El fútbol chileno atraviesa por serios problemas, que abarcan casi todos los ámbitos de la actividad. Los buenos resultados conseguidos por la Selección Nacional hasta un par de años atrás sirvieron para disimular la situación, pero ahora en que los triunfos se ven escasos y cunde la preocupación entre los aficionados, se hace imposible ocultar la realidad.

Lo que pasa en la cancha es lo más visible, pero no lo único ni lo más fácil de solucionar. Peor es que no se pueda erradicar la violencia en las tribunas y que los malos ejemplos brindados por los seguidores de los principales clubes del mundo rentado se vean replicados en el terreno amateur.

Es nefasto, por ejemplo, que resulte tan difícil encontrar un lugar donde construir un estadio, porque los vecinos tienen sólidos fundamentos para oponerse a la aparición de un recinto de estas características, porque es un anticipo de malos ratos permanentes.

También es muy grave que gente relacionada a la actividad opte por renunciar frente a amenazas de todo tipo, incluyendo algunas de muerte.

De esto se habla hace tiempo y, al parecer, va a continuar ocurriendo, porque los delincuentes de los tablones ya lograron imponer su ley frente a la débil respuesta de la comunidad.

Lo que nos inquieta, en esta ocasión, es lo ocurrido en nuestra región, con protagonistas del fútbol aficionado, que retrocedieron a los tiempos en que pareció normal agredir a jueces y rivales cada vez que alguien se sentía perjudicado. Hace tres décadas, una serie de hechos de este tipo obligó a la dirigencia regional a aplicar severos castigos, incluyendo la imposibilidad de volver a pisar una cancha de por vida a los involucrados, algunos de los cuales terminaron rindiendo cuentas frente a la justicia.

Luego, la situación pareció cambiar y hubo más cordura, pero hace algunos días la violencia cobarde retornó a los campos de juego.

Las sanciones otra vez han sido severas, lo que se recibe con satisfacción, porque a los enemigos de fútbol hay que alejarlos de las canchas, sin excusas.

30 años| 24 de marzo de 1989

Alzas de hasta un 50% hay en la Feria Fluvial

Una fuerte alza de precios se registra en los últimos días en la Feria Fluvial de Valdivia. En algunos casos, los productos están un 50% más caros que la semana pasada. Los jureles promedian entre 150 y 250 pesos el kilo; la merluza llega a 200 y 250 pesos el kilo y el congrio a $ 400. En mariscos, las almejas están a $150 el kilo y los choritos 3 kilos por $200.

20 años | 24 de marzo de 1999

Esperan fallo de justicia británica por caso Pinochet

A poco más de cinco meses de la detención de Augusto Pinochet en Inglaterra, los jueces supremos británicos deben decidir hoy si el ex general de 83 años de edad puede ser juzgado por los crímenes cometidos por el gobierno militar entre 1973 y 1990. Entre tanto, el general de la Fuerza Aérea dio explicaciones en La Moneda.

10 años | 24 de marzo de 2009

Tío muere luego de ser acuchillado en Panguipulli

Un hombre de 32 años de edad murió tras ser apuñalado en el centro de Panguipulli, luego de que intentó defender a un sobrino, que luego de discutir fue atacado por un grupo de jóvenes que pernoctaba en la vía pública. Los hechos ocurrieron pasada la medianoche en la calle Pedro de Valdivia y el occiso falleció en el hospital.

"Todas las leches son iguales en macronutrientes y calidad". Esa fue la categórica conclusión del estudio "Composición nutricional de las leches líquidas blancas" que hizo público esta semana la Organización de Consumidores y Usuarios de Chile (Odecu).

El análisis técnico, a cargo de una casa de estudios superiores, cubrió las 8 marcas presentes en el mercado en sus variedades "entera", "semidescremada" y "descremada", tanto en las categorías "natural" como "reconstituida".

Como Aproval valoramos este rol activo de una organización de consumidores, porque ha venido a validar un planteamiento que sostuvimos en el fragor de la discusión por los proyectos de ley de etiquetado de lácteos.

Esta defensa "técnica" de todas las categorías de leche, avalada entonces por profesionales de instituciones de prestigio como el INTA y la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, nos valió el estigma de estar privilegiando los intereses de la industria láctea, por sobre los intereses de los propios productores.

No obstante, la solidez de los argumentos técnicos de entonces -hoy compartidos por el estudio de Odecu), nos llevaron a mantener la convicción invariable de nuestra postura como organización gremial de los productores de leche de la Región de Los Ríos.

Las descalificaciones públicas y privadas que experimentamos hace menos de un año, han dado paso al reconocimiento nacional sobre el valor nutricional de la leche en sus más variadas formas, lo que representa un verdadero triunfo de la sensatez y la racionalidad, por sobre el clima de descalificaciones y beligerancia que transformó el mercado lácteo en un verdadero campo de batalla, bajo el pretexto de defender a los productores de leche nacionales. La causa de los productores de leche es y será también nuestra prioridad, pero nunca bajo una lógica maquiavélica y utilizando cualquier argumento para llegar al absurdo - incluso - de "dispararnos en los pies" y terminar afectando a los propios productores de leche que decimos defender.

Cuando adoptamos el eslogan "En Los Ríos tomamos la leche en serio", no se trata sólo de una frase para la galería. Representa el espíritu de nuestra gestión gremial y una forma seria y responsable para abordar el trabajo de defensa de los intereses de nuestros asociados y de la cadena en la que estamos insertos.

Creemos que es la manera correcta y por eso vemos como una buena señal el hecho de que tras este estudio sobre la "leche blanca" haya existido un reconocimiento transversal a que todas las categorías son buenas. Unos antes, otros después.

Jaime Heinrich Commentz Director de Aproval Leche AG