Inversiones con mirada de género
Las decisiones económicas públicas y privadas pueden ayudar a mayor equidad.
Marzo trae la invitación de revisar materias en las cuales avanzar para alcanzar mayor equidad de género. Y un área que requiere especial atención es la económica, pues muchas mujeres viven en condición de pobreza y ese círculo se perpetúa con factores como menor acceso a la educación, más horas de tareas domésticas, trabajos informales, maternidad precoz y exclusiones laborales.
Por ello desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el lema del reciente 8M fue "Invertir en las mujeres, acelerar el progreso", pidiendo a sus países miembros que intencionen presupuestos y planes para equiparar los accesos a mejores condiciones materiales de vida.
En esta dirección apuntan, por ejemplo, las políticas públicas que Chile ha implementado como beneficios para jefas de hogar. Algunos sectores políticos critican estas decisiones porque -dicen- "excluirían a las familias tradicionales"; sin comprender que la meta de esta diferenciación es ayudar a quienes sostienen económicamente sus casas y crían a sus hijos e hijas sin la presencia de los padres; algo que, comprobadamente, implica mayor vulnerabilidad social. Y no son pocas las familias en esta situación. De acuerdo a datos del último Censo, en Chile se han triplicado los hogares monoparentales con jefatura de hogar femenina, en los últimos 25 años y hoy llegan casi al 40% del total. En Los Ríos, de acuerdo al Registro Social de Hogares, prácticamente la mitad las fichas ingresadas indican a una mujer a cargo: 65 mil, entre un total de 131 mil (bcn.cl).
En el ámbito privado, desde ONU Mujeres se ha promovido las Inversiones con Impacto de Género (IIG), que son decisiones corporativas que, según explican, "incorporan deliberadamente la intención de impactar positivamente en la vida de mujeres y niñas". Esto puede traducirse en facilitar el acceso a crédito a emprendedoras, en apoyar a empresas que tengan políticas de equidad, en preferir a generadores de productos que beneficien a las mujeres.
Nada de esto implica ir "en contra de los hombres". Al revés, la idea es equiparar condiciones para que el conjunto de la sociedad mejore. Marzo abre opciones a abordar estos temas; pero la idea es hablarlos siempre.