La condición de referente en la macro zona sur y austral en materia de trasplantes renales y su ubicación entre los centros de salud más importantes del país en la especialidad, se la ganado el Hospital Base de Valdivia por la calidad de sus profesionales y asistentes.

El HBV se ha encargado de atender las necesidades de los pacientes afectados por enfermedades de este tipo residentes entre Los Ríos y Magallanes , lo que se ha traducido en 481 intervenciones quirúrgicas realizadas desde 1980.

En mayor detalle, las cifras apuntan a que cada año se realizaban entre 15 y 16 trasplantes al año, con gran actividad en 2016, cuando se llegó a 18, y en 2017, con 17 cirugías. El año pasado el número de personas intervenidas de fue 13, que recibieron los órganos de once donantes cadáver y las otras dos de donante vivo. La información del Ministerio de Salud agrega que en 2018 fueron 212 las personas sometidas a una intervención con órganos de fallecidos, en los 22 centros asistenciales que realizan este tipo de trabajos.

Sin embargo, los números apuntan a que el año pasado fue evidente el descenso en la cantidad de trasplantes y la razón principal de esta situación es la caída en el número de donaciones de órganos.

Como se sabe, todos los ciudadanos del país tienen la calidad de donante, salvo que específicamente hayan realizado el trámite de especificar su negativa a ceder los órganos en caso de ser necesario y de cumplir con las exigencias clínicas.

El problema radica en que los familiares de una persona que haya fallecido en condiciones de convertirse en donante muchas veces se niegan a ceder uno o más de sus órganos, atendiendo a razones de variada índole, pero que deben ser respetadas, ya que la legislación no puede obligar a actuar en contra de estos principios.

Es por ello que los profesionales y especialistas formulan permanentemente llamados a un cambio de actitud, porque hay demasiado en juego. Nada menos que vidas humanas.

10 años | 1 de marzo de 1989

Ciclista falleció atropellado por un bus en Paillaco

Un obrero paillaquino que se desplazaba en bicicleta falleció tras ser atropellado por un bus interprovincial que se dirigía de Temuco a Puerto Montt. Según el conductor del bus, el hecho ocurrió cuando la víctima cruzó sorpresivamente la carretera. El obrero se dirigía hacia su hogar, en el sector de Ropulli Alto.

20 años | 1 de marzo de 1999

Niño de 14 años fue atacado en cancha de fútbol

Un niño de 14 años de edad permanece internado grave en el Hospital Regional de Valdivia, luego de ser apuñalado mientras jugaba fútbol en el sector de Los Jardines de don Cristóbal, en Valdivia. Vecinos del sector manifiestan sentirse atemorizados por la presencia de grupos de pandilleros que roban y atacan a los residentes.

10 años | 1 de marzo de 2009

Muestras costumbristas fueron todo un éxito

Buenos balances de la temporada veraniega hicieron los dirigentes del Encuentro Costumbrista de Playa Grande y la Feria Costumbrista de El Piojo, en la comuna de Niebla. En el caso del encuentro, sus organizadores calcularon en aproximadamente 5 mil personas la asistencia diaria, cifra similar a la que manejan en la feria costumbrista.

El desarrollo del pensamiento crítico se ha transformado en un requerimiento en la formación de profesionales de la salud que darán respuesta a las necesidades sociales en un entorno complejo e incierto. En palabras de Alberto Saladino se entiende como pensamiento crítico "todo planteamiento intelectual producto de análisis, interpretaciones y problematizaciones racionales acerca de las manifestaciones de la realidad, sus fenómenos, situaciones e ideas, para generar cuestionamientos juicios y propuestas orientadas a la promoción de cambios y transformaciones en beneficio de la humanidad".

Parafraseando a Habermas (2002), la necesidad de desarrollar pensamiento crítico se genera desde el paradigma socio crítico, que, llevado al área de salud, propone desarrollar en las personas, usuarios y profesionales, conciencia crítica que promueva la emancipación y autonomía de individuos y/o comunidades en pos de mejorar la experiencia personal y social. De este modo, cada persona es responsable de su salud y los profesionales del área, y en particular la enfermería, debe adoptar un rol de agente potenciador de la salud.

Es sabido que los profesionales de la salud con una perspectiva crítica logran resolver problemas eficaz y oportunamente, mejoran continuamente su quehacer, flexibilizan la práctica cuando la situación lo amerita, innovan, abordan a la persona, familia y/o comunidad integralmente, entre otras.

La formación de pregrado hace frente a este imperativo, promoviendo el quehacer mas allá de lo técnico y mecanizado, pero no es tarea fácil. Para el desarrollo del pensamiento crítico es clave intencionar la reflexión, ya que sin cuestionamiento no hay mejora ni innovación. En ese contexto, es esencial promover instancias de conversación en torno al pensamiento crítico. Es deseable que las universidades otorguen este espacio a la comunidad de estudiantes y profesionales de una disciplina, asegurando la diversidad de opiniones y posturas que enriquezcan la formación y ejercicio profesional.

Es imprescindible formar profesionales capaces de adaptarse y satisfacer las necesidades que la sociedad demanda. Sin duda, educar en pensamiento crítico es un desafío, especialmente en los tiempos que corren, donde lo inmediato y lo transitorio dificultan un pensar recto. Se debe considerar que invertir en este esfuerzo concederá a la sociedad profesionales libres y con criterio.

María José Marín Soto Docente de Enfermería U. San Sebastián sede Valdivia