El mundo académico de las ciencias agrarias de la Universidad Austral informó el fallecimiento del ex docente Alfred Beck Voot, quien se desempeñó en la Uach durante 29 años. Alfred William Beck Voot nació el 24 de febrero de 1931 en Valparaíso y fue hijo de Alex Beck y Alice Voot. Sus estudios básicos y secundarios los realizó en dicha ciudad, como también en La Serena y Santiago. Con posterioridad estudió Agronomía en la Universidad de Chile, mientras que en 1974 accedió al grado de Doctor en Ciencias Agrarias en la Universidad de Goettingen, Alemania. Desde la Universidad Austral señalaron que laboralmente, se desempeñó en el Departamento de Economía Agraria del Ministerio de Agricultura y también en el Instituto de Asistencia Técnica Agroservicio, para posteriormente incorporarse como profesor de la Universidad Austral de Chile en el año 1966, específicamente a la Facultad de Ciencias Agrarias, en donde fue director del Instituto de Economía Agraria. Luego fue decano de la facultad entre 1976 y 1978, año en que fue promovido a la categoría de profesor titular de la casa de estudios valdiviana. Allí fue docente y realizó labores de investigación y de administración académica. Además, en julio de 1978 fue designado profesor senador de la UACh y en diciembre del mismo año ese año fue invitado por la Fundación Alexander von Humboldt, para analizar y recomendar políticas futuras de esta entidad en Bonn, Alemania Federal. También, Alfred Beck Voot fue integrante del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Chile y permaneció como académico de la UACh hasta el año 1995. La actual Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias de la Universidad Austral de Chile expresó su sentimiento de pesar por la partida del profesional Alfred Beck y en ese contexto, la decana Carolina Lizana Campos, recordó que fue "el primer profesor a jornada completa en el área de Economía y Administración Rural. Como comunidad compartimos el pesar de la familia y reiteramos los agradecimientos a su gran labor y contribución a nuestra facultad". A su vez, el director del Instituto de Economía Agraria, Rodrigo Echeverría Pezoa, indicó que su partida significa "una gran pena porque fue una persona muy querida por todos los miembros del instituto, fue director y decano, fue mi profesor también. Era muy buen académico y respetado por el sector silvoagropecuario, así que es una gran pérdida para todos". Los funerales de Alfred William Beck Voot se realizaron el viernes 26 de enero y su cuerpo descansa en el Cementerio Parque Los Laureles de Valdivia.

29 años se desempeñó Alfred Beck como parte de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral. Fue docente, director de instituto y decano.

La primera lectura nos anuncia la venida de un Profeta que hablará de parte de Dios: "Pondré mis palabras en su boca" (Deut 18, 15-20). Eso es ser Profeta: el que habla de parte de Dios, que da a conocer los deseos de Dios a sus contemporáneos y lo hace con autoridad: "A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas", dice el Señor.

En el Evangelio de hoy (Mc 1,21-28), Jesús, el Mesías enviado por Dios, habla con autoridad y no solo con palabras, sino con hechos prodigiosos, ante el asombro de todos. Es la actuación salvadora de Dios: Jesús es el Maestro, el Profeta, el Salvador y Liberador.

Debemos asumir nuestro propio papel de ser profetas, en nuestro tiempo, en nuestro medio, ya que un seguidor de Cristo no se debe conformar con transmitir palabras, sino que también debe comprometerse con obras de salvación y con la liberación integral de las personas. Debemos predicar la Buena Nueva y preocuparnos de la promoción humana, ambas cosas; debe existir un equilibrio entre ambas.

Como profetas de nuestro tiempo, del nuevo siglo que estamos comenzando, debemos anunciar a los cuatro vientos a Jesús, el Señor y su Mensaje de salvación universal y su Buena Nueva; pero también debemos denunciar todo aquello que impide que el Evangelio llegue a nuestros hermanos.

Cristo, en la Eucaristía, como en la sinagoga de Cafarnaúm, nos enriquece con su Palabra, nos ayuda a liberarnos del mal y nos invita a imitarle en ambas direcciones: siendo evangelizadores y a la vez liberadores, como lo es Él. En cada Eucaristía, Cristo nos habla, nos interpela y se nos da. Se nos da como una fuerza para vivir esa Palabra, anunciarla a nuestro mundo y dar testimonio encarnándola en nuestras vidas.

"Debemos asumir nuestro propio papel de ser profetas, en nuestro tiempo, en nuestro medio...".

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A los 103 años de vida, el pasado lunes 22 de enero de 2024 abandonó el mundo terrenal la dama valdiviana María Docmac Leal, nacida el 12 de septiembre de 1920 en Corral. Sus padres fueron Amador Docmac, quien llegó en el año 1912 desde Palestina, y María Leal. En una entrevista concedida a Diario Austral de Los Ríos en 2020, con ocasión de su cumpleaños N° 100, recordaba que su lugar de nacimiento obedeció a "curiosidades de la vida. Mis papás habían ido a ver a mis abuelos paternos por el fin de semana y se me ocurrió llegar al mundo allá" (Corral). Doña María fue una de los siete hijos del matrimonio, quienes además fueron padres de Amador, Nora, Edith, Viola, Milade y Carime. Sus estudios los realizó desde los cinco años de edad en el colegio Inmaculada Concepción, muy cerca del hogar familiar ubicado en calle General Lagos. También, la familia vivió en un edificio de departamentos, en una casona frente al Torreón del Canelo, en la Corvi luego del terremoto de 1960, en la Isla Teja y nuevamente en General Lagos, donde residió hasta el día de su partida. Su padre Amador Docmac se dedicó al comercio, tuvieron un negocio de telas y luego una fábrica de medias. En su vida personal, el 31 de enero de 1943 contrajo matrimonio con Emilio Assef Mahmoud y fueron padres de Emilio, Eduardo, Omar (Q.E.P.D.) Roberto y María Gemita, además de María Cristina (Q.E.P.D.). La descendencia se prolongó a 13 nietos y diez bisnietos. María Docmac Leal se dedicó básicamente a la crianza de sus hijos y también ayudaba en el negocio de su esposo: "La reina de las medias" y después Casa Assef, que se ubicaba en Avenida Picarte N°332. Durante su juventud y adultez, conoció y disfrutó de los teatros antiguos como el Cervantes, el Valdivia y el Alcázar, el Cine Central, las retretas por las tardes en la Plaza de la República, semanas valdivianas, noches venecianas y el desarrollo económico de la ciudad junto a industrias como Immar, Weiss y Rudloff. También vivió el auge del ferrocarril y la hotelería, junto con la llegada de la radio y televisión. En vida fue también una activa colaboradora de la Iglesia Católica a través del centro Amac, que formó el Hogar de Ancianos San José. En la entrevista realizada en el año 2020 señalaba que se encontraba contenta con su vida "y más contenta porque estoy bien acompañada por mi familia. Qué más voy a pedir, si nunca me ha faltado el amor, el alimento, nada. Toda mi vida ha sido un regalo de Dios". María Docmac Leal se marchó para siempre el 22 de enero de 2024 y su cuerpo descansa en el Cementerio Parque Los Laureles de Valdivia.

12 de septiembre de 1920 nació María Docmac Leal, en el puerto de Corral. Se marchó para siempre el 22 de enero de 2024, en Valdivia.