Escolares y uso de tecnologías
Hay inquietud por la utilización de celulares entre menores de edad. El tema es relevante.
Un estudio realizado por ClaroVTR y Criteria sobre el uso de tecnologías entre jóvenes, niños y niñas, arrojó que el 86% utiliza la Inteligencia Artificial para hacer tareas escolares y el 50% de ellos destina cuatro o más horas diarias al uso de internet en dispositivos móviles; además el 90% cuenta con un celular y más de la mitad reconoce que en sus casas no hay restricciones horarias para estas actividades.
El análisis "Radiografía Digital" fue presentado a principios de abril junto a la ministra de Ciencias y el Centro de Innovación del Ministerio de Educación. Se realizó entre mil escolares de 8 a 17 años de edad y también a mil padres y madres. Estos últimos expusieron su rechazo al uso de celulares en los colegios y el 58% consideró que la inteligencia artificial "es más perjudicial que beneficiosa" para sus hijos e hijas; además el 82% indicó que los menores pasan demasiadas horas conectados a internet; mientras que el 47% de los niños, niñas y jóvenes estimó que sus padres dedican demasiado tiempo a estar en el celular o computador.
Otros antecedentes interesantes de observar es que el 26% de los estudiantes reconoció haber sido víctima de algún tipo de ciberacoso, como ser excluido o ignorado de una red social o de chat; recibir palabras ofensivas o insultos por email o SMS y ser víctima de rumores sobre su persona por internet.
El dato es relevante y se refuerza con datos de la Superintendencia de Educación que muestran un alza de 11% en las denuncias por esta causa. Y llama la atención que el 51% de los casos ocurrió en enseñanza básica y que el 72% afectó a mujeres. Es decir, hay una alerta de violencia de género a considerar.
En Los Ríos se estima que más del 90% de los jóvenes accede a internet todos los días con distintos fines (INJUV) y, por lo mismo, aquí como en todo el país, el tema es importante para reflexionar, pues el uso de tecnologías es parte de la vida cotidiana de la mayoría de las personas; de modo que evitarlas o ignorarlas puede ser un camino equivocado. En cambio, orientar su uso sí podría ayudar y no sólo con fines pedagógicos, sino también cívicos en la formación de la "ciudadanía digital".