La FAO (Food and Agriculture Organization) establece que la seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana.
Bajo ese concepto es que al inicio de nuestra gestión, decidimos construir un programa que nos permitiese avanzar en esta materia, especialmente por las distintas situaciones que vivimos durante la pandemia, así como la guerra entre Rusia y Ucrania, donde la producción de los alimentos se vio amenazada. Esto nos motivó a pensar en una correcta política de sostenibilidad, para que nuestra región tenga la capacidad de producir los alimentos necesarios y de buena calidad.
Esta semana presentamos nuestro Programa "Modelo Agroalimentario para la Soberanía Alimentaria de la Región de Los Ríos", ante el Consejo Asesor Regional (CAR) y el Comité de Agencia de Área (CADA) de INDAP, el cual está integrado en su mayoría por pequeños agricultores y representantes de nuestro pueblo mapuche que también participaron en la construcción de este instrumento. Estamos haciendo una gran apuesta en esta materia, con una inversión de $843 millones, que ejecutaremos en un plazo de cuatro años, a través del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA).
A través de este programa esperamos beneficiar a 264 pequeños agricultores usuarios y no usuarios de INDAP y a 30 asesores técnicos de la región, con el objeto de aumentar la producción local de alimentos; capacitar a asesores y productores que forman parte del modelo, a través de vitrinas tecnológicas de cultivos, praderas y semillas y; poner a disposición de los agricultores del territorio semillas ancestrales para aumentar la oferta varietal y contribuir a la soberanía y seguridad alimentaria.
Queremos fortalecer aquellos cultivos que se han ido perdiendo en la región, como el trigo, las arvejas, los porotos e introducir otros alimentos que son muy nutritivos como la quinoa. Esto no sólo contribuirá a la economía de la pequeña agricultura, sino también permitirá contar con una suerte de abastecimiento propio, dotándonos de soberanía alimentaria ante diversas crisis.
Este modelo agroalimentario que estamos pensando, requerirá del compromiso y voluntad de las instituciones públicas, de los agricultores, sociedad civil y consumidores, para avanzar en el mediano y largo plazo, hacia un modelo más equitativo, sostenible, culturalmente apropiado, que asegure los alimentos para las futuras generaciones de nuestra Región de Los Ríos.