Es más que preocupante que un proyecto tan anhelado como el nuevo Hospital de La Unión, que va a beneficiar a miles de vecinos de la Provincia del Ranco, dependa de la suerte del destino para poder concretarse.

Hace un par de semanas la ministra de Obras Públicas, Jéssica López, a propósito de la licitación para los nuevos accesos a Valdivia, entregaba una de las frases más desafortunadas señalando que se compraría un Loto si supiera una fecha concreta.

La preocupación pasa a ser una alarma si comenzamos a sumar los problemas y dificultades en distintas obras públicas de nuestra región.

La sensación es que, lamentablemente, al parecer la ministra tiene razón.Para ser justos, las dificultades siempre son una probabilidad en cualquier tipo de proyecto.

Los riesgos existen en lo público y privado. Podemos entender que exista una consulta indígena tras hallazgos arqueológicos y el valor que tienen. Sin embargo, no se puede tolerar que tras cerca de dos años de paralización, ahora se ponga en cuestión el terreno del nuevo hospital y con ello el proyecto penda de un hilo.

Con proyectos vitales no se puede jugar a la lotería, mucho menos cuando se es autoridad.

Lo que deben hacer las autoridades es lo contrario, establecer un cronograma y trabajar comprometidos para cumplirlo.

Dejar al azar este proyecto es jugar con la salud y la vida de las y los vecinos quienes llevan años esperando. Es jugar con la dignidad de las y los funcionarios. Y eso resulta totalmente intolerable.Por lo pronto, estamos insistiendo para que este proyecto pueda avanzar.

Pero sin duda que la Provincia del Ranco, especialmente La Unión, merece una explicación de la propia ministra de Obras Públicas, y que esta sea frente a ellos.

La ministra debe dar la cara y no escoger sus respuestas como si salieran de una tómbola.

Marcos Ilabaca Cerda Diputado

por Los Ríos

La realidad demográfica de Chile y de Los Ríos, nos enfrenta a desafíos fundamentales que requieren una mirada profunda y acciones concretas. El Censo 2024 revela que, de una población de 18.480.432 personas, el 51,5% son mujeres y el 48,5% hombres. Sin embargo, a pesar de la mayor presencia femenina en la estructura poblacional, en la región de los Ríos, su participación en el mercado laboral aún presenta una brecha significativa: solo el 49,0% de las mujeres en edad de trabajar están activamente insertas en el mercado laboral, frente al 66,6% de los hombres. Esto refleja una desigualdad que no podemos seguir ignorando.

En el país existe un índice de envejecimiento de 79 y una tasa de fecundidad de solo 1,16 hijos promedio por mujer -una de las más bajas del mundo- lo que evidencia los cambios en los roles y responsabilidades de género, pero también pone en evidencia las dificultades estructurales para que las familias puedan criar y sostener a sus integrantes en condiciones dignas. La mayor conciencia de las desigualdades de género y la disminución de la tolerancia a formar familia en contextos de profundas asimetrías sociales indican que, más allá de los cambios culturales, necesitamos políticas públicas que apoyen a las mujeres, y por tanto, a las familias en su conjunto.

Las condiciones sociales, la seguridad social y la carga de cuidados siguen siendo desigualdades que afectan principalmente a las mujeres. La proliferación de métodos anticonceptivos y el aumento en vasectomías, por ejemplo, reflejan un cambio en la autonomía reproductiva, pero también evidencia la necesidad de un marco social que entregue seguridad social, seguridad sanitaria, y seguridad económica.

En la Región de Los Ríos, donde predominan las microempresas, el fortalecimiento del emprendimiento femenino debe ser una prioridad.

Como autoridad y consejera regional, creo que es imperativo fomentar programas y convenios que permitan equiparar la cancha, reducir las brechas y potenciar el crecimiento económico con perspectiva de género. Solo así podremos avanzar hacia una región más justa, equitativa y sostenible.

La tarea no es sencilla, pero es urgente.

Como región tenemos un gran potencial y riqueza cultural y de recursos naturales únicos y muy valiosos para nuestra economía local, lo que de todas formas debe ir aparejado con crear las condiciones sociales, estructurales y culturales que permitan a todas las personas vivir con dignidad, igualdad y esperanza para las futuras generaciones.

Camila Mattar Hazbún Consejera Regional Los Ríos

48 años de Sala Cuna UACh

Este año, la Sala Cuna de la Universidad Austral de Chile cumple 48 años.

Es casi medio siglo en que ha sido más que un espacio educativo: ha sido un lugar de afectos, de cuidados, de vínculos tempranos que marcan para toda la vida. Una institución que ha acompañado a generaciones de hijos e hijas de trabajadoras universitarias, muchos de los cuales hoy son profesionales que contribuyen al desarrollo del país y que iniciaron su camino, literalmente, gateando en las dependencias de la Sala Cuna UACh.

Celebrar este aniversario es un acto de memoria y de reconocimiento, pero también de preocupación, porque este año no celebramos como siempre. Celebramos con la sombra de un eventual cierre que nos duele y nos moviliza, pero lo hacemos con la esperanza firme de que este no será el último aniversario, sino el inicio de una nueva etapa.

La Sala Cuna UACh ha resistido gracias al compromiso de sus trabajadoras, de las familias usuarias y de una comunidad universitaria que ha comprendido que este servicio no es un privilegio, sino un derecho. Un derecho respaldado por el artículo 203 del Código del Trabajo y por una convicción ética profunda: que la conciliación entre la vida laboral y familiar no puede ser una promesa vacía. Que las mujeres trabajadoras no deben pagar con angustia, culpa o inestabilidad la decisión de ser madres.

Durante estos 48 años, la Sala Cuna ha sido un espacio de protección, desarrollo y formación temprana; ha recibido a estudiantes en práctica, ha organizado actividades con la comunidad, ha sostenido procesos educativos de calidad y ha mantenido estándares ejemplares en alimentación, seguridad y bienestar. ¿Qué institución puede darse el lujo de cerrar algo que funciona, que cumple una función social esencial y que tiene una historia tan fecunda?

Por eso, desde el amor y la convicción, queremos hacer un llamado claro: a las autoridades actuales y, especialmente, a quienes aspiran a dirigir esta casa de estudios en el próximo período de rectoría. No se puede guardar silencio frente a una decisión que afectará no solo a las familias actuales, sino al proyecto mismo de una universidad pública, inclusiva y comprometida con la equidad de género.

Hoy, más que nunca, necesitamos liderazgos valientes, que comprendan que el futuro se construye cuidando el presente. Que reconozcan que cerrar la Sala Cuna sería dar la espalda a décadas de historia institucional, a los derechos de las trabajadoras y a la niñez como prioridad.

Seguimos creyendo en el diálogo, en las soluciones conscientes y sostenibles, en la apertura de cupos para toda la comunidad universitaria, estudiantes de pre y post grado, Alumni y comunidad Valdiviana, en la ampliación del rango etario, en los convenios y en la corresponsabilidad. Pero, sobre todo, seguimos creyendo en la posibilidad de celebrar muchos aniversarios más, porque mientras existan niñas y niños que necesiten ser cuidados con dignidad, la Sala Cuna UACh tiene sentido y tiene futuro.

Carolina Venegas Ortíz Directora Sala Cuna UACh Natalia Cortés Gallardo Yéssica Pérez Solís Directiva Apoderados Sala Cuna UACh

La historia se podría repetir

Mientras nuestros políticos se ponen de acuerdo sobre quién cortaba las cintas en las materias vinculadas al litio, en China se multiplican investigaciones para reemplazarlo.

Y ahora la historia podría repetirse...Así como el salitre sintético a principios del siglo XX, nos dejó off-side con nuestro salitre natural; ahora las baterías a base de sodio (Na), podrían reemplazar a las baterías de litio (Li)

Esto ya se sabía, pero aún así acá seguimos perdiendo tiempo.

No quiero seguir siendo "aguafiestas", pero en China ya preparan vino sin uvas...

Luis Enrique Soler Milla lsolermilla@yahoo.es