Uno de los grandes desafíos de la educación superior es la transferencia de conocimiento, entendida ésta como un proceso de colaboración que tiene por objetivo transmitir a un tercero el conocimiento generado en las casas de estudios, para que finalmente éste lo aplique en el entorno socio-económico.

Pero para que esto se pueda desarrollar es necesario un importante proceso, en el cual se vean involucrados estudiantes, académicos, y organismos públicos y privados, de tal forma de crear sinergias que apunten en el sentido de que el conocimiento que nace en las instituciones de educación superior tenga pertinencia con las actividades productivas o de servicios que desarrollen los diferentes actores involucrados en esta etapa.

Otro elemento vital en la transferencia de conocimiento es la voluntad colaborativa de la entidad que incorpora los resultados y de quien los genera, para la adaptación de este nuevo proceso y así alcanzar los propósitos esperados. A esto debemos agregar la divulgación del conocimiento sin discriminación y de un modo tal que cualquier entidad o persona pueda acceder a él y hacer el uso de los resultados de la forma que crea más conveniente.

Visto de esta forma, la virtud de la transferencia de conocimiento es que permite la vinculación entre los diferentes actores del entorno socioeconómico, empresarios, sociedad civil, organismos públicos; crea ricos intercambios entre los productores de la investigación y los usuarios; contiene elementos de acompañamiento en el proceso de aplicación de nuevas tecnologías; y en lo principal contribuye a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, y a su progreso económico y social.

No obstante, para conseguir que esto se alcance en plenitud es necesario que tesis, estudios de caso, seminarios, prácticas y talleres se desarrollen teniendo como elemento central la capacidad de ser transferido a un beneficiario y aplicarlo de manera pertinente.

En Santo Tomás en Valdivia contamos con una Oficina de Transferencia Tecnológica, la que sin lugar a dudas está aportando a encaminar este desafío en la línea de transferir conocimiento aplicado a nuestra comunidad regional.

Laura Bertolotto Navarrete

Rectora de Santo Tomás en Valdivia

La cuarta feria de Artesanía de Valdivia que comenzó este fin de semana en el Parque Saval, es una excelente oportunidad para conocer a los creadores y emprendedores locales, cuyos productos reflejan tradiciones de la vida regional.

El uso de la lana para vestuario y abrigo; de la madera para adornos y objetos utilitarios; las flores secas, la repostería, los chocolates, los licores elaborados con antiguas recetas, son elementos que se ven reflejados en los distintos puestos de la muestra, los cuales se transforman en una ventana a través de la cual mirar hacia las micro economías que por años han sostenido a las familias tanto del área urbana como rural.

Junto a ellos es posible también apreciar las nuevas tendencias de productos naturales para belleza, cuidado corporal y salud, área en la que sin dudas se ha registrado una gran evolución, gracias al esfuerzo de muchos pioneros. De hecho, las líneas cosméticas artesanales tienen hoy una marca inconfundible de Los Ríos.

La feria otorga a todos ellos la oportunidad de mostrarse, comercializar, reunirse y comparar productos; además de abrir caminos al mejoramiento de sus ofertas, ruta que también algunos han recorrido previamente, con cursos de instituciones como la Universidad Santo Tomás (que tiene un proyecto liderado desde su carrera de Diseño dedicado a la artesanía) y el Servicio Nacional de Capacitación (Sence), cuyos talleres permiten mejora de gestión de negocios.

La muestra es heredera de una anterior que recibía cada verano expositores con productos de diferentes países, pero ahora ha dado un giro hacia potenciar lo local y ayudar a que los artículos ofrecidos puedan ser apreciados por los visitantes de una mejor manera.

Esa opción de cambio fue una decisión y un esfuerzo municipal, ante el cual los participantes han debido responder con calidad en sus productos, pertinencia de ellos en relación a la región y una buena atención constante.

La exposición se extenderá hasta el 26 de febrero y la suma de voluntades que ella significa, sin duda deberá traducirse, en refuerzo de un sello artesanal auténticamente valdiviano.

30 años| 6 de febrero de 1987

Localidades de la costa tendrán agua potable

Comenzaron las obras para dotar de agua potable a los sectores de Niebla, Los Molinos y La Aguada, en la costa valdiviana. Los trabajos tienen un costo de 10 millones 112 mil 738 pesos en el caso de La Aguada y 38 millones 387 mil 262 pesos para Niebla y Los Molinos. Los plazos de ejecución son de seis y ocho meses, respectivamente.

20 años | 6 de febrero de 1997

Obras en Corral implican inversión de $800 millones

Dos obras que involucran una inversión del orden de los 800 millones de pesos se desarrollan en la comuna de Corral. Se trata de la caleta de pescadores de Corral Bajo y la pavimentación del camino de Corral a Amargos, ambas con el objetivo de potenciar el desarrollo económico y urbanístico de la comuna.

10 años | 6 de febrero de 2007

Premiarán a gestores de la nueva región

Los representantes del Comité Nueva Región y personeros de instituciones locales que lucharon por la división regional serán premiados durante la ceremonia aniversario de los 455 años de fundación de la ciudad de Valdivia. La ceremonia oficial también incluye la entrega de su premio a la Reina de los Ríos, Macarena Astorga.