Día de la Madre y cifras desafiantes
Tradicional celebración encuentra a Los Ríos como la cuarta región con menos natalidad.
Este fin de semana se celebra el Día de la Madre, una fecha que concita tanto movimiento comercial y social como la Navidad. Así lo demuestran la compra de regalos, las promociones publicitarias, las actividades especiales organizadas a nivel público y privado, buscando relevar la figura de las mujeres en relación a sus hijos e hijas.
Se trata de una linda fiesta surgida por iniciativas ciudadanas en Estados Unidos y adoptada por diferentes países en distintas fechas. En Chile se conmemora oficialmente el segundo domingo de mayo desde 1976, pero cuenta con un profundo arraigo desde antes de ese año, vinculado a la intensa lucha por la salud materno infantil dada desde principios del siglo XX y gracias a la cual fue posible disminuir drásticamente las muertes de niños y niñas (recordemos que hacia 1910 fallecían 250 de cada mil antes de cumplir un año de vida; hoy son menos de seis).
Pero las realidades han cambiado y hoy el tema que cruza esta celebración es otro, uno que habla de una disminución en la cantidad de madres chilenas.
El último Censo reveló que la tendencia de la maternidad ha disminuido sistemáticamente en las últimas décadas y la tasa de fecundidad llega a 1,16 hijos promedio por mujer, uno de los más bajos a nivel mundial.
En Los Ríos la tendencia es aún más marcada. En 1992 los datos censales mostraban que el 72,1% de las mujeres entre 15 y 49 años de edad tenía hijos; ahora ese porcentaje es de 57% (2024), lo que representa una disminución de 15,1 puntos. Mucho mayor que en el resto del país, dejándola como la cuarta región con menos madres en Chile.
¿Qué indican estas cifras? Claramente implican un cambio demográfico y cultural, vinculado a la forma en que se concibe a las familias, cómo se distribuyen las labores de cuidado, las edades en que las personas forman pareja estable y eligen la reproducción como proyecto de largo plazo. Se aprecia una postergación de ese futuro que antes se veía como único camino.
Esta realidad tiene consecuencias sociales sobre las cuales es necesario reflexionar colectivamente, analizando sus causas. Por ello, la invitación es a hacerlo en esta fecha, en que se releva la maternidad y se agradece con amor a quienes la ejercen.