito. Aunque los desafíos son muchos y los recursos limitados, cada creyente tiene un papel importante que desempeñar en esta tarea. Juntos, como comunidad de fe, podemos marcar una diferencia significativa en el mundo que nos rodea.