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Humberto Hernán Riffo Muñoz: Adiós a un hombre humilde y cariñoso

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A los 71 años de edad, el pasado 4 de octubre de 2023 emprendió su último viaje Humberto Hernán Riffo Muñoz. Nacido el 16 de marzo de 1951 en La Unión, fue hijo de Luis Humberto Riffo Obando e Irma Luisa Muñoz Vallejos, quienes también fueron padres de Ivon, Ariela (Q.E.P.D.), Jimena y Juan Carlos. Humberto Hernán Riffo Muñoz realizó sus estudios primarios en la Escuela N°1 Honorio Ojeda Valderas y las humanidades en el Liceo Abdón Andrade de La Unión, para luego ingresar a la Escuela Normal de La Unión y titularse como profesor de educación básica, con mención en educación física. Con posterioridad estudió Pedagogía en Educación Diferencial en la Universidad Austral y realizó numerosos cursos de perfeccionamiento en gestión educacional, además de titularse como administrador educacional en la Universidad del Norte. Fue licenciado en Educación por la Universidad Católica del Norte; master en integración de personas con discapacidad por la Universidad de Salamanca; master en iniciación a la investigación por la Universidad Autónoma de Barcelona y doctor en educación y sociedad por la Universidad Autónoma de Barcelona. También realizó una pasantía en Inglaterra. En cuanto a su vida laboral, después de su práctica profesional en 1972 trabajó como director de la Escuela Especial de Puerto Montt; fue jefe de gabinete técnico en la Escuela España de Coyhaique; coordinador regional de educación diferencial en la Seremía de Educación y jefe del área de Educación en la XI Región. En el año 1991 llegó a Valdivia, se desempeñó como jefe de la Unidad de Supervisión del Departamento Provincial de Educación y coordinador regional de enseñanza básica en la Seremía de Educación de Los Ríos. También se desempeñó como docente en la Universidad Austral y la Universidad San Sebastián. Su pareja durante 28 años, Marianela Martínez, lo recuerda como "una excelente persona, un hombre muy inteligente y estudioso y que a pesar de todos los títulos que tenía, era muy humilde para transmitir su conocimiento y sabiduría. Era cariñoso, una persona muy abierta y amigo de sus amigos. También fue muy protector de sus hermanos, además de un muy buen padre y abuelo". Aunque no tuvo descendencia con su pareja Marianela Martínez, de su primer matrimonio tuvo una hija: Giovanna. Además, Humberto Hernán Riffo Muñoz fue un destacado rotario, miembro del Rotary Club Valdivia durante cerca de 30 años. Era un reconocido hincha de Colo Colo y un amante de los viajes. Humberto Hernán Riffo Muñoz falleció el 4 de octubre de 2023 y su cuerpo descansa en el Cementerio Parque Los Laureles de Valdivia.

4 de octubre de 2023 falleció Humberto Hernán Riffo Muñoz, a los 71 años de edad. Desarrolló una prolífica carrera profesional en el mundo de la educación.

Invitados

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a la mesa

En el evangelio de este domingo (Mt 22, 1-14), Jesús presenta el Reino de los Cielos como un banquete de bodas preparado por un padre, para el matrimonio de su hijo. La imagen del banquete nupcial, como un momento de alegría, de intimidad y de celebración, es muy significativo para entender que la esperanza cristiana en la vida eterna está inundada de felicidad.

Todo está preparado de la mejor manera para recibir a los invitados, el Padre se ha esmerado para preparar la mejor cena y así recibir a todos. Envía a sus servidores a llamar a los invitados, es decir llama a quienes ya han sido previamente invitados.

Es la fatiga de Dios de buscar al ser humano, de salir a su encuentro para compartir con ellos la dicha del banquete de su Hijo. Pero ante la negativa respuesta de aquellos que estaban invitados a asistir a las bodas, el Padre no se desanima y manda una vez más a sus servidores ahora a los caminos a invitar a todos los que encuentren.

Todos pueden entrar en el banquete del Reino de Dios, sin embargo para estar en él se debe estar preparado y por eso el Padre repara en un hombre que no está con traje de fiesta, es decir, no se ha dispuesto convenientemente para la fiesta a la que ha sido invitado.

Nosotros somos también llamados por el Señor a su fiesta y al banquete de la Eucaristía. ¿Me siento llamado a estar en comunión con Jesús? ¿Me preparo convenientemente para este encuentro dominical con él?

Que podamos sentir en nuestro interior cada uno de nosotros la invitación de Dios a vivir cada día más cerca de Él, reconocer a Jesús vivo y presente en la Eucaristía y en la vida de los hermanos.

El Señor tiene la Mesa preparada para nosotros, la ha preparado con cariño y ahora nos invita a sentarnos en ella. Una mesa grande y para todos. ¿Cómo respondo a su invitación?

Luz Marina Barría Guerrero: Un recuerdo a diez años de su partida

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Hace 10 años, el 16 de octubre de 2013, abandonó el mundo terrenal la dama valdiviana Luz Marina Barría Guerrero, cuando tenía 94 años de edad. Antigua vecina de la calle General Lagos, fue una conocida y estimada comerciante que se desempeñó en el rubro de la imprenta y librería. Junto a su hermana Jovita heredaron el negocio familiar iniciado por su padre: la Imprenta y Librería Moderna, ubicada en Ismael Valdés N° 480 de Valdivia. Luz Marina Barría Guerrero nació el 17 de enero de 1919 y fue hija del matrimonio formado por Nicolás Barría Navarro y Dorotea Guerrero. En el año 1949 se casó con Manuel Patricio Ojeda Barría y de dicho enlace nacieron tres hijos: Patricio Eduardo (Q.E.P.D.), José Nicolás y Adolfo Elías, quienes prolongaron la descendencia a nueve nietos y estos -a su vez- a 16 bisnietos. Desde su juventud, la vida laboral de Luz Marina Barría Guerrero se orientó al trabajo en el negocio familiar que fundó su padre Nicolás en el año 1925, como resultado del oficio de tipógrafo que aprendió y desarrolló en el antiguo diario El Correo de Valdivia. Así fue como durante cerca de 70 años atendió a clientes particulares y empresas, siendo reconocida por El Diario Austral de Valdivia en el año 2010 en un reportaje como parte de las "Mujeres al Bicentenario". Además de su desempeño laboral, en los años posteriores al terremoto de Valdivia de 1960 se transformó en una de las socias fundadoras del Centro de Damas Cooperadoras del Oratorio Domingo Savio del Instituto Salesiano, donde estudiaron sus hijos. En esa instancia, su labor consistía en atender a niños en situación de vulnerabilidad que vivían en los campamentos surgidos a consecuencia del mega sismo de 1960. En esta labor de acción social se mantuvo activa hasta el instante de su fallecimiento. Paralelamente y una vez alejada del mundo laboral, Luz Marina Barría Guerrero dedicó buena parte de sus últimos años a realizar cursos de manualidades en diferentes cajas de compensación, afición que siempre fue un anhelo como parte de su desarrollo personal. A diez años de su partida para siempre, sus familiares y conocidos la recuerdan como "una persona muy sencilla, muy acogedora y de paz, amiga de todos, a quienes recibía en su casa de General Lagos, donde vivió desde su niñez y donde también dijo adiós al mundo terrenal". La despedida de Luz Marina Barría Guerrero se realizó en la Iglesia San Francisco y la misa de exequias la ofició monseñor Ignacio Ducasse, obispo de Valdivia. Su cuerpo descansa junto a los de sus seres queridos, en el Cementerio Municipal N° 1 de Valdivia.

16 de octubre de 2013 falleció la dama valdiviana Luz Marina Barría Guerrero, quien fue propietaria de la Imprenta y Librería Moderna, que se ubicaba en calle Ismael Valdés.