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Joaquín Holzapfel Anwandter: Ex intendente y gobernador de Valdivia

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El reciente el 10 de mayo se cumplieron 16 años del fallecimiento del recordado hombre público valdiviano Humberto Joaquín Holzapfel Anwandter. Nacido el 16 de septiembre de 1922 en Valdivia, fue hijo del matrimonio formado por el médico Clemente Holzapfel Deppe y Berta Valerie Anwandter Echenique. Cumplió con su enseñanza primaria en el Instituto Alemán Carlos Anwandter y las humanidades en el Liceo de Hombres de Valdivia, para concluirlos en el Instituto Nacional, en Santiago. Con posterioridad estudió y se tituló de ingeniero agrónomo en la Universidad de Chile, en el año 1945. Casado con Cecilia Ossa Silva, fueron padres de cinco hijos: Maritza, Joaquín, Cristóbal, Consuelo y Clemente; abuelos de 16 nietos y bisabuelos de ocho bisnietos. En el aspecto laboral, como profesional del agro y propietario de un fundo ubicado en el sector de Molco, fue parte del aparato administrativo de la antigua planta lechera de Cayumapu y después del terremoto de 1960 integró el directorio de la industria. También, entre 1968 y 1986 participó en el directorio de la Universidad Austral de Chile y entre los años 1994 y 1996 desempeñó la presidencia de la Empresa de Servicios Sanitarios de Los Lagos (Essal). En el ámbito político, Joaquín Holzapfel Anwandter fue militante del Partido Demócrata Cristiano y en 1964 el Presidente de la República, Eduardo Frei Montalva, lo nombró intendente de la provincia de Valdivia, con la misión de continuar las obras de reconstrucción de la provincia tras el gran terremoto de 1960. Luego, en 1971 fue elegido regidor de la comuna de Valdivia, cargo que desempeñó hasta el quiebre democrático del año 1973. Durante los años de dictadura militar, participó activamente en la formación y funcionamiento de la Alianza Democrática y cuando se produjo el regreso a la democracia, durante la presidencia de Patricio Aylwin fue nombrado gobernador provincial de Valdivia. Fue así como durante su administración le correspondió recibir la visita de los reyes de España: el Rey Juan Carlos y la Reina Sofía. Joaquín Holzapfel Anwandter también incursionó en el mundo de la literatura y fue autor de dos libros de carácter testimonial: "Calle-Calle" y "Haciendo Surcos", este último una especie de autobiografía a través de 23 relatos. Dejó de existir el 10 de mayo de 2008.

10 de mayo de 2008 se produjo el fallecimiento de Joaquín Holzapfel Anwanedter, quien fue intendente y gobernador de la provincia de Valdivia.

Juan Carlos Silva Aguillón: Adiós a un profesional valdiviano

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Cuando recién había cumplido los 50 años de edad, el pasado 3 de mayo de 2024 abandonó el mundo terrenal el profesional valdiviano Juan Carlos Silva Aguillón, quien se encontraba radicado en Santiago. Juan Carlos Silva Aguillón nació en Valdivia el 14 de febrero de 1974 y sus padres fueron Juan Carlos Silva Aguilar y Juana Luisa Aguillón Curguán. Cursó sus estudios de enseñanza básica en la antigua Escuela N° 3 de calle Bueras, en Valdivia, para posteriormente cumplir con su enseñanza media en el Instituto Salesiano. El paso siguiente en su formación académica y profesional fue su incorporación a la carrera de Ingeniería Comercial en la Universidad Austral, de la cual egresó en 1996. Con posterioridad trabajó en labores comerciales y después se radicó durante un tiempo en Talca y desde hace poco más de 20 años residía en Santiago. Paralelamente se desempeñó como agente de ventas de seguros y al momento de su deceso en la capital, era funcionario de un instituto profesional especializado en cursos preuniversitarios. También, mientras vivió en Valdivia defendió futbolísticamente los colores de los clubes Atlético Estudiantes y Unión Teniente Merino. Y paralelamente, siguiendo los pasos de su padre se incorporó al Comité de Árbitros de Fútbol de Valdivia (Cafval) y ejerció dicha labor en el ámbito local, luego en Talca y también en Santiago, siempre a nivel amateur y en ligas privadas. En su vida personal, fue padre de dos hijos: Javier Eduardo, actualmente de 22 años y Fernando Andrés, de 21. Su padre, Juan Carlos Silva Aguilar, lo recuerda como "una persona responsable, un buen hijo, que me apoyó siempre y tenía una personalidad tranquila. Pese a haberse ido de Valdivia, siempre se mantuvo en contacto con sus ex compañeros estudiantes del Instituto Salesiano y de la carrera de Ingeniería Comercial. Sus vecinos de la población San Luis, que lo conocieron desde niño, lo recuerdan por su corrección y caballerosidad, como un joven honesto, responsable y respetuoso de todos. Eso me lo hicieron saber durante su velatorio y los funerales". Juan Carlos Silva Aguillón falleció víctima de un infarto cardiaco el 3 de mayo, en Santiago. Hoy y cumpliendo un deseo expresado en vida, su cuerpo descansa en el Cementerio Municipal N° 1 de Valdivia, junto al de su madre Juana Luisa Aguillón Curguán, fallecida el 26 de septiembre de 1993.

3 de mayo de 2024 abandonó el mundo terrenal Juan Carlos Silva Aguillón, profesional que se encontraba radicado en Santiago.

Pentescostés

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Este domingo celebramos con gran alegría la solemnidad de Pentecostés (50 días después de la Pascua del Señor), la venida del Espíritu Santo sobre los discípulos, es decir, sobre la Iglesia. Se nos presenta para nuestra reflexión el texto de Juan, de la aparición de Jesús en medio de los suyos.

Es un texto lleno de signos, que nos hacen pensar en la vivencia cristiana de cada uno de nosotros y de la Iglesia toda. Pentecostés es la fiesta de la Iglesia, del nacimiento de la Iglesia, el grupo de seguidores de Jesús reciben el Espíritu Santo y movidos por él, son enviados a proclamar la buena noticia del evangelio de Jesús Resucitado.

Un primer elemento que nos puede ayudar en la reflexión es el comienzo del texto, que nos da cuenta de cómo están los discípulos: con las puertas cerradas, por temor. Nos debe hacer pensar en las muchas veces en que como Iglesia, cerramos nuestras puertas y nuestros corazones por temor, temor al mundo, temor a hacer el bien. También cada uno de nosotros podemos cerrar nuestras vidas a los demás y a la acción del Espíritu en nosotros. Pero el cambio, la renovación no viene de nosotros, es Jesús quien traspasa nuestras barreras y abre nuestros corazones estrechos. Él es quien agranda nuestro corazón para que podamos recibir el Espíritu Santo y nos sale al encuentro, así como lo hizo con los discípulos.

Esto cambia el rumbo y el comportamiento de ellos. Dice el texto que los discípulos se llenaron de alegría, cuando vieron al Señor. El encuentro con Jesús Resucitado plenifica la vida de cualquier persona. Por eso, la alegría es un signo característico del cristiano, pero es una alegría interior, que viene de la convicción de algo que no le será arrebatado: la fe, la esperanza y el amor.

El Señor sopla sobre sus discípulos para darles el Espíritu Santo. Es a través de Jesús que la comunidad eclesial recibe la fuerza del Espíritu, que es a su vez autoridad para perdonar o retener los pecados, que Jesús entrega a su Iglesia. No perdamos la confianza en la acción del Espíritu Santo en la Iglesia, más allá de los pecados e impurezas que existen en ella como institución humana, debemos tener fe de que la Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, que está guiada por el Espíritu que sopla y sigue soplando para purificarla y liberarla, renovándola desde lo profundo, de manera que podamos convertinos cada día más al Evangelio.