Agencias

Han pasado 201 días desde el inicio de la ofensiva israelí sobre Gaza y el recuento de fallecidos en el enclave palestino indicaba ayer que era al menos 34.200 las personas muertas. Mientras, los ataques continúan y crecen las denuncias de supuestos abusos contra los civiles.

De ellas, 32 personas fallecieron en las 24 horas previas al día 200 de guerra.

"La ocupación israelí cometió 3 masacres contra familias en la Franja de Gaza, causando 32 muertes y 59 heridos en hospitales durante las últimas 24 horas", informó el Ministerio de Salud de Gaza, que detalló un total 77.143 heridos desde el inicio de la guerra el pasado 7 de octubre, cuando terroristas del grupos islamista Hamás mataron a 1.200 personas al cruzar a Israel y secuestraron a 250.

Ayer, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, aseguró que en los más de seis meses de guerra, "las ciudades de Gaza se han destruido más que las alemanas durante la Segunda Guerra Mundial. Imagínense la comparación".

Por lo mismo, ante el Parlamento Europeo, Borrell instó a Israel a "evitar" una ofensiva en la ciudad gazatí de Rafah, "donde hay más de 1,3 millones de personas en las calles sin más protección que un trozo de plástico sobre sus cabezas. Las consecuencias humanitarias serían catastróficas".

También pidió al Gobierno israelí que cumpla su compromiso de permitir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza por el puerto de Ashdod, en el sur de Israel, así como por el cruce de Erez, que accede directamente al norte de la Franja.

Ataques aéreos

Los bombardeos generalizados persistieron hasta el cierre de esta edición a lo largo de toda la Franja, con ataques contra las áreas costeras de Al Zawaida y Deir al Balah, en el centro de la Franja de Gaza, pero también contra la playa del campamento de refugiados de Nuseirat, entre otros lugares.

El Ejército israelí dijo ayer haber atacado con aviones unos "25 objetivos" de Hamás en las últimas 24 horas, incluida infraestructura militar, puestos de observación y de lanzamiento, según detalló un comunicado castrense.

Además, confirmaron haber matado a varios milicianos por "disparos de francotiradores" en el corredor central, creado en esta guerra por Israel y que corta la Franja de norte a sur, y también en el campamento de refugiados de Bureij, donde un avión bombardeó a supuestos combatientes "escondidos junto a un refugio civil", dice el comunicado.

Fosas comunes

Al menos 310 cadáveres ya han sido exhumados de varias fosas comunes en los patios del Hospital Naser, en Jan Yunis, sur de la Franja de Gaza, de donde las tropas israelíes se retiraron a principios de abril tras cuatro meses de combates en esta zona.

"Equipos de ambulancias y defensa civil palestina descubrieron hoy (ayer) tres fosas comunes con 35 cadáveres en el complejo médico Naser", informó la agencia palestina Wafa.

La mayoría de los cuerpos son de niños y mujeres, civiles gazatíes muertos cuando las tropas israelíes tomaron militarmente este centro, y que habrían sido enterrados "de forma colectiva" durante el asedio, según fuentes palestinas.

Conocidos estos antecedentes, la ONU dijo ayer que es necesaria una investigación.

La guerra de Gaza, que ha puesto en evidencia a Estados Unidos como el último bastión proisraelí en el mundo, como se manifestó la pasada semana con su veto en solitario al reconocimiento del Estado palestino, se está trasladadando en las últimas horas a los campus universitarios de todo el país.

Las universidades de Columbia, NYU (en Nueva York), el MIT de Boston, la de Yale en Connecticut o la de Berkeley en California y hasta la de Michigan están protagonizando sonoras protestas propalestinas en las que se pide ante todo un cambio de rumbo en la política de Washington hacia Israel.

Pero los reclamos también tienen una vertiente universitaria, y así piden a sus respectivos centros cortar la colaboración con universidades israelíes.

En la Universidad de Nueva York (NYU) este lunes hubo 130 detenidos tras la intervención de la policía para dispersar a los congregados, una acción prácticamente calcada de la que el jueves anterior tuvo lugar en Columbia.

En cambio, la Universidad de Michigan (el estado con más población árabe de EE.UU.) no ha prohibido las protestas ni siquiera durante las graduaciones, que comienzan el 4 de mayo, pero las confinará en espacios donde no se mezclen con las familias de los graduados.

Decenas de miles de estudiantes, docentes, personal universitario y representantes de la política, sindicatos y la sociedad civil se manifestaron ayer en las calles de toda Argentina en defensa de la educación superior pública y contra las políticas del Gobierno de Javier Milei en este ámbito.

A la manifestación en Buenos Aires asistieron líderes sindicales y políticos opositores al Gobierno, como el gobernador peronista de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; el exministro de Economía y adversario de Milei en las últimas elecciones presidenciales, Sergio Massa; o el presidente del radicalismo, el senador Martín Lousteau.

En la que fue también una jornada de huelga en las universidades públicas de todo el país, los alumnos y el resto de actores de la comunidad universitaria se concentraron en la céntrica Plaza del Congreso y en otros puntos del centro de la ciudad, desde donde iniciaron su camino hasta el final de la movilización.

Además, algunos universitarios pernoctaron en distintas facultades entre lunes y martes.

A los actos de Buenos Aires acudieron representantes de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la más grande del país, y de otros centros educativos de la capital.

Los organizadores de la marcha estimaban hasta 100.000 personas sólo en la Plaza de Mayo, donde se ubica la Casa Rosada, pero la autoridades apuntaron a 150.000 manifestantes, convirtiéndose en la mayor protesta en contra del Ejecutivo de Milei desde que asumió la Presidencia de Argentina.

El juez del juicio penal contra Donald Trump en Nueva York pospuso el posible castigo para el expresidente de EE.UU. por supuesta violación a la 'orden mordaza' que limita sus comentarios públicos sobre varias figuras clave del caso. La Fiscalía solicitó una multa de mil dólares por cada una de las diez publicaciones -difundidas en la red Truth Social y en su web de campaña- que considera que infringen la orden. Ayer además se expuso que un director de un medio compró dos polémicas historias sobre el exmandatario en 2016 para no publicarlas y ayudar en su campaña.