"Queremos poner a la OCV en aquellos lugares donde la gente no se lo esperaría"
IMPRONTA. El músico y gestor cultural belga lleva poco más de un mes en el cargo. Dice que una de las grandes metas para 2024 será volver a tener conciertos con salas llenas, mientras se buscan estrategias para disminuir el efecto de la crisis financiera de la UACh sobre la orquesta.
El martes 10 de octubre Antoine Leuridan sumó otro hito en su carrera de artista y gestor cultural. Ese día, asumió como director ejecutivo de la Orquesta de Cámara de Valdivia, cargo que antes ejerció Dominique Thomann. De esta forma el violonchelista belga que vive en Valdivia desde 2009, inició un nuevo ciclo en la historia de la institución que en trece años ha realizado más de 800 presentaciones; y que en cada temporada apuesta por la excelencia.
Desde que llegó a la capital de Los Ríos, Leuridan ha sido parte de diversos proyectos e instituciones. Junto a su esposa, la artista visual Danesa Fuentealba, creó la Galería de Arte L'Atelier que permitió la exhibición y venta de obras de artistas locales, nacionales y extranjeros. Posteriormente, trabajó como coordinador de la Orquesta Infantil Juvenil CIFAN; y luego se integró al equipo de la Dirección de Vinculación con el Medio de la Universidad Austral de Chile. Mientras ocupaba ese cargo fue convocado para asumir en la OCV, donde hoy cumple un mes y nueve días de jefatura administrativa. Su labor está estrechamente relacionada con la de Rodolfo Fischer (director musical) y con un equipo de diversos profesionales encargados de operaciones, producción, comunicaciones y audiencias, administración y diseño. A ellos se suman los músicos que integran la orquesta que depende de la UACh y que funciona, principalmente, con recursos del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
"La orquesta es muy demandante. He tenido el privilegio de seguir su historia desde que nació. Estoy muy familiarizado con todas sus etapas y entiendo perfectamente que la labor de director ejecutivo implica grandes desafíos que tienen que ver con aspectos como no perder el tremendo posicionamiento logrado durante todos estos años", explica.
¿Cómo evalúa todo lo que se ha venido haciendo hasta ahora?
- Es evidente que el avance ha sido progresivo y con distintos sellos según quien ha estado como director ejecutivo. La orquesta buscó durante muchos años su dirección artística, primero con un trabajo realizado por Cristóbal Urrutia y posteriormente con una comisión. También es destacable lo que hizo en su momento el violinista Dorian Lamotte, que lideró una etapa crucial marcada por conciertos con salas llenas de gente. En algún momento también se apostó por la autogestión artística, a través de una comisión integrada por músicos, hasta que llegó Emmanuele Baldini y se instaló un nuevo norte. Actualmente tenemos a Rodolfo Fischer, que creo es lo mejor que le pudo pasar a la orquesta. Es un director chileno con una alta proyección internacional, que además está súper involucrado con la OCV. Sin duda que es un tremendo aporte.
Posicionamiento
La Orquesta de Cámara de Valdivia es una de las seis orquestas profesionales fuera de la Región Metropolitana. Tiene dos discos: "Orquesta de Cámara de Valdivia & Emmanuele Baldini" (2019) y "Seis estudios para directoras y directores" (2023). Ambos, financiados por el Fondo de la Música del Ministerio de las Culturas.
Al margen de los registros fonográficos, para Antoine Leuridan es crucial avanzar en el impulso del medio musical chileno.
Por convenio con el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, el repertorio considera un 25% de obras nacionales. ¿Qué otra acción se podría implementar?
- Nos interesa mucho el incentivo a la creación artística de la música contemporánea. Por eso es que por primera vez, vamos a tener un compositor residente. Nicolás Ahumada, titulado en composición de la Pontificia Universidad Católica de Chile, nos acompañará durante 2024. Tras esa primera ex-