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la alianza con Cruz Roja, cuyos voluntarios son a todo terreno y cada vez que los necesitamos están disponibles para el sector de discapacidad.
Bueno, hay muchas cosas que, en el fondo podría mencionar, como por ejemplo el Parque Saval, donde contamos con juegos inclusivos. Las poblaciones también están ya sumándose a esto con nosotros; saben la necesidad que hay. Solo que aquí las barreras arquitectónicas todavía faltan por eliminar, pero son la nada misma.
¿Ha habido cambios en la mentalidad de las personas en relación a cómo se ve la situación de discapacidad hoy en día?
-Las personas en situación de discapacidad todas tienen su autonomía, pero siempre vamos a necesitar un poquito más de apoyo. Esto, lo digo por las personas que están quedando en situación de discapacidad; no por el discapacitado que nació. La persona que nació con discapacidad no tiene tantas barreras como el que ha quedado por una enfermedad o accidente, ya que se ven forzados a salir del mundo en el que habían vivido y ahora se encuentran inmersos, en lo que se podría decir, es una nueva realidad.
En ese sentido ¿Cómo considera que se puede avanzar en términos de inclusión?
-Es bien complejo en el fondo. ¿Cómo avanzar si los mismos políticos no nos pueden ayudar en la Cámara? Si los políticos que tenemos en nuestra región son excelentes personas, saben nuestro vivir, saben cómo está nuestro territorio, entonces empecemos por casa. Es la deuda que yo creo que tienen todavía. Una deuda que se tiene que cumplir a largo, corto o mediano plazo. Pero estamos tantos años luchando, que esto ya debería ser "un corto plazo". Y si no, interpongamos sanciones. Por ejemplo, si tenemos una mala atención en el hospital, hagamos sanciones. Creo en ese sentido que la sanción es lo mejor que podría resultar. Ya ha sido mucho, necesitamos cosas, por ejemplo aquí mismo en Valdivia un hospital nuevo, porque el hospital que tenemos está colapsado. También un puente porque no queremos tampoco tener grandes tacos, o accidentes que también lleven a personas a una discapacidad.
¿Cómo cree que se puede solucionar estos problemas en pro de la inclusión?
-Es que si no hay compromiso no va a haber interés. El compromiso primeramente empieza con las decisiones políticas. Somos un número significativo y eso también genera movimiento y votos. Forja diversas cosas en las que, en el fondo, nuestros parlamentarios pueden ayudarnos. La discapacidad es una sola y vale para todos, no el color político, porque este te puede dividir. Justamente, siento que estamos divididos, y estando divididos aquí no avanzamos.
Seamos más conscientes, no solamente porque las personas en situación de discapacidad lo requieren, sino porque todos los sectores requieren esto, este apoyo.
Las boccias
Recientemente se ha impulsado la práctica deportiva de boccias adaptadas en Valdivia. ¿Cómo surgió esta iniciativa y cuál es el objetivo principal de esta propuesta?
-Nosotros empezamos con un encuentro de Consejos Comunales en el 2014, en Mulchén. Yo en ese tiempo era secretaria del Consejo Comunal, y nuestra presidenta era Mónica Reyes. Y bueno, había tantas autoridades en ese encuentro que me llamó la atención una persona entre ellas, el señor Enzo Castro, quien era concejal y le pregunté qué estaba haciendo en su comuna. Él me dijo que estaban practicando boccias adaptadas, un deporte que me pareció muy novedoso.
Pasaron varios años, y en 2019 le dije a este señor: "¿Qué tal si usted viene a mi comuna y nos enseña esta práctica?". Me respondió: "¡Fantástico! Yo hablo acá con la municipalidad, soy monitor, soy federado y está a mi disposición ayudarte".
Así, después de varias gestiones y diversas colaboraciones, vino a Valdivia y realizamos la primera clínica de boccias en la ciudad. Se trabajó durante tres días en el gimnasio de Gil de Castro. Contamos con el apoyo y la participación de los kinesiólogos de los Centros Comunitarios de Rehabilitación (CCR) y sus usuarios. Así fue como llegaron los CCR de Angachilla, Jorge Sabat, Las Ánimas y Niebla. Allí se jugó, y las personas se encantaron con este deporte.
Meses después, por medio de un proyecto de subvención municipal, compramos las boccias, porque son muy caras y tienen diferentes texturas. Armamos equipos, pero como no teníamos recursos, empezamos a identificarlos de distintas maneras. El Club El Laurel nos pasó unas camisetas, y otra socia, la señora Patricia Alarcón, nos facilitó unos petos verdes.
Así comenzamos a jugar, dándole forma y cuerpo a esta iniciativa, conquistando a más gente, y ahora ya contamos con 12 equipos.
¿Cómo evalúa usted que ha sido la respuesta de la comunidad a la práctica de este deporte?
-Ha sido una experiencia sanadora porque ahora ellos saben qué días deben practicar y ensayar. Cuando llegan los campeonatos, la emoción se siente en la cancha: están en su metro cuadrado, listos para lanzar y acercarse al bochín blanco.
Durante los torneos, hay momentos de absoluto silencio, donde solo se escucha un susurro. Todos buscan la claridad necesaria para convertirse en campeones. Y cuando llegan las premiaciones, el ambiente se llena de gritos y emoción. Señoras, caballeros, todos celebran la alegría de un triunfo. Aquí nadie se queda atrás; este deporte ha sido realmente valioso para muchas personas.
Desde 2022 contamos con un club deportivo de boccias con personalidad jurídica, liderado por don Guillermo Manríquez, una persona ciega que ha asumido la presidencia. Su club tiene ya dos equipos que han participado en distintos torneos. El año antepasado viajaron a Quirihue a competir y, además de jugar, aprendimos mucho, porque esa ciudad es considerada la cuna de este deporte.
Pero más allá de las boccias, hay otras disciplinas que también han crecido. Está el deporte individual que practican los chicos de "Ciegos del Sur", el básquetbol adaptado y los "Soccer Down".
Estos últimos han retomado sus entrenamientos tras haber ganado un campeonato en el norte.
¿Cómo cree que otras instituciones y la misma comunidad de la región puede apoyar a este tipo de iniciativas deportivas inclusivas?
-Siendo observadores primeramente, apoyando también a sus personas en situación de discapacidad. Por otro lado, que no nos maltraten los espacios que ya están diseñados para nosotros, que también los traten con amor. Eso es lo que más pedimos: después de haber logrado un avance, que no lo deterioren.
Lamentablemente, esto sucede con frecuencia. Por ejemplo, antes teníamos la Plaza Smart, aquí en calle Pérez Rosales, donde podíamos cargar las sillas de ruedas (eléctricas) , pero hoy está destruida.
Y para poder recuperar estos espacios, es necesario volver a gestionar con la Universidad Austral, Telefónica del Sur, la Municipalidad y Saesa, para que puedan restaurarla. Porque ahora, hemos avanzado, las calles del centro están mejorando poco a poco y por lo mismo, la necesidad se vuelve aún más evidente. Actualmente, las sillas de ruedas deben cargarse dentro de las bombas de bencina, lo que representa un riesgo, ya que implica manipular corriente en un lugar inadecuado.
Además, no podemos quedarnos encerrados. Imagínate en verano: si muchos logramos salir, pero no alcanzamos a regresar a casa por falta de batería, ¿qué hacemos? No podemos quedarnos tan limitados; debemos disfrutar. Y no solo se trata de nuestro bienestar, sino también de la imagen que proyectamos. Los turistas son los primeros en notar estos problemas y en hacer observaciones.
¿Qué mensaje le daría a las personas en situación de discapacidad que buscan espacios de integración y desarrollo?
-Que se atrevan a salir, sabiendo que nosotros, como Consejo Comunal, estamos trabajando con confianza para cada uno de ellos. Si encuentran alguna anomalía, que nos contacten, está disponible la información en nuestro Fan Page, mi celular y nuestro correo. Que nos escriban y soliciten ayuda; para eso estamos, para poder cumplir con las necesidades que ellos requieran.
"La forma de trabajar que tengo ha sido siempre a través del diálogo, hasta llegar a romper esa barrera de egoísmo que hay y cambiar las cosas".
"Pedimos que no nos maltraten los espacios que ya están diseñados para nosotros, que también los traten con amor. Eso es lo que más pedimos: después de haber logrado un avance, que no lo deterioren..."
"A las personas en situación de discapacidad les decimos que se atrevan a salir, sabiendo que nosotros, como Consejo Comunal, estamos trabajando con confianza para cada uno de ellos..."
Verónica Lovera, Pdta. Consejo Comunal de la Discapacidad de Valdivia
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