Cifras que grafican un problema serio
Estadísticas nacionales muestran buenos resultados para el trabajo en salud mental desplegado en Los Ríos. Pero todavía falta. Poner focos de atención en los jóvenes y los adultos mayores, los dos grupos que presentan más frecuencia de estas conductas, podría ser un paso correcto.
Una baja de 4,7% en la tasa de suicidios entre 2006 y 2016 experimentó la región de Los Ríos, de acuerdo a cifras dadas a conocer por el ministerio de Salud. Este número implica que se disminuyó de 16,5 casos anuales por cada cien mil habitantes, a 11,8 hechos en la misma proporción.
Son cifras positivas comparadas con la propia realidad y números optimistas, considerando que cada mínimo avance implica salvar una vida. Sin embargo, todavía resultan altos y preocupantes, si se considera que la media nacional es de 10,6 por cada cien mil habitantes.
Lamentablemente, Chile es el segundo país de la OCDE donde más crece la ocurrencia de este tipo de hechos (primero es Corea), y a nivel sudamericano, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, ocupa el quinto lugar.
Algunos datos que ayudan a graficar este escenario son del Minsal y de la Primera Encuesta Nacional de Salud Mental Universitaria: un 15,8% de los chilenos tiene sospecha de sufrir depresión en el último año; un 46% de los estudiantes universitarios tiene síntomas depresivos y un 54% padece estrés.
Se trata de un problema muy serio y multifactorial, que va más allá de las dolorosas estadísticas por causa de muerte. Tiene que ver con el deterioro de la salud mental en general y con las herramientas que se puede desplegar para enfrentarlo y prevenirlo exitosamente.
Poner focos de atención en los jóvenes y los adultos mayores, los dos grupos que presentan más frecuencia de estas conductas, podría ser un paso acertado.
Además, capacitar a muchas personas para la detección precoz de síntomas (no solamente equipos de salud, también profesores, padres, entrenadores deportivos, etc.) y ayudar a generar redes de acompañamiento y comprensión social, puede contribuir significativamente. De hecho, una labor en esa dirección realizada como proyecto piloto ha logrado -según publica El Mercurio hace pocos días- disminuir de un 40 a un 7% las reincidencias.
Sin duda se trata de una tarea importante que debe ser asumida con prontitud, pero a la vez comprendida como un esfuerzo de largo plazo.