Un interesante análisis sobre la salud mental de los chilenos fue el dado a conocer hace pocos días por la Universidad San Sebastián, al difundir los resultados de una encuesta que realizó en julio pasado a nivel nacional. A través de ella es posible ver que existe una necesidad de atención profesional no asumida y que todavía se trata de un área con muchos prejuicios a su alrededor.
Lo anterior se refleja, por ejemplo, en que casi el 90% de los consultados dice tener una positiva percepción de su salud mental; sin embargo al preguntárseles si se han sentido deprimidos en el último año (siempre o en algunas ocasiones), un 58% de los usuarios de Fonasa y un 44% de los afiliados a isapres responde que sí. Por otra parte, solo un cuarto de aquellos que declaran sentirse deprimidos ha recurrido a ayuda profesional. Es decir, hay una gran cantidad de problemas de este tipo que se categorizan como "depresión" (quizás porque tiene más aceptación social que otras patologías), los cuales en su mayoría no son tratados por los profesionales idóneos.
Esta conducta contrasta con la que se registra normalmente con otro tipo de dolencias, frente a las cuales se suele consultar rápidamente a un médico especialista o acceder a un centro de atención privado o público.
La información se comprende a la luz de ciertos prejuicios culturales que existen, los cuales estigmatizan a quienes sufren patologías de salud mental y coincide con realidades como falta de medios de acogida para pacientes que lo requieran.
En Los Ríos el tema es importante de abordar, pues la zona registra una alta cifra de suicidios juveniles, cuya prevención depende, en gran medida, de la pesquisa temprana de los casos de "depresión". Y si las personas no buscan ayuda, ni su entorno reacciona para proporcionársela, se multiplican los riesgos.
Existen instancias oficiales para observar este tipo de situaciones a nivel regional, pero finalmente es la comunidad la que juega el rol de mayor relevancia, primero en mantenerse atenta a las señales y luego en acoger e incluir a quienes enfrentan estos problemas.