30 años | 20 de febrero de 1989

Tío asesinó a sobrina en sector rural de Río Bueno

Una niña de nueve años de edad murió estrangulada por un tío en el sector Lomas de la Barra, en la comuna de Río Bueno. Las primeras investigaciones indican que el individuo intentó abusar sexualmente de la niña, quien se resistió al ataque y esa situación motivó del ataque del tío, quien además estaba borracho.

20 años | 20 de febrero de 1999

Medidas de seguridad para la Noche Valdiviana

Carabineros anunció el refuerzo de las medidas de seguridad para la Noche Valdiviana. Modificaciones en el tránsito, que incluyen cortes en varias calles, además de un aumento del contingente policial con refuerzos provenientes de Temuco, son parte de las medidas para recibir a un público estimado en cerca de 250 mil personas.

10 años | 20 de febrero de 2009

Juraron los 14 integrantes del nuevo Consejo Regional

Catorce personas integran el Consejo Regional de Los Ríos, que juró ayer en Valdivia. Se trata de Ítalo Martínez, María Angélica Fernández, Mauricio Vera, Rubén Delgado, Simón Mansilla, Juan Carlos Vidal, Héctor Pacheco, Marcela Cartagena, Juan Carlos Farías, Arnoldo Toledo, Cristian Cancino, Waldo Flores, Jaime Rozas y Claudio Mansilla.

Observar las imágenes que muestran el avance de las obras de recuperación del Teatro Cervantes permite formar una idea de lo que realmente ganarán Valdivia y la región al volver a contar con un escenario de primer orden para diversas manifestaciones artísticas y culturales, además de convertirse en un recinto de alto vuelo para ceremonias de relevancia, aunque deban ser encasilladas en otros fines.

A medida que se acerca la fecha de terminación de los trabajos y puesta al servicio de la comunidad, crece el interés por conocer cuáles serán las actividades primordiales de la flamante estructura, porque no cuesta imaginar que una vez abierto serán muchas las agrupaciones interesadas en mostrar su trabajo en el mejor de los lugares.

Con el Cervantes se paga la deuda que Valdivia, desde mucho antes de la creación de Los Ríos, mantenía con una serie de manifestaciones culturales, porque durante años la ciudad careció de salas a la altura del nivel del movimiento artístico que caracteriza a la zona. Los esfuerzos municipales por dejar en buenas condiciones el Lord Cochrane y el aporte de las universidades mediante la construcción de excelentes Aula Magnas habían suplido en forma satisfactoria estas necesidades, pero seguía faltando el gran escenario.

Afortunadamente, pudo verse concretada la idea de la recuperación del antiguo teatro, obra de la década del 30, muy digna de la Valdivia que regía en todo el sur, pero que en los últimos años había sufrido un proceso de decadencia y olvido, con pasos intermedios por locales de escaso interés y dudosos fines, sobre un inmueble que no era capaz de disimular los estragos propios de los muchos años sin una mantención medianamente bien hecha.

Ahora, el Teatro Cervantes vuelve vestido con sus antiguos ropajes de la mayor elegancia y con prestaciones a la altura de los mejores centros culturales del país. Y todo esto a un valor significativamente menor a los montos que demandaron sus pares en otras regiones.

He leído con detención la discusión pública en torno a la llamada "Admisión Justa", para "emparejar la cancha" y generar meritocracia en materia educativa. Lamentablemente, en esta polémica se han olvidado -todos los actores- que la actual ley de inclusión escolar tiene una grave falencia, excluye a las personas con discapacidad. Se olvidan que la norma permite que las escuelas puedan tener sus propios procesos de admisión cuando se trata de niños con discapacidad. Es decir, por ley se permite seleccionar, discriminar y excluir.

Lo irrisorio es que en la práctica, las personas con discapacidad que tienen que ingresar a la educación regular lo hacen de la misma manera a la que "aspira" la selección justa. Obviamente con un efecto inverso, porque el sistema educativo para ellos implica segregación.

Estas contradicciones me enojan, porque mientras veo un gran revuelo público en torno a un tipo de estudiantes, por otro lado hay silencio y se hace vista gorda de una evidente discriminación. Parece que algunos niños son más importantes que otros. La igualdad ante la educación no existe y la educación de calidad para los niños con discapacidad tampoco es tema.

¿Es que tenemos estudiantes de primera y segunda categoría? Hace dos años me hice esta pregunta, y dada la discusión actual, parece que la sociedad chilena prefiera naturalizar la exclusión. Aspiro, por tanto, a que nos demos cuenta que la base para lograr la plena inclusión, parte en este punto. Si no damos las mismas oportunidades, si no emparejamos la cancha para tod@s, el proceso de integración, inclusión y el cambio cultural por el que abogo permanentemente en esta sección, no será posible. Ni una ley de inclusión laboral, podrá hacer el milagro.

Los niños que ingresan a estudiar a una escuela, claramente debieran de tener las mismas oportunidades que los estudiantes sin discapacidad. Para esto, se debe tomar conciencia respecto de que es importante que los niños y niñas con discapacidad también tengan oportunidades de formarse igual que el resto de los chilenos. En mi país, no quiero niños chilenos de primera y segunda categoría; quiero niños y jóvenes integrados, incluidos y que con educación de calidad, también puedan lograr sus sueños. En Chile quiero "inclusión justa".

Andrea Zondek Darmstadter Presidenta de Fundación Tacal