Preocupantes cifras de violencia sexual
Estudio internacional alerta que un 30% de las mujeres en Chile vivió abuso en la infancia.
Muy preocupantes son las cifras conocidas hace pocos días respecto de violencia sexual contra mujeres, niñas y niños. Los datos revelan que, a nivel mundial, dos de cada diez mujeres ha sido víctima de violación o abuso durante su infancia y que el 14% de los hombres también ha vivido estas situaciones.
De acuerdo al estudio publicado por la revista científica The Lancet, utilizando antecedentes del Intercambio de Datos de Salud Global de la Universidad de Washington sobre 200 países entre 1990 y 2023, la situación es grave. Y Chile muestra uno de los índices más altos de este tipo de delitos a nivel internacional, con porcentaje cercano al 30% de la población femenina abusada antes de cumplir 18 años, un dato que lo sitúa en el mismo nivel de India y Costa Rica; lejos del promedio de Latinoamérica inferior a 20%.
En cuanto a las víctimas varones, en nuestro país se registra un 14% de niños agredidos sexualmente durante la infancia.
Si bien la publicación no desglosa antecedentes por regiones, en Los Ríos hay registros que inquietan. La Defensoría de la Niñez ha denunciado un promedio de 400 casos anuales de abuso sexual infantil, con mayor número de niñas afectadas. Además, esta zona muestra una de las tasas de explotación sexual de menores más altas del país.
Se trata de números fuertes y se debe señalar que también hay cifras negras de casos que jamás llegan a denunciarse. Es decir, la magnitud puede ser mayor.
¿Qué hacer ante esta realidad? Claramente es necesario pasar del impacto a la acción. De hecho las autoras de la investigación internacional mencionada han pedido que se dimensione la gravedad de ella: "la violencia sexual contra los niños es un problema generalizado de derechos humanos y salud pública, y el mundo está fracasando en su intento de acabar con ella", dijeron.
En particular, piden acciones para la prevención y también de resguardo a las víctimas, pues el paso por este tipo de experiencias deja huellas que se manifiestan durante la vida entera como la depresión, las adicciones y otro tipo de enfermedades. Esa respuesta debe ser estatal y legal; pero también comunitaria, con la generación de conciencia para incentivar educación, detección temprana y denuncia oportuna.