INVESTIGADORES analizaron somnolencia de los mayores
RESULTADO. Existiría un vínculo entre el sueño permanente durante el día y la costumbre de cenar antes de ir a la cama. Académico de la USS entregó datos.
Investigadores de las universidades San Sebastián, De Chile y Autónoma realizaron un estudio en adultos mayores, en el que asocian la edad y cenar después de las 21 horas como factores determinantes para una mayor probabilidad de somnolencia diurna.
La investigación, titulada "Factores asociados a la somnolencia diurna en adultos mayores chilenos" -y que fue publicada recientemente en la Revista Española de Geriatría y Gerontología-, busca determinar la prevalencia de somnolencia leve y excesiva durante el día.
Samuel Durán, docente de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad San Sebastián que lideró la investigación, señala que "es común que los adultos mayores presenten somnolencia diurna, que se puede ver cuando se quedan dormidos viendo TV o sentados en el auto o cine o después de un almuerzo, leyendo y hasta a veces conversando con otras personas. Según estudios realizados por nuestro grupo de investigación, el 26% presenta somnolencia diurna y ese número llega sobre el 32% en los mayores de 80 años".
CAUSAS DEL TRASTORNO
Durán agrega: "Nuestro último trabajo mostró que cenar o tomar once después de las 21 horas se asociaba a un incremento de la somnolencia diurna, debido a que comer muy tarde distiende el abdomen, lo que lleva a que cueste conciliar el sueño".
Respecto a considerar el estado nutricional de las personas estudiadas, que fueron 1.704, autónomas y de ambos sexos, el académico indica que "se ha visto que las personas que duermen menos presentan mayor riesgo de obesidad. Este tema no está tan claro en los ancianos; sin embargo, la obesidad está asociada a mayor cantidad de trastornos durante el sueño, desde roncar a tener síndrome de apnea-hiponea de sueño".
Consultado acerca de si es efectiva la proporción inversa menos horas de sueño más afectación del peso, el profesional indica que "estudios en niños y adultos han mostrado esta asociación, hay muchas vías involucradas, pero se piensa que alteran hormonas que incrementan el apetito".
En relación a que la somnolencia excesiva pudiera estar conectada con diferentes afectaciones como el deterioro cognitivo, el también presidente del Colegio de Nutricionistas Universitarios de Chile apunta a que "la somnolencia excesiva en adultos mayores incrementa el riesgo de caídas, situación que es muy importante y que puede ser muy grave. Además, efectivamente, se ha asociado con pérdida de memoria".
RECOMENDACIONES
Ante este panorama, el docente también entrega algunas recomendaciones: "Idealmente la última comida debería ser unas dos horas antes de dormir, y que esta comida conste de un plato pequeño de comida, como charquicán, carbonada, cazuela o guiso de verduras. Igualmente, debería considerar una ensalada pequeña, una fruta y evitar alimentos que contengan cafeína (café, té, maté y bebidas colas) y alimentos muy meteorizantes (leguminosas)".
Respecto al antecedente de que Chile está entre los cinco países en que más consumen alimentos procesados y cómo puede influir en trastornos de sueño por la composición que tienen, el académico expresa que, "muchos de estos alimentos son ricos en azúcar y grasa, lo que finalmente es un aporte innecesario de calorías".
"Nuestro último trabajo mostró que cenar o tomar once después de las 21 horas, se asociaba a un incremento de la somnolencia diurna".
Samuel Durán Docente USS