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ENTREVISTA. carlos zbinden oyarzún, comerciante y cuidador de su madre centenaria:

"Por mi amor de hijo, voy a cuidar a mi madre hasta el último de sus días ..."

PROTECCIÓN. Adulto mayor de 70 años de edad desempeña el rol de cuidador primario de su madre, quien está próxima a cumplir 102 años.
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Juan Carlos Hernández G.

Hace ya cerca de dos décadas, Carlos Hernán Zbinden Oyarzún (70 años) realizaba uno de sus tantos viajes de camionero, esta vez entre Punta Arenas y Arica. Como acostumbraba, hizo un alto en Valdivia y pensaba acompañar durante una semana a su madre, que se encontraba delicada de salud. Pero, el destino y su amor de hijo cambiaron los planes y desde entonces, es el cuidador primario de quien lo trajo al mundo: doña María Olga Oyarzún Andrade. Ella nació el 11 de octubre de 1923 en San José de la Mariquina, fue hija de Demetrio Oyarzún y María Carolina Andrade está próxima a cumplir los 102 años de edad y se encuentra postrada desde hace cinco años.

"Mi madre siempre trabajó, durante toda su vida. Se dedicó al comercio, arreglaba paraguas, vendía ropa... Cuando decidí quedarme en Valdivia junto a ella, fue porque sentía mal, la vi muy complicada. Me hice cargo de ella porque la quiero y en ningún momento pensé que podría irse a un asilo", señala. Y agrega: "Mi decisión es cuidarla, hasta sus últimos días".

¿Cómo se organiza para el cuidado de su madre? Carlos Zbinden explica que es comerciante y que ordena sus rutinas diarias de acuerdo a las necesidades de su madre: "Vendo pescados y mariscos, tengo mis clientes, hago de todo para generar recursos. También tengo mi jubilación y ella tiene su pensión. Trabajo prácticamente solo en las mañanas. Y voy y vuelvo por si me necesita, además unos vecinos tienen llaves de la casa, por si existe alguna emergencia. Yo le hago todas sus cosas. Su comida, el aseo, le cambio ropa, la alimento. Es muy doloroso verla postrada, después de haber sido una mujer muy activa".

También explica que para financiar los gastos que demanda el cuidado de una persona mayor postrada, "la mayoría se cubre con su jubilación, porque pese a tener su credencial de un 100% de discapacidad, no recibe ayuda o apoyo de ninguna institución. Esto, porque no aparece en el 40% más vulnerable de la población. Por eso también, sus atenciones médicas son particulares".

Respecto a la decisión de dedicarse a cuidar a su progenitora, Carlos Zbinden señala que "todo lo hago por el amor que siento por ella, porque es la mujer que me trajo al mundo, me crió y educó hasta donde se pudo. Hoy quizás sería más fácil internarla en un asilo, pero no es la idea y yo la voy a cuidar hasta que se vaya. Hace tiempo, alguien me había sugerido que la lleve a un hogar de ancianos, pero no estoy de acuerdo. Yo la voy a cuidar hasta el último de sus días".

¿Cuál cree que es el mayor legado de su madre? Zbinden indica que "el hecho de haber criado a sus hijos, el amor que nos entregó y también haber ayudado en la crianza de sus nietos. Ella siempre cooperó en eso, siempre estuvo preocupada de todos, hasta que se enfermó".

El Ministerio de Desarrollo Social y Familia define a las personas cuidadoras como "aquellas, que de manera no remunerada, entregan asistencia permanente a quienes tienen una discapacidad, dependencia funcional moderada o severa, invalidez y/o necesidades educativas especiales permanentes".

Carlos Zbinden Oyarzún cumple el rol de cuidador primario de su madre centenaria y con un 100% de discapacidad. Un ejemplo de amor filial, de protección y cuidado.

"Hoy quizás sería más fácil internarla en un asilo, pero no es la idea y yo la voy a cuidar hasta que se vaya de este mundo..."

Carlos Zbinden Oyarzún, Cuidador

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ex camionero

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A los 70 años Carlos Hernán Zbinden Oyarzún nació en Valdivia el 2 de abril de 1955 y fue uno de los dos hijos del matrimonio formado por Hernán Adalberto Zbinden Chlebnicek y María Olga Oyarzún Andrade. Realizó sus estudios primarios en la antigua Escuela Vocacional y la Escuela Superior de Hombres N° 1. A los 14 años se incorporó al mundo del trabajo, desempeñándose en diferentes oficios. Luego de años de labor como camionero, desde hace cerca de dos décadas se radicó nuevamente en Valdivia y se desempeña como comerciante. Además, es socio activo del club deportivo San Miguel.