Valdivia fue el punto de encuentro para nuestra III Cumbre Regionalista, una oportunidad para hacer un gran llamado al Gobierno central y Parlamento, para que escuchen la voz de los territorios, para que recapaciten en sus planteamientos y podamos seguir avanzando en el proceso descentralizador.
En esta cumbre se ha efectuado la ratificación del espíritu regionalista. Ha permitido reafirmar que el regionalismo es una tarea pendiente que debemos trabajar fuertemente para sacarla adelante.
Agradecemos la conversación abierta y franca que hemos tenido con la Ministra del Interior, Carolina Tohá y con la Subsecretaria de Desarrollo Regional, Francisca Perales, a quienes planteamos nuestras preocupaciones, nuestras ideas y propuestas, las que esperamos sean prontamente acogidas para poder continuar con este proceso.
Estos días nos hemos hermanado con diversos organismos que van en la misma lucha, con la Federación de Funcionarios de los Gobiernos Regionales; de hecho firmamos un Protocolo de Acuerdo en Materia de Encasillamiento de los Funcionarios y Funcionarias de los Gobiernos Regionales, porque ellos son la continuidad del servicio público.
Hemos acordado un trabajo hermanado y coordinado con los Consejeros y Consejeras Regionales, a través de ANCORE. Hemos conversado con Bomberos, que es una de las instituciones más afectadas producto de las restricciones impuestas por el Ministerio de Hacienda; hemos estado con las universidades regionales, que también se han visto afectadas. Por consiguiente, es un grito desde las regiones a Chile, para que el Gobierno central y el Parlamento evalúen los verdaderos impactos de las últimas medidas.
Nuestro manifiesto al Gobierno central y al Parlamento es que si hay que rectificar, hay que hacerlo en la línea correcta, dándole más musculatura a los Gobiernos Regionales y no debilitándolos porque de lo contrario, la corrupción no va a terminar; siempre va a existir una rendija para que los recursos públicos puedan escaparse de nuestras manos. Nuestra disposición está en construir instrumentos correctos, en términos administrativos y financieros, que permitan que el proceso continue y no retroceda diez pasos, como ha sucedido.
¡Estamos más fuertes que nunca, más convencidos que nunca! La regionalización le hace bien a Chile, la regionalización lleva bienestar a las personas, a los habitantes que viven en cada uno de los rincones de nuestras regiones. ¡El sueño de las regiones sigue intacto, contra viento y marea!