Soluciones a falta de viviendas
La incorporación de una mirada multifactorial al problema de la pobreza en la nueva encuesta Casen, permite apreciar con mayor claridad la situación que enfrenta el 23,2% de la población de la región de Los Ríos. Ella no solo tiene que ver con falta de recursos monetarios, sino con segregación a causa de la educación, bajas posibilidades de acceso al trabajo y falta de una vivienda adecuada, entre otros aspectos.
En este último punto, nuestra región presenta un 28,5% de incidencia en la pobreza, uno de los más altos del país y que tiene mucho que ver con el tema de los campamentos, cuyas cifras oficiales difieren de las catastradas por instituciones como Techo.
En Los Ríos hay trece asentamientos habitacionales precarios. Los más grandes están en Valdivia y en La Unión, pero también existen situaciones extremas en las áreas rurales como Panguipulli, por ejemplo, donde los voluntarios de Techo se han concentrado en trabajar los últimos tres veranos.
Hay programas para abordar estas situaciones, sin embargo las soluciones se hacen lentas e ineficientes. Una de las dificultades recientes fue la gran cantidad de personas organizadas, con subsidios aprobados, pero sin tener planes de construcción, ni sitios donde desarrollarlos. Esa dificultad puede enfrentarse este año con un plan regional focalizado en la compra de terrenos (el presupuesto destinó un ítem exclusivo para este fin) y también con una preocupación permanente para destrabar los procesos en sus diversos pasos burocráticos.
Por otra parte, junto con las soluciones, existen planes para trabajar sobre los lugares actualmente ocupados por los campamentos, de modo que no se vuelvan a poblar, como ha sucedido en otras ocasiones. En el sector de Girasoles, por ejemplo, está proyectado un gran parque, que debiera ser ejecutado apenas las familias se trasladen a sus nuevas viviendas.
Esta mirada más integral puede permitir una salida a este problema social.
Sin embargo, es preciso ir más allá y ver por qué se produce esa nueva ocupación, además de velar porque las soluciones habitacionales que se ofrezcan no se conviertan en un nuevo factor de segregación social.