El Grupo de Buzos Rescatistas de Mehuín, con más de 14 años de labor, enfrenta hoy uno de sus peores momentos. La falta de trabajo ha obligado a varios integrantes a emigrar y ya no consiguen la cantidad suficiente de voluntarios para acudir a los servicios.
Por esta razón no han podido colaborar como quisieran con la búsqueda del niño René Villa desaparecido desde Año Nuevo en la playa de Pichicullín y decidieron devolver a la empresa Arauco el aporte de 1 millón de pesos que les había dado para apoyar esa labor.
El presidente del grupo, Luis Molina Pinto, explicó que la realidad es que de sus 58 socios, actualmente solo quedan 10 en Mehuín y con su espíritu voluntario para salir a rescatar personas.
"Los demás miembros del club han debido emigrar por una necesidad laboral hacia Coyhaique, Quellón y otros puntos, en busca de una mejor fuente de trabajo (pesca) y perspectiva económica para sus familias, porque en Mehuín la mar está cerrada para nosotros por las áreas de manejo", señaló.
No obstante, Molina, sale categóricamente al paso a desmentir, el rumor de que el club podría hasta dejar de existir.
"No, no nos vamos a disolver. Pero, es verdad que tampoco puedo obligar a cumplir con nuestra misión a los socios que hay, o incorporar a otros, porque esto es voluntario, y cada cual sabe que si pertenece al club, es porque debe cumplir con nuestro objetivo: rescatar personas".
Admitió igualmente, que "no se hizo un trabajo bueno" en la búsqueda del niño René Villa. Agregó, que tampoco el club no tiene la embarcación ideal que se requiere para trabajar, lo que se sumó a las malas condiciones del mar y que hizo que los pocos buzos que buscaban "diéramos palos de ciego, por lo que nuestra voluntad se vio dificultada".
Con más de 14 años como buzo rescatista Luis Molina, afirma que el caso del obrero Juan Santana, desaparecido en el río Calle Calle en 2014, "es lo más complejo que he conocido, porque pese al intenso rastreo no hallamos nada. Ni sus ropas u otros objetos personales, como ocurrió en otros casos. En este, simplemente desapareció , y nunca antes como rescatistas, habíamos dejado de cumplir el objetivo. Para mí, algo misterioso". Del niño de Pichicullín, afirma que ya debió haberse encontrado. "Dios quiera que la mar lo devuelva". dijo.