Primera víctima fatal de hanta virus
Un estudiante de Paillaco falleció el fin de semana. De inmediato se activaron los llamados a la prevención y autocuidado.
Un estudiante de segundo año medio del Liceo Rodulfo Amando Phillipi (RAP) se transformó esta semana en la primera víctima fatal de 2023 debido a hanta virus en Los Ríos. Su caso fue conocido el sábado recién pasado y es el octavo contagio registrado durante este año en la zona; por lo cual, desde la autoridad sanitaria se ha dispuesto tanto una investigación para conocer las condiciones en que el joven contrajo la enfermedad, como la aplicación de medidas preventivas en su entorno.
También se multiplicaron los llamados a la comunidad para el autocuidado, sobre todo considerando que la temporada de verano que se acerca aumenta las posibilidades de exposición a condiciones de riesgo: paseos al aire libre, visitas a casas de descanso que han permanecido cerradas, recorridos pos zonas boscosas donde habita el ratón de cola larga, principal vector transmisor del virus.
Las recomendaciones apuntan a la higiene y a mantenerse alejados de los residuos que dejan los roedores; pero también a tomar conciencia sobre los síntomas y la importancia de consultar rápidamente ante sospechas; algo que suele demorar debido a la confusión inicial que se produce entre la gripe y el cuadro del Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus, que afecta al sistema respiratorio y luego al cardiaco.
Para enfrentar diagnóstico precoz, desde la región se ha trabajado intensamente en los últimos años, en especial con equipos de la Universidad Austral (Otth-Navarrete) que desarrollaron un "Test diagnóstico rápido y detección directa para enfermedades virales infecciosas", pero su uso todavía no se hace masivo. Por lo mismo, la prevención y la vigilancia epidemiológica son fundamentales.
De acuerdo a cifras nacionales del ministerio de Salud, durante 2022 hubo siete decesos y 34 personas contagiadas por hantavirus en todo el país; el año anterior (2021) se llegó a 37 infectados y nueve personas que perdieron la vida; en 2020 fueron treinta los reportes, con seis fallecimientos que lamentar. Son datos que entristecen y que convocan a ayudar en la precaución, porque cada número encierra una tragedia, como la ahora vivida, lamentablemente, en Paillaco.