Tras el anuncio realizado a mediados de semana, finalmente ayer se concretó la desvinculación de los primeros 61 trabajadores del Hospital Base Valdivia (HBV), a raíz del desescalamiento de las medidas implementadas durante la pandemia.
Las reacciones de los gremios, quienes se manifestaron durante la semana, no se hicieron esperar, y junto con confirmar su adhesión al paro nacional que comienza este lunes, calificaron la medida como un "retroceso" y como un "balazo en los pies". Además, anticiparon una crisis a nivel regional.
El presidente de la Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (Fenpruss) del HBV, Leandro Rebolledo, confirmó que "hoy (ayer) van a dejar de trabajar 61 personas, entre ellas 30 profesionales, y el 30 de octubre van a desvincular a otros 92 funcionarios más. Estamos súper molestos, ya que hemos perdido la oportunidad de mantener calidad de la atención. La pandemia nos ayudó a mejorar estándares de calidad de salud, aumentamos las camas UCI y UTI, pero hoy se van a cerrar seis camas UCI y 12 UTI, lo que es muy perjudicial para la gente, ya que se pone en peligro la salud de la población".
En esa línea, el dirigente profundizó que "la urgencia no va a tener dónde derivar pacientes graves. Eso va a generar un atochamiento, y vamos a depender de clínicas privadas para atender a este tipo de pacientes, lo que implica un gasto enorme de recursos públicos, o bien tener que trasladarlos a otras regiones, lo que también implica un gasto enorme".
"Esto es una bomba para el sistema público de salud de la región, ya que somos el único hospital regional de derivación. Esto es como retroceder 10 años la salud pública", enfatizó Rebolledo.
La directora de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermeras y Enfermeros de Chile (Fenasenf), Karin Bottner, aseguró que esta medida "va a producir una crisis hospitalaria, dado que el Hospital Base Valdivia es el único de alta complejidad en la región. Con la pandemia y los recursos que habían llegado, el hospital había aumentado sus camas críticas, pero ahora está obligado a cerrarlas porque no va a tener el recurso humano para mantenerlas. Los trabajadores con este tipo de contrato estaban cubriendo una brecha de recurso humano que tiene nuestra institución y toda la red de salud de la región".
¿Se puede revertir esta decisión? La dirigenta señaló que "va a depender del Ministerio de Hacienda, ya que la autoridad de salud nos dice que no hay más recursos y que de los 12.500 trabajadores van a quedar 6.000 y los demás se tienen que ir antes del 30 de octubre".
Desde la Fenats Nacional Región de Los Ríos, su presidenta Fabiola Leiva, indicó que "el cierre de camas críticas va a provocar un atochamiento en el servicio de urgencia con hospitalizaciones en los pasillos".
"Queríamos evitar a toda costa el paro nacional, pero la verdad es que no fuimos escuchados. Esperamos que esta situación se pueda revertir porque el 30 de octubre se van a ir 92 trabajadores más", añadió.
Mientras que la presidenta de la Asociación de Enfermeras y Enfermeros (Asenf) del HBV, Irma Catrilaf, afirmó que "es un tremendo retroceso para la gestión hospitalaria a nivel regional, considerando que es el único hospital de alta complejidad y que no puede descargar pacientes al resto de la red. Cerrar camas va a implicar que tendremos que buscar camas críticas en otras regiones, o bien en el sector privado. Esta medida es un disparo en los pies".
Los gremios locales van a adherir a un paro nacional que comienza este lunes y que en principio se extenderá por 48 horas, para luego ser evaluado de acuerdo a las respuestas que entregue el Gobierno.