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Histórico Tambor Mayor del Ejército en Valdivia repasa los 23 años de una solemne labor

PRESENCIA. En el marco de la tradicional Parada Militar -que ayer siguió con atención- Nelson Torres compartió vivencias de rol asumido entre 1980 y 2003.
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Daniel Navarrete Alvear

Cuando estaba en el colegio, en su natal Cauquenes, Nelson Torres se integró a la Brigada Juvenil de Bomberos y a la banda instrumental de la institución donde tocó pífano y caja. Dice que fue su primer acercamiento a la interpretación de marchas militares y a una actitud solemne que mucho tiempo más tarde lo llevaría a ser parte de la historia de Chile.

Torres hizo su servicio militar en el Regimiento de Infantería N° 13 Andalién, también en Cauquenes, lo que sirvió para reforzar una vocación que posteriormente lo motivaría a ingresa a la Escuela de Suboficiales del Ejército. Ahí se formó como Enfermero Militar de Combate, especialidad con la que llegó a Valdivia en su condición de Cabo Segundo. Según explica, casi inmediatamente a su arribo el comandante del Regimiento Membrillar lo escogió para ser Tambor Mayor de la IV División de Ejército. Su altura y una condición física privilegiada (para aquel entonces practicaba fútbol, básquetbol y voleibol), jugaron a su favor.

"Entonces el Suboficial Colin se volvió mi mentor. Él había sido jefe de banda por mucho tiempo en Valdivia y fue el encargado de enseñarme lo que significaba asumir como Tambor Mayor", recuerda.

El debut

El entrenamiento relacionado con los movimientos básicos del bastón de mando y sus significados, más el respectivo acondicionamiento físico para un mejor desarrollo muscular y de flexibilidad; se extendieron por cerca de siete meses.

El Cabo Segundo tenía 19 años de edad cuando debutó en la Parada Militar de septiembre de 1980 en Valdivia. Hasta ese momento no había Tambor Mayor de la tropa. El cargo estaba en manos de un Suboficial de la misma banda.

"Sin duda que fue algo que me llenó de orgullo. Es algo que hasta los días de hoy me genera mucha felicidad. Durante la vida he tenido que asumir distintas responsabilidades, que con el paso del tiempo me he dado cuenta que han tenido una gran carga histórica", explica Torres.

La de Tambor Mayor, como aclara, es una función para las que se asignan distintas personas por lo general cada dos años. En su caso se mantuvo por 23 años porque fue bien evaluado por sus superiores. Es el uniformado que se ha estado por más tiempo en el cargo en Los Ríos y posiblemente uno de los más experimentados de Chile. Tuvo dos grandes períodos interrumpidos por una misión a la Antártica en 1996. Su última Parada Militar fue en 2003.

"Para ser Tambor Mayor se requiere de un buen estado físico. Es primordial la elongación previa al desfile y en todo momento. La responsabilidad es muy grande, ya que se debe velar por el correcto encajonamiento frente a las autoridades", indica.

Luego de los 23 años en los que estuvo en la función, aun asiste a la tradicional Parada Militar en Valdivia y sigue por televisión la que se realiza en Santiago. Reconoce que le gusta estar al tanto del quehacer de quienes hoy son Tambor Mayor, porque maneja los mismos códigos militares e incluso puede evaluarlos a la distancia en su desempeño.

Unidad de rescate

Nelson Torres se acogió a retiro en 2006. En ese momento tenía la idea de formar un cuerpo de rescate especializado en Valdivia, en gran medida motivado por un accidente que había sufrido en la Antártica donde fallecieron tres personas.

Una vez fuera del Ejército, trabajó en la Asociación Chilena de Seguridad y le correspondió evaluar un simulacro de accidente aéreo realizado en el Aeropuerto Pichoy. Gracias a ello lo contactaron para integrarse a la Asociación SAR Chile de respuesta humanitaria y rescate en emergencias y desastres. Actualmente integra y es presidente de la filial Los Ríos y vicepresidente de SAR Chile. Una de las últimas misiones en las que participó la de búsqueda de cuatro niños que estuvieron perdidos durante 40 días en la selva de Colombia tras un accidente de avión.

"Durante la vida he tenido que asumir distintas responsabilidades, que con el paso del tiempo me he dado cuenta que han tenido una gran carga histórica".

Nelson Torres, Exmilitar

19 años de edad tenía el Cabo Segundo Torres cuando se le pudo ver en su primera Parada Militar.

2006 fue el año en que se retiró del Ejército. Actualmente es integrante de la ONG SAR Chile.

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Un Ejército unido a la comunidad nacional

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Comandante en Jefe de la III División de Montaña

Nuestro Ejército se encuentra indisolublemente unido a la ciudadanía desde los albores de la República, ya que nació con Chile y es patrimonio de todos los chilenos.

Al cumplirse 213 años del primer paso hacia la independencia, esta fecha nos recuerda que el espíritu de libertad que nos caracteriza, va unido a la esencia misma de su Ejército. Desde las Campañas de la Independencia, nuestros próceres impregnaron al naciente Ejército Patriota con sus valores más profundos, guiándolos por una senda de heroísmo, no exento de grandes sacrificios y vicisitudes, donde se destacan la Expedición Libertadora del Perú, la Guerra contra la Confederación Perú Boliviana y la Guerra del Pacífico, entre tantos otros hechos, que con la participación del pueblo chileno y su arrojo, escribieron gloriosas páginas en la historia de nuestra República, contribuyendo así a un sentido de unidad nacional y a un largo período de paz.

Desde 1915, el día 19 de septiembre ha sido oficializado como el Día de las Glorias del Ejército en una sola celebración, reconociéndose con ello, un hecho indesmentible: "que la Independencia de Chile y su futuro estarían ligados por siempre a su victorioso Ejército".

Hoy, lo conforman más cuarenta mil hombres y mujeres, quienes, a través de su entrega y compromiso, brindan al máximo sus capacidades al servicio del país.

Para ello, en las distintas unidades militares, su personal es sometido a altos estándares de instrucción y entrenamiento, lo que le permite mantener el alistamiento operacional de la organización.

Parte de estas capacidades, también van en apoyo a otras necesidades y resguardo del país y sus ciudadanos, como ha quedado de manifiesto en el amplio despliegue de este año por los incendios forestales y sucesivas inundaciones por frentes de mal tiempo en la zona centro sur, además de la mantención de unidades en las zonas en Estados de Excepción en el Norte y Macrozona Sur. Es así que, día a día, el Ejército se encuentra realizando tareas que contribuyen al desarrollo del país y su gente, a través de las oportunidades que ofrece el Servicio Militar o las distintas vías de ingreso a la Institución, conectando las zonas aisladas a través del Cuerpo Militar del Trabajo, despliegue de hospitales de campaña, proyectando al país con su base Antártica y misiones en el extranjero, aportando a las economías locales con la extensa disposición territorial de su unidades o tendiendo una mano amiga con operativos de ayuda humanitaria en los lugares más recónditos.

En el contexto de esta fecha especial, saludo a todos los hombres y mujeres que forman parte de esta División de Montaña, herederos de toda una gloriosa historia, la que siguen honrando con su esfuerzo, sacrificio y compromiso, bajo el apoyo de sus familias, en todas las misiones que cumplen en nuestra extensa zona jurisdiccional, desde Los Andes a Puerto Varas; lo cual es reconocido por el mando y la comunidad.

Gral. Brigada Edward Slater Escanilla