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reguladores de caudales en ciertas ocasiones. Hemos avanzado bastante, pero tenemos mucho trabajo por delante porque la infraestructura es esencial para un país con una geografía como la nuestra.

-¿Echó de menos que no estuviera el presidente Boric aquí durante la emergencia?

-El presidente ha estado conectado permanentemente, y la vicepresidenta también (Carolina Tohá). Hemos estado en contacto permanente con ella. Ella está liderando el equipo en este minuto. Hay equipos distribuidos en las distintas regiones para ayudar a la coordinación y a la toma de decisiones, así que yo creo que la cosa ha funcionado bien en términos de institucionalidad. Me refiero a Senapred (Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres) la operación de los Cogrid (Comités para la Gestión del Riesgo de Desastres), la llegada para apoyar a las personas, y las decisiones que se han tomado en términos de interrupciones de ruta, ya sea de forma preventiva o de forma obligada. Mire, los primeros días lo más importante es cuidar que las personas estén a salvo. Las alertas se han dado oportunamente, incluyendo las alertas de evacuación. Pero bueno, frente a estos eventos, como dijo el Presidente, el clima no lo podemos controlar. Estos eventos no los podemos controlar, y lo que tenemos que hacer es prepararnos cada vez más.

-Últimamente se habla mucho de las ciudades resilientes. En términos de los servicios básicos, ¿han avanzado las empresas para que no ocurran cortes durante eventos como el de esta semana, por ejemplo?

-Sí, hemos avanzado mucho, pero tenemos que seguir avanzando. Es necesario tener, por ejemplo, en servicios sanitarios, infraestructura que permita sostener los servicios en situaciones de emergencia. En la Región Metropolitana hemos avanzado mucho con el desarrollo de los estanques de Pirque, que permiten una autonomía de cerca de 40 horas en caso de que el evento climático impida la producción de agua potable desde su fuente natural, el río Maipo. Necesitamos seguir haciendo inversiones, adaptadas a cada cuenca y región.

El tema del agua es crucial. Además, enfrentamos una crisis hídrica, por lo que necesitamos hacer inversiones para aumentar las fuentes de agua, como la desalinización y el mejor uso del agua que tenemos, incluyendo más tratamiento de aguas servidas y su reúso, así como una mejor gestión del agua y más eficiencia en los procesos productivos para poder reducir lo que denominamos la huella hídrica. Recordemos que tenemos esta sequía de 14 años, que ya no es reversible. Estos episodios nos ayudan, pero la situación de sequía se va a mantener.

-¿Cómo ha sido su relación con el mundo privado? ¿Ha tenido que interpelarlos? Así como, por ejemplo, cuando el presidente Boric llamó a los bancos a no ser "coñetes" o cuando la ministra Jeannette Jara los llamó a pagar mejores sueldos.

-En privado nos interpelamos bastante (ríe). Tenemos una relación bastante fluida con la Cámara Chilena de la Construcción y con las sociedades concesionarias. Creo que aprecian el esfuerzo que el ministerio está haciendo para avanzar y destrabar los proyectos que hay y licitar nuevos proyectos, no solo por un tema de la actividad de la construcción, sino porque nuestro país necesita mucha más infraestructura todavía. Nos interpelamos en privado y, a veces, más en público, porque pienso que reconocen poco el trabajo que estamos haciendo. Pero bueno, es parte del juego económico y político, creo.

-En términos de cifras de inversión privada para infraestructura, la Cámara Chilena de la Construcción proyectó una caída de 1,3% más este año. ¿Su ministerio comparte esa proyección o tiene otras cifras?

-No, no tenemos otras cifras. Tenemos un plan de trabajo con una cartera de 2.500 proyectos en ejecución. Adicionalmente, la cartera de concesiones incluye otros importantes proyectos, algunos de los cuales estamos construyendo ahora tras haber sido licitados hace algunos años, y otros que estamos licitando este año y el próximo. Vamos a licitar proyectos por más de 12 mil millones de dólares, lo cual contribuirá a mejorar la infraestructura del país y eso trae por supuesto un impacto a la actividad de la construcción. Todas estas obras se realizan a través de contratistas privados, lo que tiene un impacto directo en la actividad económica. Vamos a sostener este ritmo, porque entendemos que es muy importante.

-¿Comparte que aún hay proyectos estancados en el país que podrían actualizarse? Lo pregunto porque este año lanzaron un plan para que los contratistas pudieran actualizar los contratos. ¿Cómo ha funcionado todo esto?

-Hemos logrado reducir el número de obras abandonadas, tuvimos una cifra peak durante la pandemia. Durante la pandemia y la crisis económica, tuvimos desequilibrios de precios y llegamos a tener más de 170 obras abandonadas. Hemos recuperado ya más del 70%: retomadas, vueltas a licitar, algunas ya están en obra, otras están en proceso. Vamos a seguir en ese camino, además de implementar medidas para hacer más fluida la relación del ministerio con las empresas contratistas.

Ahí hay dos temas importantes: primero, cómo permitir que las obras se desarrollen más fluidamente, y segundo, la parte financiera, es decir, cómo el ministerio paga por esas obras. Estamos viendo cómo ejecutar estos presupuestos de forma más ágil porque entendemos que las empresas tienen una situación financiera que sostener junto con las obras que ejecutan. Necesitamos mejorar nuestra gestión, ya que la banca ha estado bastante reticente, con criterios de riesgo más elevados, lo que ha dificultado un poco el desarrollo de la industria.

-¿Cuáles son los desafíos de su cartera para lo que queda de este año y lo que queda de gobierno?

-Nuestros desafíos tienen que ver con ejecutar apropiadamente nuestra cartera de proyectos. Esto va más allá del presupuesto anual, que, por cierto, tenemos que ejecutarlo. Como yo le decía, tenemos una cartera de más de 2.200 proyectos en distintos ámbitos. El ministerio, usted sabe, tiene proyectos en vialidad, caminos, puentes, todo lo que tiene que ver con el borde costero, caletas pesqueras, embalses, sistemas de riego y sistemas de recolección de aguas lluvia. Los aeropuertos también están en el ámbito de nuestro ministerio. Entonces, tenemos un conjunto muy importante de proyectos que necesitamos mantener a buen ritmo y, ojalá, acelerar su ritmo de ejecución.

Todas las obras concesionadas que le mencionaba también. Hemos asumido un conjunto de compromisos respecto a licitar proyectos. Es una actividad importante y tenemos un compromiso grande de licitar 24 proyectos por más de 12.000 millones de dólares en lo que resta del periodo de gobierno.

Canal de chacao

¿Cuándo se va a entregar el puente de Chacao?

-Todavía no tenemos una fecha específica. Estamos estudiando la reprogramación definitiva que nos va a proponer la sociedad constructora. Es un puente que ha sufrido varias revisiones durante su ejecución. Ya tenemos un 50% avanzado. Queda una etapa delicada que es la instalación. Bueno, terminaron las tres torres que afirman todo el puente. Además, tuvimos una pandemia entre medio y terremotos que obligaron al rediseño, lo cual ha sido un desafío de ingeniería bastante grande. Esperamos, en los próximos meses, tener la claridad de la nueva programación definitiva para poder anunciar una fecha de término del puente Chacao.

Socavones

-En Reñaca y Concón, con el tema de los socavones, ¿qué mirada tienen a largo plazo?, porque se están produciendo nuevos eventos de ese tipo.

-Nos pidió Senapred coordinar una mesa interministerial, para dar una mirada de más largo plazo. Ahí tenemos una conversación de fondo que tiene que ver con cómo afrontamos a futuro todas esas obras, esa cantidad enorme de edificios que se construyeron sobre un campo dunar. La calidad de la ingeniería chilena está fuera de discusión, pero el campo arenero es más vulnerable y lo hemos estado viendo.

"Entendemos que las empresas tienen una situación financiera que sostener junto con las obras que ejecutan. Necesitamos mejorar nuestra gestión, ya que la banca ha estado bastante reticente, con criterios de riesgo más elevados, lo que ha dificultado un poco el desarrollo de la industria".

"Hemos asumido un conjunto de compromisos respecto a licitar proyectos. Es una actividad importante y tenemos un compromiso grande de licitar 24 proyectos por más de 12.000 millones de dólares en lo que resta del periodo de gobierno".

Columna

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Kafka, un provinciano hambriento

Un siglo sin Kafka son cien años de un escritor que hizo de la escritura una experiencia arcaica y, por eso, más auténtica.

Kafka se entregó a una imaginación de mundos reales a la vez que inverosímiles. No mágicos ni fantásticos, tampoco falsificados. Transitaron por sus cuentos, relatos y novelas los tipos humanos de su tiempo, los distintos oficios, aparecieron los claustrofóbicos espacios familiares y los grandes en los que ha quedado atrapado el individuo intentando cruzar las puertas que le han sido reservadas, sin éxito.

Su lectura del escritor alemán Heinrich von Kleist, muerto, a su vez, cien años antes que él, orientó buena parte de su literatura. La novela corta "Michael Kohlhaas" de Kleist, es la historia de un criador de caballos víctima de un vulgar señor feudal local. La trama, basada en un caso real del siglo XVI, sigue con los intentos del criador para que el señor le restituya en su calidad original los dos caballos que le dejó en prenda, convertidos en jamelgos a causa de los duros trabajos del campo. Como el caballero tiene contactos a alto nivel, las demandas del criador quedan sin resolver. Escandalizado ante la desfachatez de los corruptos tribunales, el criador decide tomarse la justicia por su mano. Quema el castillo del señor infractor y lo persigue de ciudad en ciudad, y las reduce a cenizas cuando sus habitantes no logran entregárselo. A instancias de Martín Lutero, el criador depone las armas y se acuerda un juicio justo. En aquel, el caballero es condenado a restituir los caballos en su estado original mientras que su fustigador, a muerte. En el patíbulo, lee ante el pueblo la profecía sobre el principado de Sajonia que una gitana había escrito en un papel, y a continuación se lo introduce en la boca y se lo traga.

Kafka leyó esta novela ante los asistentes al centro cultural Toynbee, en Praga, sin recibir mayor atención. En cierto sentido, dos de sus novelas más importantes, "El proceso" y "El castillo", establecen un diálogo intenso, secreto, y a veces no tanto, con la novela de Kleist. El gran punto podría resumirse en lo siguiente: ¿Qué pide quien busca justicia? No está dispuesto a salidas alternativas, a consolarse con falsas puertas. Quiere la única que le sirve y que, sin embargo, casi siempre, se le niega. La justicia absoluta no está disponible.

De manera similar se comporta el personaje del cuento "El artista del hambre", fenómeno, atracción de circo cuyo espectáculo es no comer nada. El público lo mira expectante, hasta que después de mucho tiempo se aburre de él y se entretiene ahora admirando a una pantera.

Consultado acerca de por qué no comía, el artista responde que nada de lo que se le ofreció le apetecía. Porque para el genuino hambriento no cualquier cosa sirve de alimento. Así también el de la justicia.

Los personajes de Kafka heredaron la visión de los provincianos ante las monumentales puertas de las ciudades capitales y sus justicias a medias. El mismo Kafka fue el súbdito marginal de un imperio, el Austro-Húngaro, que se disolvió, esfumándose del mapa europeo. Kafka, sin embargo, permaneció.

Los personajes de Kafka heredaron la visión de los provincianos ante las monumentales puertas de las ciudades capitales y sus justicias a medias.