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Una prioridad para el país

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Estamos próximos a finalizar la discusión de la Ley de Presupuesto para el 2025, un proceso que debería representar mucho más que una simple continuidad de años anteriores.

Hoy, más que nunca, es fundamental asegurar que los recursos públicos lleguen a quienes más lo necesitan y se utilicen de manera eficiente. Para ello, es esencial adoptar metodologías como el Presupuesto Base Cero, que ofrece una visión más racional, transparente y orientada a resultados.

A diferencia del modelo tradicional, donde las variaciones presupuestarias son mínimas y suelen perpetuar gastos innecesarios, el PBC parte de cero, obligando a justificar cada peso asignado.

En Chile, una versión ajustada de este enfoque fue utilizada en 2021, permitiendo identificar un espacio fiscal equivalente al 10% de los recursos asignados, que pudo destinarse a nuevas iniciativas. Este enfoque demuestra que una mejor planificación no solo racionaliza los gastos, sino que también genera oportunidades para financiar prioridades urgentes.

Sin embargo, el presupuesto 2025 el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, por ejemplo, plantea dudas. Aunque crece solo un 0,5%, se observa un aumento preocupante del 41,9% en el servicio de la deuda.

Además, se eliminan programas clave como el Ingreso Mínimo Garantizado y el subsidio al pago electrónico de prestaciones, sin un análisis claro de sus impactos. Esto refuerza la necesidad de que las autoridades justifiquen cada gasto y evalúen el impacto de cada programa.

Un presupuesto eficiente no puede ser una mera continuidad, sino una herramienta dinámica que priorice lo realmente importante.

La adopción de metodologías como el PBC debe ser un compromiso del Estado para garantizar que los recursos lleguen donde más se necesitan y con la mayor transparencia.

El país merece que sus finanzas públicas estén a la altura de sus desafíos.

Bernardo

Berger Fett

Diputado

por Los Ríos

El Cabro, el Gallo y el Viejo...

Francisco Catalán , Corporación Educacional Aurora Austral
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La Esfinge preguntó a Edipo por aquel animal que, de mañana, caminaba en cuatro patas; al mediodía, en dos; y al atardecer, en tres. Y con humana astucia, el incestuoso héroe respondió: el hombre.

Pese a la escasa exigencia de la Esfinge, la raza chilena, esa especie humana que vive en los recovecos de la Tierra, esperó casi dos milenios para ahondar más en esa definición edípica, con relación a ese salvaje animal.

Llegaron tres nombres, tres fases, tres seres: el Cabro, el Gallo y el Viejo.

El Cabro es el momento en que el animal camina en cuatro patas y termina cuando se logra sacar las manos del bolsillo. Comienza a los 0 y termina a los 29. Son pataletas, pelotas y llantos.

Es ese ser vivo que se levanta completo en la mañana y que, sin importar color o tamaño, es el chicuelito este que anda por ahí.

El Gallo es el período de mayor importancia en la vida social, cultural, política, sexual, filosófica, emocional y todo el resto de las cosas terminadas en "al".

Es aquí cuando el hombre es escuchado, oído, analizado, estudiado. Aquí es cuando, hagan lo que hagan, los diplomas y aplausos no paran de llegar. Es el periodo entre los 30 y los 49.

Es cuando el hombrecito, con su acelguita al bolsillo, es dueño y señor del mundo.

El Viejo es el proceso entre los 50 y el infinito. El momento decisivo para ser recordado en la eternidad. La época de las autofelicitaciones, de la indulgencia y del levantarse por partes en la mañana.

Es el ciclo de arrepentimiento, de temor y de éxito.

Este animal logra, trabaja, se intenta tapar la pelá y deja salir los pelos desde los más recónditos orificios de la cabeza. Es la señora copuchenta enmascarada, el sabueso cansado, el viejito nanai de la plazoleta.Títulos entendibles simplemente en una raya de barro y arena. Palabras que, como hechizos, causan benditas maldades.

Y llegará el día en que otra Esfinge le preguntará a otro Edipo por otro animal. Pero, por ahora, nos conformaremos con el animal Chico, el animal Gallo y el animal Viejo.

Correo

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Una mujer talentosa

Me permito compartir con los lectores de este divulgado matutino, que en el contexto del cambio de Directiva, del exitoso y ampliamente considerado Comité Runca-Linguento,APR( 17/11/24),descubrimos a una talentosa mujer runquina, recitadora y profesora, señora Jéssica Opazo Pérez, quien tuvo una magistral actuación declamando dos hermosos poemas: "Romance de la Niña criolla", del olvidado profesor y escritor chileno Víctor Calderón.

En esos versos una alegre niña relata: "Soy la niña de piel morena, tostada por muchos soles, buena amiga del copihue, del trigo y la guitarra".

También declamó "El primer jornal", del poeta y dramaturgo, Antonio Casero y Barranco, auténtico castizo español, donde relata la historia de un humilde chaval que obtiene trabajando, sus primeros realillos, que entrega a su pobre madre.

La señora Jéssica, al declamar los dos típicos costumbristas poemas, lo hizo como una profesional de las tablas. Estando lejos de ser crítico del arte de la declamación, puedo decir, que nuestra recitadora cantó los poemas desde su corazón, expresando y gesticulando sus brazos de acuerdo al contenido de las letras.

Dominó con pasión, prestancia y belleza el escenario; caracterizó las alegrías, orgullos, esperanzas, sueños y tristezas de sus personajes, con claridad y excelente expresión y vocalización. En fin, en un rincón del campesino poblado de Runca, descubrimos a una mujer que recita desde su alma, brindándonos gracia y fragancia campesina.

Luis Omar Sepúlveda Navarro doncoyosepulveda@gmail.com


Violencia y mujeres mayores

El 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, es una jornada clave para reflexionar y actuar frente a las diversas formas de violencia que afectan a las mujeres. Sin embargo, aún persisten vacíos significativos en esta lucha, como la invisibilidad que enfrentan ciertos grupos, entre ellos las mujeres mayores.

La violencia hacia las mujeres mayores adopta múltiples formas: abandono, negligencia, maltrato psicológico, físico y económico. Muchas de estas agresiones se esconden tras dinámicas familiares normalizadas, prejuicios sociales y estereotipos de género profundamente arraigados. Además, ellas enfrentan una combinación devastadora de viejismo machista y discriminación por género, una intersección que las desvaloriza y las deja especialmente vulnerables.

El viejismo machista se manifiesta en la deshumanización de las mujeres mayores, percibiéndolas como figuras asexuadas, dependientes o irrelevantes. Esta visión no solo les niega derechos fundamentales, sino que también las excluye de los discursos sobre violencia de género. A esto se suma la cronificación de la violencia que muchas han soportado a lo largo de su vida. Creencias religiosas y culturales, reforzadas por la ignorancia, han legitimado prácticas de sumisión, culpa y aguante en nombre de valores familiares tradicionales, perpetuando ciclos de abuso. Las cifras y testimonios revelan que las mujeres mayores suelen normalizar las conductas violentas que han vivido durante décadas. Cuando intentan romper el silencio, enfrentan barreras significativas: dependencia económica, aislamiento social y falta de acceso a redes de apoyo o recursos legales.

Si realmente buscamos erradicar la violencia contra las mujeres, debemos incluir explícitamente a las mayores en el diseño de estrategias de prevención y reparación.

Agnieszka Bozanic Leal Docente Psicología UNAB Pdta.Fundación GeroActivismo


Situación de profesor

Tengo 53 años de edad, soy profesor de Educación Básica con mención en Matemática y quisiera dar a conocer una situación que me ha afectado profundamente.

En 2023 trabajé en la Escuela Rural de Antilhue, desde el 16 de abril hasta el 31 de diciembre, con 37 horas, sin embargo, no me pagaron vacaciones de invierno, ni vacaciones de verano (fuimos varios profesores afectados de esta forma).

El presente año sigo trabajando en la misma comuna, en la Escuela Nueva Collilelfu, comencé a trabajar la segunda semana de marzo, pero me comenzaron a pagar desde la tercera semana, es decir, trabajé una semana sin remuneración.

Nuevamente no me cancelaron vacaciones de invierno y ya me comunicaron que tengo trabajo hasta el 30 de noviembre solamente, el motivo de no llegar hasta diciembre es que al adelantar las vacaciones de invierno, en diciembre cumpliría 6 meses seguidos trabajando y tendrían que pagarme enero y febrero.

En estos momentos estoy pasando por una etapa muy delicada. Esta situación, que siento y he vivido como un trato humillante y de menoscabo hacia mi rol de docente, jefe de hogar de una familia monoparental, me deja sin el sustento que me corresponde por mi trabajo, por 44 horas semanales que he realizado con un desempeño óptimo durante el presente año.

Escribo esta carta para dejar constancia pública del trato que el DAEM de Los Lagos nos da a algunos profesores.

Christian Martínez González Profesor