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periencia, que creemos será todo un éxito, vamos a entrar en un período de colaboración más activa con la Facultad de Arquitectura y Artes UACh, en particular con la carrera de Artes Musicales y Sonoras. A futuro queremos contar con el talento de docentes que puedan aportar al programa generando un vínculo mayor con la academia y la comunidad en general.

¿Le interesa explorar áreas como, por ejemplo, la relación entre las ciencias y la música?

- Tenemos un gran papel que jugar con el PAR Explora Los Ríos. Se buscará concretar proyectos y mantener alianzas que ya se venían trabajando desde antes como la que tenemos con el Centro de Promoción Cinematográfica de Valdivia y el concurso de musicalización de cortometrajes patrimoniales que se presentan en el Festival Internacional de Cine de Valdivia.

¿Qué características tendrá la temporada 2024?

- Están consideradas entre 70 y 80 actividades y conciertos. Habrá 13 programas oficiales e incluso contaremos con la presencia de la gran pianista Edith Fischer, que además de ser muy famosa en Chile tiene la particularidad de haber tocado en el Teatro Regional Cervantes en 1951. Ella inauguró el piano del teatro. A diferencia de años anteriores, no tendremos invitados internacionales por un tema de presupuesto. De todas maneras, todo lo que se viene será muy interesante e imperdible.

¿De qué forma la actual crisis financiera de la UACh afectará el desempeño del elenco?

- Nos afecta directamente en materia de programación. Eso se traduce en una reorientación de la música, concentrada de forma exclusiva y solamente en los cinco vientos y cinco cuerdas que integran la planta de la orquesta. Lamentablemente, no vamos a contar con una orquesta ampliada con 25 músicos como ha ocurrido en 2023. La restricción nos permitió volver a mirarnos como orquesta de cámara y desde ahí, plantear opciones de conciertos más contenidos, pero no por eso menos atractivos. Detrás de todo lo que estamos anunciando, hay un tremendo esfuerzo por darle continuidad a nuestros compromisos con el Ministerio de las Culturas; y con la puesta en valor de nuestros músicos.

Lo bueno

A lo largo de los años la OCV se ha vinculado con la Orquesta Filarmónica de Los Ríos, Fundación CIFAN y el Conservatorio de Música UACh. Cuenta también con una agenda permanente de presentaciones educativas en colegios de zonas urbanas y rurales de distintas comunas.

"Siento que la orquesta ha contribuido a profesionalizar el sector. Es un actor extremadamente importante para el desarrollo de audiencias y la educación. Implica también la llegada de nuevos profesionales a la ciudad, con todos los aportes que eso significa. Si bien la prioridad es la OCV, sus integrantes también se vinculan con otras instituciones como CIFAN o el Colegio Bicentenario de Música Juan Sebastián Bach. Hay interés por extender lo que ocurre al interior de la orquesta. Eso es, en cierta medida, aportes colaterales que afectan positivamente en la comunidad creativa de la ciudad y la región", explica el director ejecutivo.

¿Hay brechas que aún no se logran resolver?

- Tenemos temas pendientes. Por ejemplo, aún no hemos tocado en el Teatro Galia de Lanco. Son cosas puntuales y algunas están relacionadas con la velocidad de gestión y obviamente con los recursos. Estamos permanentemente buscando nuevos escenarios. Queremos poner a la OCV en aquellos lugares donde tal vez la gente no se lo esperaría. Aunque en materia de infraestructura siempre será necesario contar con más y mejores espacios, lo que existe hoy en día es suficiente y lo hemos ocupado en su máxima capacidad. Nuestras convocatorias funcionan de buena manera. La gente está comprometida con la música y lo ha demostrado asistiendo de igual forma a escenarios tan distintos como lo pueden ser el Teatro Regional Cervantes y un auditorio en el Campus Miraflores UACh.

¿En qué lugares piensa que la OCV podría sorprender?

- Hay que ir donde está la gente y en ese sentido el barrio Esmeralda en Valdivia tiene mucho potencial. Tenemos que ir a esos lugares donde no nos estén esperando. Me gusta mucho la dinámica de buscar espacios nuevos donde poder instalar un concierto, con el desafío de siempre generar un ambiente de respeto hacia lo que se pondrá en escena. Creemos que otra vinculación muy productiva será trabajar con el área de turismo, lo que empujará la creación de otros espectáculos y así llegar a otros públicos.

¿Vale la pena correr el riesgo de sacar a la orquesta de su ambiente más 'docto' para situarla en espacios donde no se sabe cómo reaccionará la gente?

- Efectivamente vale la pena. Hay públicos ávidos de música clásica y de descubrir nuevas músicas. Nuestra audiencia es multigeneracional. Me llama mucho la atención la diversidad de personas que asisten a nuestros conciertos. Desde que asumí en octubre me ha correspondido sacar adelante los últimos tres programas oficiales de la temporada, donde he visto el compromiso del público. Pese a los avances, siento que faltan más niños en nuestras presentaciones, pero eso, tal vez, está relacionado con el horario de cada concierto que parece un factor menor, pero que estamos viendo que nos podría impactar de manera positiva. Decidimos hacer una encuesta con los espectadores, para ver si nuestros horarios son los más adecuados. El Teatro del Lago en Frutillar también está apostando por lo mismo. Se trata en general de encontrar la estrategia adecuada en beneficio de todos.

Usted dice que uno de sus grandes desafíos para el próximo año será volver a llenar las butacas. ¿Cree que aún persisten los efectos de la pandemia en relación a la presencialidad en los espectáculos?

- Más que una sola razón, hay una suma de factores que inciden en que actualmente no estemos llenando las salas. No pasa por el hecho de que no seamos atractivos como espectáculos. Siento más bien que se trata de un problema comunicacional de fondo. Vamos a darle una vuelta a eso en 2024. Tenemos que ser mucho más proactivos en nuestra manera de comunicar lo que hacemos y de llegar a la gente. Hay que volver a conquistar a los medios de prensa para tener una relación más fluida. Eso es fundamental para atraer a la gente a las presentaciones.

Otra de las medidas que anuncia Antoine Leuridan está relacionada con popularizar a la Orquesta de Cámara de Valdivia. Y para ello es que se está pensando en desarrollar una línea de merchandising exclusiva con productos como calendarios, que ayuden al posicionamiento de la institución como marca del sur.

"Me gusta mucho la dinámica de buscar espacios nuevos donde poder instalar un concierto, con el desafío de siempre generar un ambiente de respeto hacia lo que se pondrá en escena".

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