En el cementerio de La Florida, en Santiago, será sepultada Daniela Leiva Muñoz (28), la joven que falleció trágicamente aplastada por un poste del alumbrado público, el cual cayó sobre un refugio peatonal en el que ella esperaba locomoción, en la ruta Valdivia y Niebla.
Ayer, el féretro con sus restos fue trasladado por su familia a la capital pasadas las 11 horas, después de un breve velatorio en la Funeraria Grob de Valdivia.
En ese lugar se le ofreció una despedida, a cargo de sus amigos y compañeros de labores de la Escuela "Siete Colores", de Torobayo, donde ella impartía sus conocimientos musicales y de artes a niños.
Desde Santiago, viajaron a Valdivia para concretar el traslado, Sergio, su padre, y sus hermanas Fernanda y Francisca. Esta última, dijo que Daniela, "sentía la vocación de enseñar lo que sabía, seguramente queriendo hacer lo que hacia nuestra madre, que era parvularia y que hace diez años, también falleció".
Dijo que Daniela Muñoz sabía tocar la guitarra y otros instrumentos desde pequeña y sentía una gran inclinación por otras manifestaciones del arte, como la danza y la pintura.
Hace cinco años llegó a radicarse a Valdivia, manifestando siempre a su familia estar feliz, y al parecer sin intenciones de irse a otro lado. "Antes estuvo igualmente en otros países latinoamericanos, entre ellos Argentina y Perú", sostuvo su hermana Francisca.
Sus restos mortales serían sepultados, posiblemente mañana, en la tumba donde también descansan los restos de su fallecida madre.
Velatón
El martes a las 21 horas, sus compañeros de la escuela "Siete Colores", y vecinos de Torobayo, realizaron una velatón por el eterno descanso de su alma.
Su familia regresará la próxima semana a buscar sus pertenencias y saber de la investigación por el accidente.