La salud de los adolescentes preocupa a nivel internacional. Es que las cifras hablan de un grupo humano vulnerable, que entre los 10 y 19 años de edad se encuentra expuesto a varios problemas, vinculados principalmente al sedentarismo, el uso de drogas, la sexualidad sin protección y la violencia. Lamentablemente esa realidad también los estigmatiza, tal como lo hizo ver la Organización Mundial de la Salud, OMS, en octubre pasado, cuando llamó a las naciones a reflexionar sobre los jóvenes y a tomar medidas de prevención.
Las estadísticas son similares en casi todos los países. Y Chile no es la excepción: la mitad de las enfermedades sicológicas comienzan antes de los 14 años, y el suicidio es la segunda causa de muerte entre los 15 y los 29 años. Además, el alumbramiento precoz es una de las principales causas de muerte de las mujeres menores de 18 años y el 30% de las jóvenes sufre algún tipo de maltrato en sus hogares o con parejas.
En Chile, en general, y en Los Ríos en particular, también inquietan estos temas, pero a ellos se suma el alza de la obesidad y sobrepreso registrado por ese grupo etario en los últimos años. Según datos de Junaeb, en primer año de educación media un 47.3% de estudiantes regionales muestra exceso de peso; siendo Lanco la comuna con más altos índices, con 57.7%.
Le siguen Corral con un 55.2%; luego La Unión con un 53.7% ; junto Futrono, Mariquina y Panguipulli, con más de 50% cada una. Paillaco registra 48%; Los Lagos, 45.2%; Máfil, 42.3%; Río Bueno, 42.7%; Lago Ranco 45.5% y Valdivia, con 40.8%.
En este escenario, la propuesta es poner un mayor foco en los jóvenes. Sin embargo, no es sencillo que los adolescentes concurran a los centros de salud, aunque existen planes de "Joven Sano" con espacios amigables y horarios especiales. La idea es que se lleve la atención de salud a los colegios, con programas permanentes de consultoría y orientación.
En Valdivia hay experiencias desde los consultorios a los colegios municipales, pero sin duda que es necesario profundizar en el tema y darle un enfoque más positivo, sobre todo porque el cuidado temprano que reciban los y las adolescentes les permitirá tener una vida adulta más saludable.