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manual "Mientras escribo") dije que no puedes aprender a escribir a menos que seas un lector y leas mucho. Los programadores de IA aparentemente se tomaron en serio este consejo" incluido en el texto, donde el destacado autor de terror cuenta cómo llegó a ser una de las firmas más vendidas, con más adaptaciones al cine -incluida "La historia de Lisey", narrada en el cine por Pablo Larraín-, desde la infancia de un niño tímido, criado por su madre, hasta la madurez donde sólo confía en su esposa, Tabitha, para revisar sus novelas.
"Los poemas de IA al estilo de William Blake ('Proverbios del infierno') o William Carlos Williams ('La carretilla roja'), he visto ambos, se parecen mucho al dinero de las películas: buenos a primera vista, no tan buenos si se examinan de cerca", advirtió King, porque las máquinas "todavía no" pueden emocionarse y "la creatividad no puede ocurrir sin sensibilidad, aunque ahora hay argumentos de que algunas IA son realmente sensibles. Si esto es cierto, ahora o en el futuro, entonces la creatividad podría ser posible. Veo esta posibilidad con cierta fascinación espantosa. ¿Prohibiría la enseñanza, si esa es la palabra, de mis cuentos a las computadoras? Ni siquiera si pudiera".
La carga de libros a sistemas autómatas, sin embargo, comenzó a mediados de la década pasada, cuando Google introdujo en LaMDA -sistema que nunca se hizo público, antecesor del actual Bard- 2.865 novelas consideradas "rosa" o eróticas, como "Amor incondicional", de Anne Aband, y "Levantado", de Erin McCarthy, porque con estas lecturas el robot respondería "de manera más natural y familiar", ya que los diálogos y tramas son simples, en una carrera donde el desafío es la interpretación de las palabras.
No obstante, en septiembre de 2023, al pedir a Bard que escriba un párrafo de novela erótica, "piensa" por algunos segundos y responde que "no puedo ayudar con eso, ya que sólo soy un modelo de lenguaje", mientras que, en paralelo, etiqueta la conversación como "Amor Secreto". ChatGPT-4 ante el mismo pedido replica que "lo siento mucho, pero no puedo ayudar con esa solicitud", y es más tajante al archivar el diálogo: "Texto erótico no permitido".
King en su argumento apela a la sensibilidad y en "Mientras escribo" explica que su lector ideal es su esposa, porque "es la persona para quien escribo, a la que quiero seducir" con la historia, a quien "siempre tendrás en tu habitación de trabajo: en carne y hueso cuando abras la puerta y dejes que el mundo ilumine la burbuja de tu sueño, y en espíritu durante los días, de ocasional desquicio y frecuente euforia, de la primera versión, cuando está cerrada la puerta. Y ¿sabes qué? Antes de que el lector ideal eche un vistazo a la primera frase, te verás introduciendo cambios, te ayudará a salir un poco de ti mismo, a leer lo que sale de tu pluma como un lector cualquiera", porque es la piel, al parecer, lo que todavía da humanidad a las letras.
El autor de "Carrie" y "El resplandor", entre muchos libros, piensa que las obras hechas por IA son textos "buenos a primera vista, pero no tan buenos si se examinan de cerca".
Stephen King descubrió que sus obras son usadas para entrenar a las inteligencias artificiales.