Durante abril conmemoramos un nuevo aniversario del nacimiento de la primera mujer latinoamericana en ganar el premio Nobel de Literatura, hito del cual en diciembre se cumplirán 80 años. En este ámbito su liderazgo es incuestionable, siendo hasta hoy, la única chilena en haber llegado a lo más alto de las letras a nivel mundial.
Sin embargo, en una faceta menos difundida, su huella en educación perdura en recopilaciones como Ternura, Magisterio y niño, la obra Desolación, inspirada en su labor como directora del Liceo de Niñas en Punta Arenas, entre otros escritos marcados por su especial vínculo con la educación rural.
Una de las primeras publicaciones en el extranjero del trabajo de Gabriela Mistral, "La defensa de la belleza", parece más bien un resumen de su vocación en el aula de "enseñar con gracia", propósito que descubrió tempranamente, a los 14 años, casi junto a la pasión por la escritura, su oficio lateral.
Imaginar una clase de Gabriela Mistral es pensar en elegancia en el lenguaje, cuyo descuido consideraba robar algo a la verdad. Su dedicación a la formación alcanzaba también a sus colegas, a quienes animaba señalando que "cabe el arte dentro de la escuela". Lo anterior, da cuenta de una visión de la enseñanza que va mucho más allá de la mera transmisión de conocimientos o la educación en competencias, siendo entendida como un acto perfectivo, centrado en el desarrollo integral de la persona del estudiante, en cuya tarea, aspectos vivos en la obra de Mistral -como la afectividad y la transmisión de valores- ocupan un lugar central y cobran especial relevancia en tiempos en que como sociedad enfrentamos desafíos cada vez más complejos.
En ese sentido, nuestra institución, comprometida con educar en la virtud, recoge el postulado de acompañar el proceso formativo de los estudiantes fortaleciendo su voluntad para que busquen el bien y la verdad, preparando así profesionales técnicamente competentes, con una sólida formación ética y una vocación orientada al servicio de los demás.
Hoy, cuando el nombre de Gabriela Mistral nuevamente resuena con fuerza en los medios de comunicación, podemos honrarla recordando su legado de liderazgo en educación que nos inspira a buscar lo trascendente, pues como acertadamente resume en sus pensamientos pedagógicos, "toda lección es susceptible de belleza".
Mónica Jara Directora de Formación y Contenido Escuela de Liderazgo USS