Iris González Pradenas nació el 9 de mayo de 1948. Oriunda de Osorno, es la menor de tres hermanos, hijos de Luis González y Quiteria Cárdenas.
Estudió la enseñanza básica y media en Osorno. Sin embargo, vivió dos años en Valdivia, donde se matriculó en el Liceo Técnico.
Luego de eso, se casó, tuvo dos hijos y se fue a vivir a Argentina durante 20 años.
Finalmente, hace 20 años Iris González se radicó en Valdivia.
¿Por qué se fue a vivir a Argentina?
-Bueno, en la época que me fui, el país estaba muy complicado y por eso mismo, decidí emigrar.
¿Qué trabajos realizó allá?
-Muchos oficios. Principalmente en servicios de las oficinas, como una especie de junior.
¿Por qué regresó a Chile?
-Después de 20 años, regresé a Chile porque extrañaba mucho a mi país. O sea, en Argentina fui muy feliz, pero quise regresar. Y llegué directamente a Valdivia, porque mi madre se había radicado acá, con una de sus nietas.
¿Dónde trabajó acá?
-Primero estuve en la casa de una doctora, cuidando a sus hijos, encargada principalmente de su comida. Luego hice un curso de Técnico en Enfermería y me he dedicado a cuidar de personas enfermas desde esa época, que tiene que haber sido el año 2000. Y en esa profesión encontré lo que siempre quise hacer: ayudar a la gente y aún lo sigo haciendo, porque tengo pacientes.
¿Qué la motiva a seguir trabajando, aún cuando usted ya es mayor?
-Porque siento que el servicio a la gente es mi don. El poder ayudar a los demás y darles un poco de tranquilidad.
agrupación
Desde marzo de este año, Iris González dirige a la agrupación de adultos mayores "Espigas de oro", la cual está asociada a una iglesia evangélica, "pero nosotros aceptamos a personas de todos los credos", asegura.
¿Cómo funciona la agrupación?
-Fue fundada el 22 de enero de 2013, bajo el alero de la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Valdivia. En estos momentos cuenta con 27 socios, quienes nos juntamos el segundo sábado de cada mes y celebramos además los cumpleaños y fechas importantes.
¿Por qué el nombre "Espigas de oro"?
-Por el libro de Ruth, en la Biblia, a la que llamaban "La espigadora", una mujer trabajadora que logró la misericordia de Dios.
Integrantes
¿Quiénes componen su directiva?
-Bueno, yo soy la presidenta: Sonia Carrillo es la secretaria y Juana González es la tesorera; junto con los directores Pedro Ponce, Obedes Bascur y Hugo Andrade.
¿Cuál es la misión de la agrupación?
-Queremos fomentar la integración y participación dentro y fuera de la iglesia, de nuestros adultos mayores, para poder así inducir a cambios culturales que promuevan la valoración de las personas mayores y tener una mejor calidad de vida.
Ustedes ganaron el fondo entregado por Senama este año.
-Sí. Como agrupación, hemos estado participando en los fondos concursables del Senama por tres años y hemos ganado dos. Para nosotros como organización social es importante el acceso a este financiamiento, porque constituye una importante herramienta para desarrollarnos como agrupación y personas.
¿Qué solicitaron este año?
-Con el dinero que nos ganamos, vamos a implementar nuestra sede con mesas y sillas plegables, además de loza, para realizar nuestras onces mensuales.
¿A qué otros proyectos han postulado?
-A los de la municipalidad, principalmente para viajes. El año pasado fuimos a Puerto Varas y este año queremos ir a Lanco.
"El nombre de nuestra agrupación lo tomamos desde el libro de Ruth, de la Biblia, a la que llaman "La Espigadora"
Iris González, Presidenta Espigas de Oro"
Un hijo pastor y otro músico
Iris González es viuda. No le gusta hablar mucho de su vida personal, pero sí cuenta que era muy joven cuando se casó con su primer marido. "Él falleció a los 33 años, debido a un cáncer al estómago", recuerda. Tuvo dos hijos. El mayor se llama Marcelo y es pastor en Comodoro Rivadavia; el menor es músico y vive con su familia en Choele Choel, am bos en Argentina. "Yo los veo a menudo. Siempre trato de viajar, para estar cerca de ellos y de mis siete nietos ", dice González.