El desarrollo del lenguaje es vital para el desarrollo del ser humano. Este proceso se encuentra en constante evolución hasta una avanzada edad. Así, al hablar de enfermedades que pueden padecer las personas de la tercera edad, la Afasia puede ser una de ellas. Y si se quiere hablar de trastornos del lenguaje, es necesario destacar que existen nueve distintos tipos afasia, Transcortical motora, Sensorial y mixta; Broca, No Fluentemixta, Global, Anómica, Conducción y Wernicke.
¿Cómo se detecta? La afasia es generalmente reconocida primero por un médico, que puede ser un neurólogo, que trata una lesión cerebral y que realiza de manera caracterizada las pruebas que requieren que el paciente siga instrucciones, responda preguntas, nombre objetos y converse. Si se sospecha la presencia de afasia se derivará un fonoaudiólogo que, a su vez, realizará un examen integral de la capacidad de la persona para entender, hablar, leer y escribir.
Al respecto, la fonoaudióloga de la Universidad San Sebastián Verónica Subiabre explica que "el gran encargado de llevar el desarrollo del lenguaje es el cerebro, ya que existen ciertas áreas críticas que se encargan de que todo opere como corresponde y que se pueda producir el lenguaje.
"Sin embargo existen algunas alteraciones que pueden afectar de manera significativa el funcionamiento de nuestro cerebro, ocasionando problemas de lenguaje. Algunas de las situaciones que pueden dar origen a estas dificultades son por ejemplo los Accidentes Cerebro Vasculares (ACV), Traumatismos Encéfalo Craneanos (TEC), tumores cerebrales, enfermedades neurodegenerativas, entre las más típicas. Entonces, cuando una persona producto de algunas de estas enfermedades pierda la habilidad del lenguaje se le denomina Afasia", agregó.
"La afasia es un trastorno de lenguaje adquirido a consecuencia de alguna lesión de las partes del cerebro responsables de él, ocasionando problemas con cualquiera de las siguientes destrezas: expresión oral, comprensión auditiva, lectura y escritura", afirma Subiabre, puntualizando que "la vida de una persona con afasia cambia rotundamente, no pudiendo realizar acciones que antes hacía con normalidad como, por ejemplo, tener una conversación, hablar en ambientes ruidosos, leer un libro, comprender o contar chistes, entender lo que dicen en la radio o televisión, escribir una carta, llamar por teléfono o incluso decir su propio nombre".
Rol familiar
Por lo anterior, la profesional considera que el rol que tiene la familia es fundamental en el pronóstico de este tipo de trastornos y recomienda "asistir a un fonoaudiólogo para ser evaluado y luego rehabilitado. Además, realizar alguna de las siguientes sugerencias para favorecer la comunicación de su familiar: Mantenerse dentro de su línea de visión al momento de hablarle, hablar de manera tranquila y pausada apoyándose de gestos, utilizar un lenguaje bien estructurado, usar frases cortas y un vocabulario sencillo, tener paciencia y esperar sus respuestas, dejar tiempo extra para el procesamiento de la información".
"También es necesario prestar más atención a los elementos comunicativos de naturaleza no verbal que el paciente pueda transmitirnos; estimular cualquier tipo de comunicación, ya sea hablando, señalando o dibujando; asegurarse de que las personas le ha comprendido y si no es así, repetir la frase de forma clara y sencilla, evitando saltar de un tema a otro en la conversación y realizando preguntas de respuesta corta o de sí y no", puntualizó, destacando que con siguiendo estas pequeñas sugerencias, las personas podrán ayudar a su familiar a aceptar de mejor manera su nueva condición y mejorará su calidad de vida.