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Vacunas

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Bernardo Berger Fett

Diputado

por Los Ríos


perdidas

Lo ocurrido con la pérdida de más de 1,2 millones de dosis de vacunas contra la influenza durante 2024, y las múltiples irregularidades detectadas en los procesos de inmunización, no puede seguir siendo minimizado como un simple "error administrativo".

Estamos hablando de un perjuicio fiscal de $4.800 millones de pesos, recursos públicos que debieron haberse traducido en prevención, protección de la salud y vidas salvadas.

La Región de Los Ríos fue la más afectada del país, con más de 14.200 dosis perdidas, lo que representa un 7,1% del total distribuido en nuestra zona.

¿Quién responde por esto? ¿Dónde está la transparencia que se prometió? ¿Quién asume la responsabilidad política y administrativa de una gestión tan deficiente?

Como integrante de la Comisión de Gobierno Interior y representante de una región que ha debido enfrentar múltiples crisis sanitarias, no puedo permanecer en silencio.

El manejo negligente de esta campaña de vacunación exige consecuencias claras. La subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli, debe asumir su responsabilidad y presentar su renuncia.

Además, junto a la bancada de Renovación Nacional, hemos oficiado al Consejo de Defensa del Estado para que se imponga de todos los antecedentes, solicite información al Ministerio de Salud y, de ser procedente, ejerza acciones legales para hacer efectiva la responsabilidad civil o penal de quienes corresponda.

La salud pública no puede depender de improvisaciones, negligencias ni excusas técnicas. Chile necesita una autoridad sanitaria que dé la cara, que rinda cuentas y que asuma las consecuencias cuando se cometen errores de esta magnitud. Porque aquí no se perdió solo dinero: se perdió confianza pública, se perdió planificación y se puso en riesgo la salud de miles de personas.

La ciudadanía merece respeto. Y ese respeto empieza por hacerse cargo.

Voluntariado con rostro de mujer

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En los márgenes donde el Estado no llega, donde las desigualdades se agudizan y la niñez es empujada al olvido, emerge el voluntariado. Y tiene rostro de mujer.

Soy voluntaria, profesora y feminista. He compartido jornadas completas con mujeres que, sin esperar retribución económica y muchas veces sin siquiera recibir reconocimiento, entregan su tiempo, su energía y su afecto para sostener espacios donde otros eligen no estar.

(...) Esto no es solo una percepción: los datos lo confirman. En la misma Corporación Educacional Aurora Austral, de más de 30 personas voluntarias, apenas 7 son hombres. Y la tendencia es clara: a menor edad de las y los destinatarios del trabajo comunitario, menor es la presencia masculina. En La Escuelita Popular, que acompaña a niñas y niños entre 5 y 12 años, hay un solo varón voluntario. En el Concejo Juvenil, que trabaja con adolescentes desde los 13 años, la cifra asciende a dos. Los cuatro hombres restantes participan en el Preuniversitario Popular, dedicado a juventudes y personas adultas.

¿Qué nos dice esto? Que incluso en espacios que se sueñan transformadores, que buscan justicia y equidad, seguimos reproduciendo una distribución profundamente desigual del trabajo de cuidado. Cuando se trata de acompañar a la infancia, seguimos siendo nosotras las que damos el primer paso, las que ponemos el cuerpo, tiempo, amor y también el desgaste.

La feminización del voluntariado no es inocente ni neutra, es el reflejo de una estructura patriarcal que romantiza nuestra entrega, la aplaude mientras la explota. No se trata de desmerecer esa entrega, pues muchas de nosotras elegimos estar aquí con fuerza, con convicción, con compromiso político, sin embargo, es fundamental hacernos una pregunta incómoda y urgente: ¿por qué los hombres no están? ¿Por qué seguimos aceptando que el cuidado es un asunto de mujeres, incluso cuando hablamos de justicia social y de transformación comunitaria?

Admiro y respeto profundamente a las mujeres que sostienen estos espacios, me reconozco en ellas, pero también me rebelo ante la idea de que nos toque por defecto. No queremos ser las únicas. Queremos que los hombres lleguen, participen, se comprometan, no como ayudantes ni excepciones, sino como parte esencial del tejido comunitario que imagina y construye justicia.

María José Vargas Carvajal

Corporación Educacional Aurora Austral

Correo

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Raúl Pilquimán Vera

Hace unos días despedimos el cuerpo físico de dos Raúl Pilquimán Vera, pero su legado permanece intacto.

Su vida estuvo marcada por el servicio, la honestidad y el compromiso con la justicia. Desde aquel primer encuentro en la UACh, en la Dirección de Personal, hasta el día en que asumió con mérito el cargo de Director, demostró una capacidad extraordinaria, no solo para liderar, sino para comprender la esencia de la justicia en lo social y lo que significa trabajar en una dirección de este tipo.

Cuando nos tocó negociar desde distintas posiciones. Él por la parte "patronal" y yo como representante de los académicos sindicalizados, no vio una batalla, sino una oportunidad para construir un futuro más justo, para reconocer el valor del trabajo de todos y buscar el equilibrio económico y social, que una comunidad merece.

Fue en esas conversaciones donde mostró la nobleza de su carácter, el respeto por los derechos y el profundo sentido de responsabilidad con quienes conformaban nuestra universidad (...) Le despedimos con tristeza, pero también con gratitud. Deja enseñanzas, recuerdos y un ejemplo que nunca olvidaremos. Recorre caminos que no conocemos , pero creo que hombres como él descansan en paz junto al Gran Arquitecto del Universo.

Su legado de justicia y dignidad seguirá vivo en cada uno de nosotros.

Miguel Ramírez Carvajal Ex Presidente Sindicato Docente Universidad Austral de Chile


Pepe Mujica

Se fue Pepe Mujica, sin duda un Gran Político. Uno podría o no compartir su posición, sus ideas políticas; pero creo que sí estaremos de acuerdo que fue un político con algunas características , que lamentablemente, es difícil encontrar hoy en día en nuestra clase política: Consecuente (hacía lo que decía); Austero (no siendo pobre, no fue esclavo del dinero); Con gran capacidad de escuchar; No se creía poseedor de la verdad absoluta. Logró convertirse en un líder latinoamericano, porque él creía en la Patria Grande.

Espero que nuestra denostada; pero absolutamente necesaria clase política, valore y asuma almenos algunas de estas características.

Jaime Antonio Valdenegro Cortés javaldenegro@gmail.com


Detenerse antes de publicar

Hace unas semanas, una noticia se viralizó en las redes sociales y medios de comunicación. Un estudiante diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA), sufrió una crisis de desregulación en su escuela, durante la cual una profesora resultó afectada.

En cuestión de minutos, el caso estaba en portadas mencionando su diagnóstico, edad, e incluso se mostraban imágenes del establecimiento educacional. Una vez más, un menor de edad estaba expuesto sin resguardar su derecho a la protección integral.

Ese caso no ha sido el único. El año 2023, en el norte del país, otro escolar con el mismo diagnóstico, fue expulsado de su colegio tras un episodio similar. La Corte de Apelaciones dictaminó que la medida fue desproporcionada, pero su historia ya había circulado en la prensa, contribuyendo a instalar estereotipos sin mayor análisis. Y recientemente, un director de establecimiento declaró que los estudiantes con TEA "bajaban el nivel".

Esta claro que la inclusión está en el discurso y como sociedad estamos aún alejados de la comprensión del autismo, a pesar que la Ley 21.430 se encuentra vigente desde 2022 y la Ley 21.545, conocida como Ley TEA, el 2023.

Las instituciones del Estado, los medios de comunicación y ciudadanos tienen un responsabilidad ineludible con la infancia para que se respeten sus derechos cuando se ejerce el rol de informar.El tratamiento informativo sobre niños, niñas y adolescentes debe regirse por principios éticos, normativos y enfoque de derechos, especialmente, cuando se trata de contar historias vinculadas al neurodesarrollo. En este sentido, la responsabilidad y el desafío de los medios de comunicación es mayor, más aún en un contexto de inmediatez, nuevas tecnologías y democratización de la información.

El periodismo debe contribuir a informar y educar sobre una realidad que ya carga con demasiadas barreras. Las familias con niños y niñas en el espectro, solo piden el gesto de detenerse antes de publicar porque cuando esto no ocurre, y un niño termina siendo el titular, la vida de aquella familia se quiebra.

Sandra Leiva Poveda Presidenta Consejo Regional Los Ríos del Colegio de Periodistas de Chile