Juan Vargas Oñate
Comenzó ayer el juicio oral en contra de Sandro Martin Martin, el chofer acusado por la Fiscalía local de conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte de tres personas - todas de tercera edad- en un accidente ocurrido l 18 de septiembre del año pasado, en la ruta Valdivia-San José de la Mariquina.
Ese día, el vehículo que guiaba Martin se estrelló frontalmente contra el de las víctimas, al realizar una maniobra de adelantamiento indebido, en una recta en la que existe prohibición de hacerlo.
El imputado hizo ayer uso de su derecho a prestar declaración ante los jueces del tribunal, presididos por el magistrado Ricardo Aravena, asegurando que pese a las imputaciones hechas en su contra, sólo había bebido "dos copas de vino", la noche del 17 de septiembre, en un asado familiar con un hermano en San José de la Mariquina, comuna a la que viajó desde Renaico, donde reside.
También dijo que en la mañana del día 18, cuando ya había decidido venir a visitar a un amigo a Valdivia, "me bañé y me tomé un café". Sin embargo, la alcoholemia arrojó 2.35 gramos por mil de alcohol en la sangre, según la investigación.
Su familia no lo pudo acompañar ese día a Valdivia, porque su pequeño hijo, tenía problemas estomacales, según le comunicó su esposa.
En su relato aseguró que antes del accidente intentó adelantar a un camión, pero al querer volver a su pista, otro vehículo -al que no identificó- le habría cerrado el paso, provocándose la colisión frontal.
En presencia de su abogado defensor particular, Eduardo Sánchez, añadió que no recordaba nada más y que sólo recobró la conciencia, ya en prisión cuando vio frente a él, a su esposa y su madre.
El juicio continúa hoy con las declaraciones de trece testigos y tres peritos, entre ellos los carabineros y personal de la SIAT, que se constituyeron en el lugar del accidente.
Martin está en prisión preventiva en el complejo de Llancahue, desde el año pasado.
La fiscal a cargo de la investigación, María Consuelo Oliva y el abogado querellante que representa a la familia de las víctimas, Carlos Herrera, piden como pena para el imputado diez años de presidio mayor y la inhabilidad perpetua para conducir vehículos de tracción mecánica. Cabe recordar, que en el violento accidente, fallecieron en el lugar, el matrimonio de Jacob Chandía Fuentes (75) y su esposa Julia Larrañaga Gallardo (80). Posteriormente en el Hospital Regional, lo hizo Edith Larrañaga Gallardo (90), quien los acompañaba.
Cárcel e inhabilidad perpetua de conducir