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¿Es posible el uso responsable de la Inteligencia Artificial?

DUDAS. Las empresas tecnológicas buscan demostrar que toman medidas para garantizar el uso apropiado de esta nueva tecnología, pero hay quienes opinan que son solo iniciativas de imagen sin mucho contenido de fondo. BUEN RESULTADO. Estudio de la Universidad de Boston reveló que personas de más de 60 años de edad fueron capaces de recordar cosas como alguien de 20, mediante leves impulsos.
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No todo el mundo, no obstante, está satisfecho con sus esfuerzos y hay quienes dicen que las empresas solo toman medidas superficiales y que en realidad les interesa más generar ganancias que proteger los intereses de la sociedad.

La expresión de moda en estas empresas es "el uso ético de la IA". Aparece en toda conversación, informes internos, descripciones de funciones, proyectos de investigación e iniciativas filantrópicas. El objetivo es despejar las inquietudes que pueda haber en torno a prejuicios raciales o de género asociados con el reconocimiento facial y otros sistemas, así como el temor a la pérdida de trabajos y al uso que le pueden dar a esta herramienta la policía y las FF.AA.

¿Qué tan serias son estas campañas? ¿Y quién decide qué puede ser perjudicial?

Google abordó esos dos temas al formar una junta de asesores independientes a fines de marzo para que ayuden a navegar estas aguas. Pero en lugar de generar confianza entre sus detractores, provocó resquemores internos. Poco más de una semana después, cedió a las presiones y disolvió ese panel.

Uno de los ocho integrantes originales de ese grupo se fue solo a los pocos días y otra fue de inmediato blanco de críticas de los empleados de Google, que dijeron que sus puntos de vista conservadores no encajaban con los valores de la empresa.

Miles de empleados pidieron que la presidenta de la Heritage Foundation Kay Coles James fuese marginada del panel y Google terminó disolviéndolo.

"Es evidente que en las actuales circunstancias ese grupo no puede funcionar como hubiéramos querido", dijo la compañía en un comunicado.

La impresión predominante en algunos sectores es que las campañas para garantizar el uso ético de la IA no son demasiado serias. "Creo que (la decisión de Google) refleja la sensación generalizada de que la ética es algo más que nombrar una junta asesora sin una estructura institucional para rendir cuentas", dice el investigador Ben Wagner.

La iniciativa de Google se inscribió en el marco de lo que Wagner describe como esfuerzos superficiales, acciones de relaciones públicas que buscan impresionar. "Es básicamente un intento de hacer creer que estás haciendo cosas éticas y usando la ética para lograr ciertos objetivos, como evitar regulaciones", opina Wagner, profesor de la U. de Economía y Negocios de Viena. "Es una nueva forma de regularte a ti mismo sin llamar las cosas por su nombre".

Microsoft, que a menudo trata de presentarse como empresa líder en el terreno de la privacidad y la ética, hizo públicos los principios que guían su exploración de la IA, publicó un pequeño libro en el que analiza el impacto de la tecnología en la sociedad y dijo que hace falta cierto grado de regulación gubernamental de la tecnología.

El presidente de la firma incluso se reunió con el papa Francisco este año para hablar de la ética en este campo.

Amazon anunció hace poco que ayudaría a financiar las investigaciones del gobierno en torno a la "imparcialidad de los algoritmos" y Salesforce emplea un "arquitecto" para un uso ético de la AI, así como un funcionario a cargo de supervisar su "uso ético y humano". Cuesta encontrar una empresa grande sin iniciativas de este tipo.

Está bien que las firmas estudien el tema y busquen la perspectiva de expertos en cuestiones éticas, de acuerdo con Oren Etzioni, CEO del Instituto Allen para la Inteligencia Artificial, una organización que hace investigaciones. Pero al final de cuentas, agregó, el CEO de una empresa será el que decide qué recomendaciones de los paneles de ética incorporan a su firma.

"Creo que, en términos generales, son pasos positivos, no una patraña", manifestó. "De todos modos, todo dependerá del uso que se le da a todo esto. Es muy temprano para saber".

El impacto que puede tener la IA en la sociedad nunca ha sido más evidente, dice Etzioni, y las empresas reaccionan a estudios acerca de las recomendaciones de los algoritmos y los prejuicios de género en la IA.

Joanna Bryson, profesora asociada de computación en la U. de Bath que se describe como liberal y quien integró el panel asesor de Google, dijo que no cree que la iniciativa haya sido algo equivalente "a poner un afiche en la pared".

"No creo que Google sea tan estúpida", afirmó. Admitió, no obstante, que firmas como Google y Microsoft están interesadas en demostrar que hacen todo lo posible por ofrecer productos bien hechos, que no las exponen a consecuencias graves.


Prueban electricidad para mejorar la memoria entre los adultos mayores

Cabe la posibilidad que algún día la gente se someta a semejante procedimiento para afianzar su capacidad de recordar, que se va atrofiando no sólo en pacientes del mal de Alzheimer sino en cualquier individuo de edad avanzada, dice el investigador Robert Reinhart de la Universidad de Boston.

El tratamiento se enfoca en la llamada "memoria funcional", es decir, la que permite a una persona realizar tareas en pocos segundos, como un problema matemático en la mente. Esta capacidad, a veces llamada "la pizarra cerebral", es crucial para acciones como tomarse una pastilla, pagar una cuenta, comprar alimentos o planificar algo, dijo Reinhart. "Es donde se encuentra la conciencia... donde uno procesa información".

No es el primer estudio que demuestra que estimular el cerebro mejora la memoria. Pero Reinhart, quien publicó los resultados en la revista especializada Nature Neuroscience, dijo que este experimento se destaca porque mostró los buenos resultados en gente de avanzada edad y porque la nueva capacidad se mantuvo casi una hora después de que cesó el estímulo.

"Es un excelente primer paso" hacia demostrar maneras de mejorar la destreza mental, dijo Gordon, quien no estuvo involucrado en el estudio reciente.

Reinhart advirtió sin embargo que se necesitan más estudios para que el proceso sea aprobado como un tratamiento eficaz.

La corriente eléctrica fue suministrada mediante una gorra que además monitoreaba las ondas cerebrales de cada persona. El choque eléctrico no era más que un leve cosquilleo, pulso o roce por unos 30 segundos, dijo Reinhart. Después de eso la piel se acostumbra a la electricidad y se vuelve imperceptible.

La idea es mejorar la comunicación entre la corteza frontal (al frente del cerebro) y la corteza temporal (a la izquierda), debido a que las actividades entre esas dos áreas habían dejado de estar sincronizadas.

La corriente eléctrica pasó por ambas secciones, a fin de sincronizarlas de nuevo. Los resultados ofrecieron evidencia de que la interrupción del flujo de mensajes entre esas dos secciones causa la atrofia de la memoria funcional en los años tardíos, dijo Reinhart.

Las grandes compañías tecnológicas aseguran que están tomando las medidas necesarias para garantizar que el uso de la inteligencia artificial para analizar montañas de información y rostros y crear asistentes virtuales no incursiona en mundos tenebrosos.

La aplicación de una leve corriente eléctrica al cerebro de personas mayores de 60 años les mejoró la memoria al punto que recordaron cosas como alguien de 20 años, halló un estudio.

Un científico que antes había reportado sobre cómo el estímulo eléctrico mejora la memoria, advirtió que en personas de avanzada edad pero en estado normal de salud, la pérdida de memoria no es enorme. Pero este experimentó "eliminó los efectos del envejecimiento en estas personas", dijo el doctor Barry Gordon, profesor de neurología y ciencias cognoscitivas en la Escuela de Medicina Johns Hopkins en Baltimore.

Los efectos de la inteligencia artificial en nuestra sociedad son objeto de un creciente interés.

El experimento logró resultados llamativos.

Rob Reinhart/Universidad de Boston via AP

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