La Universidad Austral de Chile posee la mayor colección de mamíferos de todo el país
CIENCIA. Ocho mil ejemplares catalogados y otros tres mil por clasificar son parte del registro que comenzó a formar durante los '70.
Es similar a una biblioteca, pero en vez de libros, reúne 90 especies de animales embalsamados, principalmente chilenos. La Universidad Austral posee la mayor colección de mamíferos de todo el país, con más de ocho mil ejemplares catalogados y otros tres mil por catalogar. Incluye roedores, marsupiales, camélidos, félidos, cánidos, mamíferos marinos y murciélagos. Y ellos pueden ser estudiados por docentes y alumnos del establecimiento o por científicos de otras instituciones del mundo.
El curador de esta colección -ubicada en el campus Isla Teja- es el profesor del Instituto de Ciencias Ambientales y Evolutivas Guillermo D'Elía, quien relató que el muestrario comenzó a ser formado durante la década del '70, por el investigador Milton Gallardo y el asistente de laboratorio Fredy Mondaca. El número de ejemplares ha seguido creciendo gracias a las recolecciones realizadas por los científicos durante sus investigaciones. Estos especímenes están ordenados según su familia, género y especie -entre otras características- y también se encuentra especificado en sus registros el lugar donde fue colectado, quién lo hizo y en qué fecha, entre otros datos. "Cada espécimen es un registro único de un lugar y un tiempo determinado, porque las condiciones ambientales cambian. No es lo mismo un espécimen de un ave que vivió hace cien años en la Isla Teja, cuando había bosque, que uno de la misma especie capturado en el mismo lugar cien años después, en una zona urbanizada. Cada espécimen es un testimonio irremplazable", dijo el curador.
Cambios del hábitat
¿Por qué es importante contar con este tipo de registros? D'Elía explicó que "las colecciones son un tesoro. Los mamíferos en general son bien conocidos, pero aún ocurre que especialistas nos indican que alguno de los especímenes que tenemos catalogados como representantes de una especie, en realidad, pertenecen a una nueva especie para la ciencia".
Y no solo eso. También son fundamentales para desarrollar ciencia comparada y para conocer cómo ha evolucionado el hábitat de las especies con el tiempo. "Hoy el uso de las colecciones biológicas es múltiple. Tradicionalmente los taxónomos las estudiaban para determinar las características de las especies, pero ahora -además de usarlas para eso- se pueden utilizar para estudiar aspectos de la salud animal, como conocer cuándo comenzó el Hantavirus. Cuando posees ejemplares de una misma especie pero de distinta época, puedes ver las variaciones en su dieta, la que a veces cambia dependiendo de la oferta que hay en el ambiente. Además, las trazas de contaminación ambiental también quedan en esos especímenes. Y estos son solo algunos ejemplos, porque ante el avance de la ciencia no sabemos para qué podrán ser utilizadas las colecciones dentro de cien años", explicó.
Entre los ejemplares destacados, el científico detalló que en la Universidad Austral está reunida la mejor serie de cururos, roedores que viven en galerías subterráneas; también están incluidos ejemplares de Geoxus annectens, especie de mamífero endémico de la Selva Valdiviana, que solo se ha visto en cinco localidades, en las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. Además, se cuentan especímenes de Geoxus lafkenche, que solo habita la isla Guafo, en Chiloé.
Recolección
Sin embargo, generar una colección también posee complejidades. "Actualmente existen más restricciones para la colecta científica en terreno, porque cada vez es más difícil obtener los permisos. Cuando hablamos de mamíferos terrestres, quien otorga la autorización para la colecta es el Servicio Agrícola y Ganadero. Es cierto que nosotros removemos individuos, pero lo hacemos porque entendemos el valor que tienen y tratamos de hacerlo de la mejor forma. Hemos mejorado nuestros procedimientos en terreno a la luz de estas indicaciones", dijo.
Un museo
Para D'Elía sería fundamental que se pueda generar un museo de historia natural en la región de Los Ríos, donde pudieran estar reunidas diferentes colecciones relacionadas con la flora y fauna del territorio. "Sería un lugar muy interesante para los estudiantes y también para el turismo. En la región no existe actualmente una exhibición que muestre la diversidad de especies que habitan la zona", expresó.
Esto no solo tendría valor por el trabajo de extensión que ahí se podría realizar, también porque se podría construir una infraestructura adecuada para enfrentar casos de emergencia, como incendios o terremotos (ver recuadro).
A nivel nacional también existe un desafío. El investigador expresó que debería desarrollarse un inventario a nivel nacional de las especies colectadas, ser generadas nuevas colectas y buscar especies en otros zonas del país. "Tenemos vacíos enormes", explicó.